░28░

509 59 15
                                    

-Anna

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Anna...

La pelianaranjada abrió sus ojos, respirando con dificultad. Su esposo se removió un poco, quitándose el edredón que los cubría.

-¡Ayúdame, Anna! -gritaron. Y ella no dudó ni un segundo en levantarse de la cama.

-¡Voy por ti, Elsa! -corrió por el pasillo, que parecía no acabar jamás.

-Oh Anna... -se detuvo en seco, empezando a sudar frío por esa horrible y malévola voz.

-... -dijo ella.

Pronto se vio en una silla de madera, con las muñecas amarradas a los brazos de la silla y los pies atados.

Ya no tenía uñas, había mechones de cabello alrededor de ella y una parte de su oreja tirada.

-Scottville... Ella está en... Scottville... -siseó, con los ojos rojos e hinchados por tanto llorar.

-Espero que la pequeña y desprotegida Elsa me reciba con una cálida bienvenida -Hans rió, marchándose de la habitación.

-¡Lo siento tanto, Elsa! -lloriqueó la menor.

La luz la cegó por unos momentos, hasta que pudo recuperar la vista.

Tenía una bata blanca, sus manos tenían intravenosas y los dedos envueltos en vendas.

-Es una mujer muy fuerte -el doctor le sonrió.

Al fondo, vio una silueta. Era su hermana. Con el cabello largo y descuidado, el labio partido y su piel muy, muy blanca.

-Me fallaste -le decía-. Me fallaste, y ahora estoy muerta... Por tu culpa -escupió con odio.

-¡No! -las lágrimas salieron a borbotones-. ¡Intenté resistirme! ¡Pero el dolor me consumía! ¡Elsa, perdóname!

-Perdóname, ¡perdóname! ¡PERDÓNAME! -gritó. Golpeándose la cabeza con desesperación.

-¿Anna? -susurró Kristoff aún dormido, pero cuando vio a su esposa lastimarse -otra vez-, se levantó y tomó de sus brazos-. ¡Anna, despierta! -y la sacudió con fuerza.

La ojiazul abrió sus ojos, estaban cristalizados y rojos.

-Aquí estoy, no te pasará nada -arrulló el rubio, envolviéndola con sus brazos-. No dejaré que nada te pase, te lo prometo -y le dio un beso en la frente, sin dejar de abrazarla.




¡Hola!
Primero que nada, gracias a todos ustedes que me desearon un buen descanso y su comprensión, se los agradezco tanto. Ya me siento mucho mejor.
En este capítulo vemos un poquito de todo lo que Hans le hizo a Anna, y lo culpable que se siente por haberle dado la información reflejado en sus sueños. Esto será una pieza clave en los últimos capítulos.
-Hannya.

Hιρσ: Eʅ Nιñσ II Where stories live. Discover now