D y C 88: 78 - 80

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78 Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente instruidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender;

79 de cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el país, cosas que existen en el extranjero; las guerras y perplejidades de las naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento de los países y de los reinos,

80 a fin de que estéis preparados en todas las cosas, cuando de nuevo os envíe a magnificar el llamamiento al cual os he nombrado y la misión con la que os he comisionado.

Un caballero, miembro de la Cámara Legislativa de las Islas del Sur, preguntó al padre cómo era capaz de gobernar a tantas personas y mantener un orden tan perfecto, diciendo que ellos eran incapaces de hacer lo mismo en ningún lugar. El padre contestó que era muy fácil lograrlo. "¿Cómo?" -respondió el caballero-, "¡para nosotros es muy difícil!". A lo que el contestó: "Yo les enseño principios correctos, y ellos se gobiernan a sí mismos".

La vida de Elsa después de desarrollar carácter frente al pelirrojo dio un giro de 360°. El padre y las hermanas le dieron una nueva oportunidad para realizar sus votos, convertirse más a la palabra del Señor y arrepentirse de sus pecados, pues había sido tentada por el mismo diablo.

Sin embargo, Hans no dejaba de visitarla constantemente. Estaba empecinado en llevarla con él a algún lugar pero ella se negaba, había noches en que simplemente no la dejaba dormir por tanto parloteo de parte del hombre.

Una noche, después de tantas otras de paciencia, decidió confrontarlo.

- Creo que ya fue suficiente. - dijo la albina encendiendo una vela (véase en la imagen de arriba).

- ¿Tú crees? - preguntó desafiante.

- Si, he sido muy paciente contigo y por milésima vez, te digo, no iré contigo a ningún sitio. - Elsa se sentó en un escritorio.

- Sé que vas a cambiar de parecer en algún momento, por eso no dejo de venir a verte.

- Ya no soy la misma de antes... - abrió un libro sin mirar al ojiverde. - Me has hecho mucho daño.

- Si me das una última oportunidad, no te defraudaré. - dijo el cerrando el libro con un chasquido de dedos. - Solo será una vez.

- Recuerdo todas las veces que estuve ahí para ti, las veces que te consolé cuando ya no podías más, todas la veces que te hice querer seguir viviendo. Y al final, fuiste tú quien me las quitó a mi, me dejaste rota y vulnerable, llena de odio y decepción, decepción por todo lo que creí en ti. - abrió el libro de nuevo pero no miro al pelirrojo.

Hans solo la miraba atentamente...

- Tenía claro que no serias eterno, que yo solo te estaba sanando para dejarte ir, pero se me olvidó que no debía enamorarme de ti. Me enamoré de todo el caos que eras, me colé entre tus heridas y les puse suturas nuevas, las hice cicatrizar e hice que dejarán de doler. Yo me enamoré de lo roto que estabas porque así, roto, eras real y no había ni una pizca de mentira en tu dolor, eras humano... o al menos eso pensé yo. - continuo.

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⏰ Last updated: Apr 10, 2023 ⏰

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"El Pecado" Helsa (En Edición)Where stories live. Discover now