2. 1-A

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Se activó la alarma del despertador y la apagué antes que pudiera sonar por segunda vez. No había dormido nada en toda la noche, mi cabeza no podía dejar de pensar en el día que me esperaba. Estaba realmente emocionada.

Me levanté de un salto y me dirigí a la cocina, con la firme intención de hacer una torre gigante de tortitas para desayunar. Cuando llegué, encontré allí a mi madre haciendo café.

- ¡Buenos días, ____! ¿Preparada para tu primer día?
- ¡Hola! - exclamé entusiasmada, mientas empezaba a preparar el desayuno - Creo que se me va a salir el corazón, pero con unas tortitas seguro que se me pasa, ¿quieres?
- No, gracias, cariño. Me iré enseguida - comenzó a beber su café apresuradamente - Voy a pasar el día repartiendo currículums por la zona, quiero encontrar trabajo cuanto antes.
- Vale, tú te lo pierdes.
- Bueno, me voy ya. - dio el último sorbo a su taza y la dejó en el fregadero - Volveré tarde, pero espero que podamos cenar juntas para que me cuentes cómo te ha ido.
- Claro - sonreí, poniendo las tortitas en un plato.
- Acuérdate de llevarte agua e hidratarte mucho, porque...
- Porque tu cuerpo es un 92% agua y la irás perdiendo poco a poco al utilizar tu quirk. - la corté - Lo sé, mamá, no entra en mis planes quedarme seca como una pasa.
- Muy bien. - me sonrió y se dirigió a la puerta, donde todavía quedaban algunas cajas - Por cierto, ¿dónde has dejado tus revistas? No he visto esas cajas desde que las subimos al coche.
- Oh, eh... - mi expresión cambió, recordando al chico de las explosiones - creo que las puse en mi habitación, luego las buscaré - me esforcé por esbozar una sonrisa y sonar creíble.
- Vale, ¡qué pases un buen día! - dijo saliendo de casa.

Terminé mi desayuno mirando al infinito, pensando en el vecino tan irritante que me había tocado. ¿Cómo había sido capaz de destrozar toda mi colección en un segundo y sentirse orgulloso de ello? Esperaba no tener que cruzarme con él muy a menudo.

Volví a mi habitación, me puse el uniforme y me colgué la mochila al hombro. Respiré hondo, mirándome en el espejo.

- ¡Tú puedes! - me dije, intentando confiar en mí misma.

Finalmente, llegué a la U.A. No podía creerlo. Decidida, caminé hacia la entrada y me dispuse a buscar la clase 1-A.

Era un edificio enorme, ya llevaba unos diez minutos dando vueltas sin éxito cuando vi a un chico de pelo verde que parecía estar tan perdido como yo. Decidí acercarme a él.

- Hola, perdona, ¿sabes dónde está la clase 1-A?
- Ho-hola. - respondió algo nervioso - Vaya, yo también la estoy buscando.
- Ah, ¡entonces parece que vamos a ser compañeros! - sonreí emocionada - Soy Mizu ____, ¡encantada!
- Midoriya Izuku, ¡un placer! - me devolvió la sonrisa. Daba la impresión de ser un chico bastante agradable.

Buscamos el aula juntos durante unos minutos más y por fin conseguimos encontrarla. Al entrar, vi que ya estaba prácticamente llena. Midoriya saludó a un chica con melena corta y fue a hablar con ella. Parecía que se conocían.

Yo di un vistazo a la clase. Los alumnos habían formado pequeños grupos y hablaban entre ellos. Desplacé la mirada hacia el fondo del aula y me sobresalté. Allí, discutiendo con un chico con gafas, estaba mi vecino explotador de revistas.
En ese instante, sus ojos rojos se posaron sobre los míos, se levantó de la silla y se acercó, mirándome con enfado.

- ¿Qué coño haces tú aquí? - preguntamos a la vez.
- ¡Ka- Kacchan! - gritó Midoriya, poniéndose pálido.
- ¡Deku! ¿Se puede saber por qué estás aquí? ¡Maldita sea!
- ¿Le conoces? - pregunté a Midoriya señalando al rubio con el dedo.
- Sí... es Bakugou Katsuki, somos amigos de la infancia y... - comenzó a explicar.
- ¡Cállate Deku! ¡Y tú, no me señales!
- Pues ayer, tu amigo de la infancia destrozó mi colección de revistas de All Might. - le conté, ignorando a Bakugou - Las hizo explotar. ¡Boom! Y a la mierda todo - imité una explosión con las manos.
- ¡Pero Kacchan! - replicó Midoriya, visiblemente molesto.
- ¡¿Qué?! Me despertó de la siesta haciendo un ruido horrible. Se lo merecía. ¡No te metas, Deku!

En ese momento, apareció por la puerta un hombre dentro de un saco de dormir. Dijo que era nuestro tutor, Shota Aizawa, y que nos sentásemos. Bakugou volvió a su sitio, no sin antes dedicarme una mirada de odio. Yo me coloqué en una mesa al lado de Midoriya y empezamos con las clases.

La mañana estaba llegando a su fin. Había sido un entrenamiento agotador, no me esperaba algo así el primer día. Estaba sentada en el suelo del pasillo, bebiendo un par de litros de agua cuando Midoriya se me acercó.

- Oye, ____, vamos a comer, ¿vienes?
- Claro - me levanté y fuimos hacia el comedor.

Allí, nos sentamos en una mesa con algunos alumnos más.

- Hola, soy Uraraka Ochako - se presentó la chica a la que había saludado Midoriya al entrar a clase.
- Yo Tenya Iida, es un placer conocerte - dijo moviendo las manos el chico con gafas que había visto discutir con Bakugou.
- Todoroki Shouto.
- Yo me llamo Tsuyu Asui, ribbit.
- Hola a todos, Mizu ____, ¡encantada de conoceros!

Empezamos a hablar sobre la ilusión que nos hacía estar allí, de cómo esperábamos que fueran las clases y de nuestros héroes favoritos. Así, me enteré de que Todoroki era el hijo de Endeavor y de que Midoriya era tan fan de All Might como yo.

Estábamos conversando tranquilamente cuando llegó Bakugou y se sentó en la mesa de al lado. Miró en nuestra dirección y gruñó. Empezó a comer su ramen picante en silencio.

Nosotros también nos callamos, sin saber muy bien qué decir.

- Kacchan, lo que le has hecho a ____ ha estado fatal - se decidió Midoriya.
- ¿Ah? ¿Y a ti qué más te da? Te he dicho que no te metas, nerd.
- ¿Tratas así a todo el mundo? - le pregunté enfadada.
- A los que son unos inútiles como vosotros, sí.
- Por favor - suspiré, poniendo los ojos en blanco.
- ¿Cómo te sentirías si te hubiesen destrozado las revistas a ti, Kacchan? - insistió Midoriya.

Bakugou abrió los ojos, sorprendido, y bajó la cabeza.

- Tsk.

No dijo nada más, terminó de comer y se fue.


Hazme explotar (Katsuki Bakugou y tú )Onde histórias criam vida. Descubra agora