3: Si no puedes con él, únete.

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Lunes por la mañana, que fastidio. Me levanté con pereza y entre a la ducha como normal mente lo hago, todos los días.

Cuando salí me coloqué el uniforme que consistía en una falda a cuadros de combinaciones blancas, azul marinas y rojas, con una camiseta blanca de mangas cortas con calcetines abajo de las rodillas y zapatos negros, arreglé mí cabello y salí.

—Buenos días —saludó Shane de manera animada con una toalla entre sus manos.

—Hola —salude de manera indiferente.

Baje a desayunar. Él se metió a dar una ducha.

—¿Cómo dormiste pequeña Támara? —preguntó Aidan con una sonrisa.

Lo mire confundida por su actitud—. Normal —reí.

Agarré cereal, me senté junto a uno de mis compañeros y comencé a desayunar.

Cuando me decidí a mover mi trasero de la silla para irme a la repugnante escuela, me topé con Shane.

—¿Nos vamos juntos? —preguntó mostrándome una encantadora sonrisa.

Pero soy Támara, y no me ablandare por nadie, menos por quien invadió mi espacio—. Mh, no me necesitas.

Asintió—. Soy nuevo, emh... —apretó los labios.

Bueno, creo que sí estaba siendo muy ruda con él, solo quería ayuda, nada de eso cambiaría mis planes de echarlo a patadas de mi habitación.

—Está bien —rodé los ojos.

Cuando llegamos estaba la pandilla de James Dallas. Los de la fraternidad
Playboy. Conocidos por ser los "chicos malos" de la escuela, jajá idiotas eso ya ni se usa.

Escuadrón bombón.

Todos son terriblemente apuestos. Pero admito que Shane estaba por nada a ser uno de ellos porque también era un bombón.

Bueno creo que ya se los había presentado ¿o no?

—¿Qué clase nos toca? —preguntó Shane mirándome de reojo. Le lancé una mirada rápida y me aferré a mi mochila.

—Cálculo.

Nos dirigimos al sufrimiento de un millón de números que me era imposible comprender.

Me senté junto a Jason y Summer. Shane se sentó con unas chicas. Claro ellas estaban fascinadas con el filete de carne que tenían de frente, ósea Shane. Él se puso de pie logrando atraer todas las miradas que había en ese salón de clases, se sentó junto a mí.

—Y quiero saber porque eres tan mala conmigo —me dijo mirándome fijamente a los ojos.

Su atrevimiento me sorprendió por lo que me permití verlo algo desconcertada, sabía de qué hablaba, pero me encantaba hacerme la que no tenía idea.

—¡Ja! —tosí—. Te metiste en mi vida, mi habitación, me quitaste la mitad de mi habitación, ¿cómo demonios estaré? —arqueé una ceja.

Enarcó ambas cejas—. Podrías ser amable —se encogió de hombros.

Me humedecí los labios—. Soy amable, pero tienes algo que me saca de quicio —sonreí sin dientes.

—Que graciosa eres, Julie —sonrió mostrando su dentadura blanca.

Lo miré y fruncí el ceño disgustada. ¿Por qué este chico no reacciona como los otros? Estoy fallando en algo y eso no me gusta para nada.

Shane es él tipo de chico que sí. Es terriblemente guapo, pero no me siento atraída por él, físicamente si ósea, ¿Quién no? Pero he lidiado con chicos como él y todos me terminan odiando y no sé porque él está siendo la excepción.

Mi inmaduro favorito. ✔Where stories live. Discover now