Hazme explotar (Katsuki Bakugou y tú )

7. ¡Muere!

A la mañana siguiente todos nos subimos al autobús. Nos dirigíamos a la montaña para realizar allí un ejercicio de orientación.

Me senté junto a Tsuyu. Justo al lado se pusieron Bakugou y Kirishima, nos separaba el pasillo del autobús.

El viaje transcurría con normalidad. Conversaba tranquilamente con Tsuyu sobre cómo pensabamos que sería el entrenamiento.

Bakugou llevaba puestos unos auriculares y escuchaba música con el volumen muy alto, tanto que se podía oír en todo el transporte. En ese momento, empezó a sonar una canción de Kaboom Kaos e, inconscientemente,comencé a marcar el ritmo con el pie y a mover los labios siguiendo la letra.

Bakugou se dio cuenta.

- ¡Eh, no me robes la música, maldito pitufo acuático!
- ¡Pues no la pongas tan alta! Es mi grupo preferido, déjame disfrutarla - cerré los ojos y comencé a bailar en el asiento, haciendo que se molestase más todavía.
- ¡Ya está bien!

Paré en seco, dándome cuenta de algo. Empecé a reírme descontroladamente.

- ¿Se puede saber qué diablos te pasa ahora? - gruñó.
- ¿Pitufo acuático? ¿De verdad? - conseguí decir entre carcajadas - ¿No tenías nada mejor?
- ¿Ah? - frunció el ceño y me miró.
- No sé... me esperaba algo como Lady Charcos o...
- O Reina de las Ciénagas, ribbit - comentó Tsuyu.
- Sí eso, o Reina de las... - me di cuenta de lo que me había dicho Tsuyu - ¡Oye! - la salpiqué en la mano.

Todo el autobús empezó a reírse y Bakugou no pudo evitar que se le escapase una risa ahogada.

Subió el volumen de su música al máximo, aunque jamás reconocerá que lo hizo para que yo pudiese escucharla mejor.

Por fin llegamos a nuestro destino. All Might y Aizawa-sensei nos explicaron lo que deberíamos hacer. Cada uno empezaría en un punto diferente de la montaña, el objetivo sería llegar a un lugar que se encontraba señalado en el mapa que nos repartieron. También nos dieron un walkie talkie y algo de comida.

- Bueno, entregadnos todos vuestros móviles y dispositivos electrónicos. - ordenó Aizawa-sensei - No queremos que tengáis la tentación de utilizar el GPS.
- Si lo hacéis bien, deberías poder llegar al lugar indicado antes de que anochezca - añadió All Might - ¡Buena suerte, jóvenes!

Después de varios gritos de "¡Plus Ultra!", cada uno se dirigió al lugar de partida que se le había asignado y comenzó la prueba.

Miré el mapa con detenimiento. Tenía más o menos clara la ruta que iba a seguir. Me puse en marcha enseguida. Cada media hora, los profesores me hablaban por el walkie talkie para darme algunas indicaciones, informarme de qué hora era o comprobar que todo iba bien.

Llevaba andandando unas cuatro horas cuando vi a Bakugou.

- ¡Muere! - gritaba mientras perseguía a un pájaro, que volaba esquivando fácilmente todas las explosiones que le lanzaba el rubio.
- ¿Pero qué te pasa? - pregunté divertida.
- Me ha robado el mapa, ¡el maldito bicho de mierda! - contestó sin dejar de correr tras él.

Finalmente el pájaro dejó caer unos pedazos de papel destrozados sobre la cabeza de Bakugou.

- ¡Mierda! - gritó, haciendo explotar con rabia aquellos restos del mapa.
- Espera, te dejo el mío - me acerqué a él riéndome con mi mapa en la mano.
- ¡No te rías de mí, idiota! - me arrebató el mapa.