5. Estás disfrutándolo

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Llegamos a la enfermería y All Might tumbó a Bakugou en una camilla. Recovery Girl nos dijo que saliéramos de allí y esperásemos en el pasillo.

Los profesores se fueron mirándome con enfado y me quedé sola con Todoroki. Me senté en el suelo y dejé caer mi cabeza entre las piernas.

- No te preocupes, se va a poner bien - intentó animarme Todoroki mientras se sentaba a mi lado.
- No entiendo cómo ha podido pasar. Yo... yo... pensaba que... que controlaba mi quirk... - balbuceé.

Levanté la cabeza y vi a Deku, Kirishima, Iida y Uraraka, que se acercaban corriendo.

- ¡¿Estáis bien?! ¿Qué ha pasado? - preguntó Deku preocupado.
- Hemos oído cómo se derrumbaba el edificio - añadió Uraraka.
- Nosotros sí, pero Bakugou... - empezó a explicar Todoroki.
- ¡¿Bakugou qué?!¡¿Dónde está?! - exclamó Kirishima mirando en todas direcciones.

Comencé a sollozar mientras Todoroki les contaba todo lo sucedido. Acababa de terminar cuando Recovery Girl salió para comunicarnos que ya podíamos pasar.

- Todavía está inconsciente, necesita descansar. - comentó mientras entrábamos y nos sentábamos donde podíamos - Mañana estará como nuevo.

Después de unos minutos Iida se levantó.

- No podemos hacer mucho más por él ahora mismo. Será mejor que vayamos a descansar - sugirió.

Todos asistieron y comenzaron a abandonar la habitación en silencio, dirigiéndome una mirada de apoyo.

- Hey ____, ¿no vienes? - dijo Deku con suavidad.
- Todavía no, quiero quedarme un rato más - le respondí mirando a Bakugou.
- Oye, no te culpes, ¿vale? Ha sido un accidente.
- Gracias, Deku - supiré intentando sonreírle.

Salió y cerró la puerta. Yo me senté al lado de la cama de Bakugou y le observé con atención.

Estaba totalmente desconcertada. Mis pensamientos iban a mil por hora y en mi cabeza no debajan de resonar las palabras de Aizawa-sensei. Estaba segura de que iba a expulsarme y sabía que era totalmente justo.

Pensé en mi madre y en todas las demás personas a las que decepcionaría. Pensé en el gran esfuerzo que había hecho y en todo aquello a lo que había tenido que renunciar para estar allí. Pensé en mis compañeros y en el peligro que podía suponer para ellos compartir clase conmigo. Aquello no podía volver a pasar.

Tenía que ser consecuente con mis actos. Aizawa-sensei no tendría que expulsarme, hoy mismo presentaría mi renuncia a estudiar en la U.A. Pasaría el resto del año trabajando duro hasta tener un control absoluto de mi quirk y volvería a intentar entrar a la academia al año siguiente.

No era una decisión fácil y me dolía muchísimo tener que tomarla. Pero era lo correcto.

En mitad de todas estas ideas, inconscientemente aparté unos mechones de pelo rebeldes que caían sobre la frente de Bakugou. Su cabello era mucho más suave de lo que parecía. 

Me incliné un poco más hacia él. Tenía el rostro relajado y, sin el ceño fruncido, me pareció que era bastante atractivo.

Noté que estaba empezando a despertarse y rápidamente quité mi mano de su pelo mientras me echaba hacia atrás.

- Bakugou - sururré - ¿Cómo te encuentras?

Hazme explotar (Katsuki Bakugou y tú )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora