28. ¿Verdad o reto?

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Capítulo veintiocho (Últimos capítulos)

Llevábamos un largo rato jugando a ese estúpido juego y lo único que quería hacer era levantarme e irme a mi casa. Pero como toda masoquista, seguía quedándome ahí.
Jungkook, baila con Pilar. Jungkook, pásale el hielo con la boca a Valeria. Jungkook. Jungkook.

Estaba harta.

—Charlie, tu turno. —Yoongi me sacó de mis pensamientos.

—Verdad.

—No puedes, ya has elegido verdad tres veces, toca reto —chilló Mika.

—Bien.

—Charlie, te reto a desabrochar el pantalón de Jungkook usando solo tu boca.

Maldita sea, debía replantearme seriamente el porqué siempre aceptaba jugar a estas estupideces. Me puse de pie y caminé hacia dónde el se encontraba con su mirada seria pero llena de notable picardía.

—¡30 segundos! —me avisó Yoongi.

Me arrodillé frente a él y me acerqué a su bragueta. Estar tan cerca de el me ponía extremadamente nerviosa. Comencé por desprender el botón, que fue lo que más me costó y me llevó la mayor parte del tiempo. Cuando faltaban pocos segundos tomé el cierre entre mis dientes y bajé la cremallera. Por suerte, aquel bulto estaba bien guardado.
Lo miré desafiante por unos segundos antes de volver a sentarme en mi lugar.

—Ally ¿verdad o reto?

—¡Reto!

Dejé de prestarle atención al juego, otra vez. Sólo lo hacia cuando alguien gritaba que era mi turno o escuchaba de la boca de Jungkook salir la palabra reto, que era siempre.

—Harry tu turno.

—Reto.

A eso me refería.

—Te reto a que te encierres en el baño con pilar por 7 minutos.

Intenté con todas mis fuerzas no instalar en mi cabeza los recuerdos de la noche en casa de Yoongi, dónde jugamos a 7 minutos en el paraíso, porque de sólo pensar que puede hacer con ella lo que hizo conmigo, o incluso más, me mataba por dentro.

—Bien. —sonrió.

Sonrió.

Idiota.

Ella se puso de pie, tomó la mano de Jungkook satisfecha y lo guió hacia el baño.

—Bueno —dijo Pablo— Val es tu turno.

Un minuto, Val besa a Taehyung.

Dos minutos, Louise besa el trasero de Yoongi y todos ríen.

Cuatro minutos, Ally se quita la remera.

Cinco minutos, Patrick toca los senos de Mika.

Siete minutos, Jungkook no aparece.

Ocho, nueve, diez. Maldita sea.

—Charlie, tu turno.

—Verdad.

—Describe como fue tu primera vez.

Pilar le da un beso a Jungkook en la mejilla a lo lejos, pero puedo verlos, como despidiéndose. Vuelven a la mesa y Jungkook se sienta frente a mi. 
Aquel día vuelve a mi memoria.

—Bien —aclaré mi garganta— Fue un día en el que salí más temprano del colegio, el fue a buscarme y terminamos en mi casa. Sinceramente, fue el mejor día de mi vida, el me hizo sentir especial. Yo decidí que el sea el primero, creí que se sentía igual conmigo pero al parecer no fue así. Ahora veo que le interesa meterse en los pantalones de cualquier chica, ya obtuvo lo que quería de mi.

Jungkook me miraba serio, dolido, quizás. Todos en la mesa se callaron. Louise rompió el silencio y se lo agradecí con la mirada.

—Mika es tu turno.

Solté el aire retenido en mis pulmones. Ella contestó la pregunta que Pablo le había hecho y el juego siguió. Jungkook eligió verdad, por primera vez.
Varias personas después, mi nombre volvió a aparecer en la pantalla. Esta ronda iba demasiado rápido.

—Charlie.

—Verdad.

—¿A qué edad tocaste un pene por primera vez?

Al parecer el juego no estaba de mi lado esta noche. Aunque a decir verdad, nunca podría estarlo, cualquier pregunta me conducía a Jungkook. El había sido el único en mi vida.
Ally rió al lado mío y la golpeé con mi codo sin que los demás lo notaran.

—A los dieciocho.

Levanté mi vista hacia Jungkook disimuladamente, me estaba mirando. Una sonrisa se asomó en sus labios.
La ronda prosiguió. Yoongi bailó en calzoncillos sobre la barra, Mika también se deshizo de su remera, Louise besó a Pablo con lengua, Patrick besó el cuello de Ally, ella contestó con verdad al igual que el resto.

—Jungkook.

—Reto.

—Te reto a que escojas a una chica para encerrarte en una habitación hasta que lo deseen.

Pegué ambas manos a mi rostro con frustración. No podía seguir sentada en esta mesa. Se acabó, era el fin, me iría a mi casa.
Entonces siento que alguien libera mi vista, quitándome las manos de la cara.

—¿Qué crees que haces? —le pregunto a Jungkook, que me obliga a ponerme de pie.

—Lo que he hecho desde que llegué aquí. Escogerte a ti.

No parece importarle que todos estén escuchando, ni que los chicos tengan la mandíbula por el piso, ni que sus amigas me observen con odio.
Abre paso entre la gente sin soltar mi mano y me guía hacia una habitación que está en el primer piso y se encuentra cerrada con llave.
Ni bien abre la puerta, ambos entramos en ella, lo empujo contra la pared y lo beso.

—Dios, no podía aguantar un segundo más —dice separándose de mis labios.

—Tampoco yo.

El vuelve a besarme y coloca sus manos en mi cadera. Arranco su camisa y la tiro a alguna parte de la habitación, se deshace de mi vestido de un tirón y besa mi cuello.
Comienzo a caminar hacia la cama, el me sigue, sus manos acarician mi cuerpo y me vuelve loca.

Ambos caemos encima del colchón.

–No —dice, separándose unos centímetros de mi inesperadamente.

—¿No qué?

—Aquí no Char. Muchas chicas han pasado por aquí conmigo o mis amigos, tu no eres una más —sonrío— Vamos a casa.

Busca mi vestido y lo extiende hacia mi dirección. El se vuelve a colocar la camisa sin mucha atención y me arrastra escaleras abajo.
Subimos a su coche y conduce a toda velocidad, yo lo miro divertida.
Llegamos a la casa. El abre la puerta y, una vez dentro, la cierra de un portazo. Nos deshacemos de nuestras prendas al tiempo que subimos las escaleras.

—Lo siento, por ser un idiota —me dice entre besos.

—No quiero estar con Jason. No ha pasado nada con él.

—Lo sé.

© Bajo Las Reglas -𝙅𝙐𝙉𝙂𝙆𝙊𝙊𝙆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora