Parte 17

337 48 7
                                    

Cay fue el primero en felicitarme. Tan solo desperté, vi que estaba esperando a que abriera los ojos. Luego papá entro y nos abrazo mientras seguíamos abrazados, nos dijo que estaba feliz y orgulloso de ambos y que a pesar de haber cometido errores y no haber estado siempre con nosotros, se daba cuenta de cuan maduros somos. Luego mamá llegó, se rio y grito "abrazo grupal" y también nos abrazo.

Por la mañana, papá nos invitó a desayunar todos juntos, nos llevó a un restaurante muy bonito y luego fuimos a la escuela, mamá dijo que cuanto antes, mejor y Cay me dijo que el había ido a esa escuela. No sé que fue lo que hablaron con el director, pero tardaron y mientras tanto, Cay me explico dónde quedan algunas áreas de la escuela.

De regreso al apartamento, entre todos comenzamos a empacar algunas cosas, mientras me explicaron que me habían registrado como Julieta Grandchester White y que si alguien de la oficina me preguntaba por mis documentos faltantes, les dijera que mamá había ido a traerlos, pero que tardaría más de una semana.

Cay me felicitó y dijo que ahora los dos somos Grandchester y le dije que sí, pero que de todas formas el no era White. Eso me entristeció y creo que mamá se dio cuenta, porque me abrazo y dijo que no importa que el sea Kleis y yo White, porque de todas formas siempre seremos hermanos y Cay me lo confirmo.

Cay y papá se fueron juntos, papá al teatro y Cay fue a realizar unos trámites en su universidad, entonces nos quedamos solas, empacando, mamá puso la radio y mientras yo organizaba los libros y libretos de papá, pensé que podía aprovechar.

—Mami; ¿te cae mal Cayden?

Tan solo escucho mi pregunta, su rostro cambio. Tenía una figurita de cristal en las manos y se quedó así, quieta, como estatua, hasta que por alguna razón paso un dedo por la figura.

—No —dijo, pero con algo de tristeza o eso sentí, la verdad no estoy muy segura, luego sonrió, aunque una lágrima cayó por su mejilla, eso me confundió aún mas—. En cierto modo, Cay siempre ha sido especial para mí, se parece mucho a tu papá y... es solo que... es que...

—Cay me dijo que le gusta estar con nosotros, porque siente que al fin tiene una familia —mamá sonrió, con esa sonrisa suya que hace sentir tranquilo a cualquiera.

—Pues, sabes una cosa; aunque hay ciertos temas complicados entre nosotros, yo siento lo mismo. Siento que, es como si de algún modo, pudiera recuperar algunos de los años en que Colin no estuvo con nosotras, pero también siento que es mucho mejor, porque ahora también papá está con nosotras. Incluso a veces pienso que me gustaría que él ambiénn fuera mi hijo.

—¿Entonces no te cae mal? —mama volvió a suspirar.

—No. Pero habría preferido conocerlo en otras circunstancias y no de la manera en que él y yo nos conocimos. Es un gran chico y no merece nada de lo que está sucediendo. Si en algún momento me has visto distante con él, es porque temo que mis sentimientos por tu padre, le persigan durante toda la vida y creo que debería tomarse un tiempo para sanar todas sus heridas.

—¿Qué heridas? —no entendí mucho de lo que me dijo y cuando le pregunté, intuí que ella se había dado cuenta de que hablo de más.

—Cuando lo conocí, no sabía que era tu hermano... —mamá permaneció en silencio y luego se apresuró a acomodar aquella pieza de cristal y se levanto—. Debo comenzar a preparar la comida, antes de que Cay regrese. Termina con eso y continua con esto —señalo lo que ella estaba empacando y se levantó.

Me dejó muy intrigada y creo que entendí un poco de lo que he platicado con Cay. Sé que tiene razón, pero no sé cómo detener mi curiosidad; tan solo tengo 14 años.

Mientras mamá preparaba la comida y yo seguía empacando, tocaron el timbre, mamá me pidió abrir y me sorprendí mucho al ver quién estaba ahí.

¡Colin vino con Brittany a felicitarme por mi cumpleaños!

Eso me hizo muy feliz y tan solo mamá me escucho gritando el nombre de mi hermano, dejo la comida y corrió a recibirlos.

Colin es diferente a Cay; es mucho más serio y aunque también hay un poco de tristeza en su mirada, no es tan profunda como la de Cay.

Lo que menos me gusta de Colin, es que suele ignorarme y aunque es mi cumpleaños, volvió a hacerlo y prácticamente solo charlo con mamá. Pero Brittany es muy dulce, platicamos mucho y de muchos temas, ella tiene la edad de Cay y se lo comenté, le pareció gracioso. También me dejó acariciar su barriga, aunque aún no se le nota nada. Me preguntó si realmente tendrá un bebé ahí adentro.

Poco después, llegó Cay, no lo vi bien, pero creo que trajo un pastel y aunque corrí, no pude verlo, no sé dónde lo escondió, pero aproveché para presentar a mis dos hermanos y a Brittany.

Colin y Britt aún no se casan, pero tienen planes para hacerlo y aprovecharon el viaje para invitarnos, además de felicitarme y porque Col tiene un negocio pendiente. Luego Britt dijo que Cay y yo nos parecíamos mucho y con un tono que no me gusto, Col dijo que era normal.

Comimos todos juntos y mientras ayudaba a Cay con los trastos, se me salió un comentario.

—Ojala Colin también fuera hijo de papá.

—Seríamos una gran familia.

Por alguna razón, siento que a Colin no le agrada Cay, mientras que a Cay pareció no importarle. El problema es que a mí sí me importa, porque ambos son mis hermanos.

El resto de la tarde, Cay estuvo acomodando las cajas que ya empacamos, aunque me puso algunos ejercicios de matemáticas y cuando terminó los reviso. Solo falle en uno porque multiplique mal, pero el resto estuvo bien.

Mamá, Coll y Britt, estuvieron charlando, aunque estábamos todos en la estancia, ellos estaban en su asunto y Cay y yo en el nuestro.

Luego llegó papá, llegó temprano y dijo que tan solo termino el show se fue a cambiar, aunque aún estaba vestido con parte de su vestuario.

Cuando se lo presenté a Col, él no parecía muy contento, pero no pude ponerles demasiada atención, porque Cay saco el pastel en ese momento. No era muy grande, pero lo había comprado para mí. Entonces apagaron las luces, cerré los ojos y pedí mi deseo.

Colin y Britt se fueron después del pastel, se están quedando en la casa del tío. Cay y yo repetimos ración de pastel y mamá nos consintió dándonos leche tibia.

—Cay —cuando mamá se fue al sofá con papá, murmuré despacito para que no me escucharan—. Mamá me contó que también le agradas y que le hubiera gustado que fueras su hijo.

—Con que has vuelto a hablar de más —me sentí avergonzada.

Cay sonrió, no fue con alegría pero tampoco con tristeza y luego volteo al sofá dónde estaban papá y mamá y su sonrisa se amplio un poquito más.

—Mira...

Cuando voltee, pude ver como papá besaba a mamá y sentí una emoción muy bonita, que no puedo describir.

Mi parte favorita de hoy ha sido mi familia.

Y mi deseo, un nuevo hermanito.

·••·•·••·

Gracias por su lectura 

Monse

JulietaWhere stories live. Discover now