Juan 3.
20. Pues todo aquel que hace lo malo aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas.Solo tengo muchas cosas en mi cabeza inseguridades y muchas cosas malas. Me siento sucio, siento que no soy una buena persona, siento que lastimo a muchas personas y soy algo que no quiero ser, me siento tan insuficiente como hombre, como persona.
Que cuando se alejan es como que no me duele solo pienso y digo, si yo fuera otra persona me alejaría de mi por qué no tengo nada que ofrecer y ni que ofrecerle.
Se que solo sirvo para hacer daño y lastimar, es tanta la inseguridad que cargo y lo negativo en mi que me merezco todo lo que me está pasando y que cuando más solo estoy, es mejor, por que es lo que merezco.
Las personas malas se quedan solas y eso es lo que me está pasando a mí y esta bien que me pase, creó que todavía me falta sufrir el doble y me lo merezco se que de este mundo no me voy a ir sin pagar todo lo malo que hice.
Las veces que falle como hombre y está bien. Pero esta bien que las personas piensen que soy una basura pero también se que en mi tengo mucho dolor y no se como soltarlo, no se como hablarlo. Odio todo de mi pero más te odio a ti, padre, generaste esto en mi cuando tenía 12 años.
Pensaba que estaba bien lo que me hacías buscándome en las noches llevándome a tu habitación para golpearme. ¿Cómo aprendes a vivir con eso? ¿Cómo sueltas? ¿Por qué mi inestabilidad?
La soledad te hace ver al resto tal como te ves tú. Te conoces a través de las personas y aprendes a aceptar que, por enésima vez, la tristeza nunca se ha ido, sino que simplemente ha decidido acariciarte en lugar de arañar; susurrarte en lugar de gritar; pasear por tu mente en lugar de destrozarlo todo a golpes.
- No puedo con mi genio. - río irónicamente. - No le daré nada a nadie, no soy así, mucho menos a una santurrona sabelotodo.
Sentado en una silla que estaba en el jardín delantero saco una botella de licor. La abrió y bebió un largo trago. No sabia que estaba prohibido tomar alcohol y no le hubiera importado tampoco. Una voz familiar sonó en sus oídos y volteó, aquella hermosa monjita. Caminó en su dirección.
- ¡Oye! Honra este lugar. - le quitó la botella. - Aquí está prohibido hacer eso.
- Vaya, eres tú, otra vez...
- Si, y te tienes que poner al tanto de las reglas que existen en este establecimiento ppríncipe.- reclamó al joven, una sonrisa burlona se formó en los labios de este.
- ¿Así eres siempre o sólo conmigo? ¿Tienes algo en contra de mi? - se puso de pie y girada alrededor de la albina.
- Si su majestad, siempre soy así. Me considero alguien correcta. - se estaba poniendo nerviosa al sentir la respiración de Hans tan cerca de su cuello.
- Vaya, me gustan las correctas. Se hacen las difíciles y luego caen cómo pajaritos. - tocó la túnica de Elsa con descaro. - No me provoque señorita, si no quiere que algo pase por ahí.
- ¿A qué se refiere? Acaso, ¿va a violarme? - pregunto asustada haciendo que el pelirrojo se pare muy cerca de su oreja.
- No lo había pensado pero veo que tienes una mente que trabaja perfectamente. - suspiró. - Es una gran idea ahora que lo pienso.
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"El Pecado" Helsa (En Edición)
RomanceEras vicio, calentura, capricho. Eras ganas de algo nuevo, ganas de atención. Eras algo diferente, adictivo, renovador. Eras un instante de soltura, de locura. Eras lo que yo buscaba, sin saber que iba a encontrarte. Eras eso que no debería hacer, n...