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—Me siento un poco mejor —concedió—. Pero aún te necesito a ti, Alfa.

Sí. Shoto, definitivamente, iba a morirse en cualquier maldito segundo.

Su plan inicial había fallado.
Se suponía que debía evitar el contacto carnal con Izuku, a toda costa. No porque no quisiera hacerlo, sino porque no puede —al menos por ahora— siquiera imaginar la idea de tener un bebé accidentalmente.
Además, Izuku es muy joven para atravesar un embarazo, y mucho menos están preparados.
Si bien tienen un lazo más fuerte que el que se forma luego de marcar al omega, nisiquiera salen oficialmente; tampoco viven juntos, y los dos tienen sus propias responsabilidades. Izuku en la universidad y Shoto en el trabajo. Es imposible tener un cachorro en condiciones como estas.

—Izu —sonrió desviando su mirada unos segundos antes de devolverla a él—, no tenemos preservativos... y tú no tomas pastillas anticonceptivas.

Intentó razonar, siendo lo más claro y directo posible.

Izuku formó una pequeña mueca en sus labios, completamente avergonzado ante lo dicho por su alfa, haciéndole pensar que lo entendió y se iba a dar por vencido, pero cuando le vio levantar su mano y señalar con su dedo índice la mesa de noche, sintió cómo los cables en su cabeza hacían —otra vez— un cortocircuito.

«No me digan que»
Efectivamente, cuando lo abrió, pudo ver que Izuku tenía una tira de cinco preservativos dentro del cajón de su mesa de noche.

—¿Co‐Cómo es que tienes de estos? —preguntó divertido mientras agarraba uno de ellos.

—D-Denki. Creyó que sería una broma divertida —murmuró por lo bajo, llevando sus esmeraldas hacia él.

Los dos no pudieron evitar reír por lo bajo.

—Es —risa—, es increíble que sean de mi talla.

Izuku cubrió su rostro con sus manos, teniendo pequeños espasmos productos de su carcajada contenida.

—Le daré las gracias cuando vuelva a verlo.

—Oh Dios, no. Te lo prohibo —negó al instante, haciéndole reír.

Si Shoto hacía tal cosa, Denki le molestaría hasta el fin de sus días con ello. Y su pensar no era una simple suposición, sino una afirmación total.

—De ser así... creo que voy prepararte mejor.

—¿Qué? No, no es necesario —lloriqueando rodeó su cuello con sus brazos, y rozó su cintura con sus rodillas al clavar las plantas de sus pies en la suave superficie de la cama.

El bicolor, sonriendo, acercó su rostro al contrario y dejó un dulce besito en sus labios.

—Aunque estés así de húmedo, podría lastimarte. Lo haré correctamente ahora —besó su frente—. Tú sólo debes relajarte, bonito.

Izuku infló una de sus mejillas en desacuerdo, pero al cabo de unos segundos terminó asintiendo a la par que escondía su rostro en su cuello, dejando pequeños besitos en su piel y llenando sus pulmones de su aroma.

Las feromonas dominantes de Shoto le están volviendo loco, y sentir sus dedos en su interior no estaba siendo suficiente para él, pero aun así entiende que es necesario para evitarse problemas o molestias más tarde. Después de todo, será su primera vez con la de un alfa de verdad y no un juguete sexual.

—Sho... creo, creo que es suficiente —murmuró antes de morder sus labios para reprimir un gemido.

En ningún momento el alfa había dejado de verle a la cara, no solo porque le encantan las expresiones que hace, sino que también para poder guiarse con las mismas en busca de algún signo de dolor o incomodidad.

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⏰ Last updated: Jun 07, 2022 ⏰

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