23. No es solo sexo.

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Capítulo veintitrés.

07.00 am. Día 17.

Me desperté en su cama, e instantáneamente sentí la calidez de sus brazos envolviéndome. Comencé a estirarme, casi por inercia, como todas las mañanas.

—Buenos días, koala.

Mi sonrisa se hizo mas grande. Apoyé mi mano sobre la mejilla para usarla como soporte mientras lo miraba.

—Buenos días, invasor.

—Hace mucho no me llamabas así.

—Supongo que ya no me siento invadida —el sonrió.

Jungkook respiró profundo y tomó coraje para deshacerse de las sábanas, abandonando la burbuja que se había creado entre nosotros y de la que no quería desprenderme.
Tomó su ropa, que se encontraba sobre una de las sillas y luego de vestirse se acercó nuevamente a mi.

—Iré a preparar el desayuno, nena —besó mi cabello y salió de la habitación.

Me levanté de la cama y corrí, realmente, hacia la ducha. No estaba preparada para enfrentar aquel frío.
Una vez limpia, me coloqué el uniforme y recogí mi cabello húmedo en una coleta. Tomé los libros que necesitaría en el día y bajé a la cocina. Jungkook me esperaba con el tazón de cereales con leche sobre la mesa como todas las mañanas.

Minutos más tarde me dejó en la puerta del colegio, tan puntual como siempre, y se despidió de mi con un dulce beso en los labios.

—Que tengas un buen día.

—Gracias, tu igual tonto.

—Te veo a la salida.

—Estaré esperando que sea la hora.

Cerré la puerta del coche y caminé hacia el interior del lugar. En el pasillo me encontré con mis dos mejores amigas.

—Tengo algo que contarles.

—Buen día para ti también —dijo Ally con una sonrisa— ¿Que importancia del uno al diez?

—Diez, definitivamente.

—¿Charlie...? —se preocupó Louise.

—Al baño.

Caminé, o troté, hacia los baños de mujeres con ambas pisando los talones. Cerré la puerta con seguro y abrí todos los cubículos para asegurarme de que no haya nadie más que vaya a escuchar lo que tenia que decir.

—Charlotte, ¿Mataste a alguien? —preguntó Louise sentándose en el lavamanos al igual que Ally. 

—No...

—Cuenta —insistió.

—Lo hice.

—¿Que hiciste?

—Eso, ya saben. Con Jungkook. Lo hice.

La cara de ambas se transfiguró y abrieron los ojos de par en par, saltando del lavamanos para estrecharme en sus brazos.

—Dime que no es broma —pidió Ally.

—No lo es —sonreí, nerviosa.

—¡Por dios! —sin dejar de estrujarme, rieron y repartieron besos por toda mi cara.

—No es para tanto —dije.

Aunque sabía que era para tanto. De la misma manera había reaccionado yo cuando ellas me lo contaron.

—¡Es la noticia más importante que nos has contado en años!

—Creí que había contado muchas cosas importantes —fruncí el ceño.

© Bajo Las Reglas -𝙅𝙐𝙉𝙂𝙆𝙊𝙊𝙆Where stories live. Discover now