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Horas después, Melissa fue la primera en despertar.

Durmió tan tranquila y profundamente que le costó muchísimo abrir sus ojos, y al agachar la mirada vio el rostro dormido de Izuku. Sonriendo encontró la hora en el reloj de pared frente a ellos; son casi las tres de la tarde, y siendo de día pensó que dejar descansar a Izuku unos cuantos minutos más no le haría daño.
Se desvive trabajando y estudiando, pocas son las veces que tiene un día completamente libre, y en su mayoría los utiliza para estudiar. Pero esta vez fue distinto, ya que su mejor amigo no se sentía para nada bien, queriendo ser escuchado y consolado.

Con mucho cuidado de no despertarle, salió del sofá dejando en su lugar un cojín, al cual Izuku no dudo en aferrarse entre sueños. Ante eso Melissa volvió a sonreír, acomodándose sus gafas para luego caminar hacia la cocina, buscando en las alacenas y en el refrigerador algunos alimentos que pudiera combinar para crear una comida sencilla.

Cuando se encontraba sirviendo agua en dos vasos diferentes, sintió el sonido de su celular notificando una llamada. Palmó sus manos, quitándose así los restos de harina que utilizó para hacer unos hotcakes, colocó algunos mechones rebeldes de su rubio cabello detrás de sus orejas y tomó el aparato sin fijarse en el contacto.

—¿Hola?

Hija... por fin contestas —la voz aliviada de su padre inundó su oído izquierdo—. No sabía nada de ti desde la mañana, ¿estás bien? ¿Por qué no has llegado a casa?

Melissa sonrió.

—Papá, estoy bien, relájate. Cuando salí de la universidad vine a casa de Izu y nos quedamos dormidos, nisiquiera le presté atención al celular... siento mucho preocuparte.

Entiendo, cariño, pero la próxima vez al menos avísame. Estuve mirando el celular como un maniático toda la tarde —ambos rieron bajito—. ¿Sigues con Izuku-chan?

—Sip, está dormido.

Oh, ¿y cómo ha estado? Hace tiempo no viene a casa.

Melissa hizo una pequeña mueca.
No quiere que su padre se preocupe, pero tampoco quiere mentirle.

«Al diablo, ya tendremos tiempo de hablar los tres juntos»

—Está bien, papá. No debes preocuparte, sabes que yo siempre estoy a su lado.

Lo sé, y me alegra muchísimo que se tengan el uno al otro. Izuku-chan es un niño maravilloso, dile que venga uno de estos días a casa... extraño pasar tiempo con los dos.

—Se lo diré. Ahora tengo que colgar, pero en un rato iré a casa.

De acuerdo, te amo.

—También te amo, nos vemos.

Colgó la llamada justo en el momento en el que un adormilado Izuku entraba en la cocina, dejándose caer sobre una de las sillas y pegando su rostro en la mesa.

—Buenas tardes para ti también.

—¿Tardes? ¿Tanto dormimos? —cuestionó divertido, enderezando su espalda y estirando sus brazos hacia el techo, soltando un leve quejido perezoso—. No tenías que cocinar, yo podría haberlo hecho.

—Quería que descansarás un poco más en tu día libre. Trabajas y estudias todo el tiempo, un día de estos tu cuerpo empezará a saldar cuentas contigo y se apagará —regañó, dejando frente a él un plato con los dichosos hotcakes, miel, algunas frutas y el vaso con agua a un lado.

Soulmate | TodoDeku Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang