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9. Fiebre de sábado por la tarde.

Capítulo nueve.

11.30 am. Día 5.

Abro mis ojos. La cabeza se me parte en dos, y cualquier intento por recordar lo qué pasó ayer solo hace que empeore.  

—Buen día. —dice Jungkook, utilizando su celular, cuando se percata de mis movimientos.

—¿Que haces aquí?

—¿No recuerdas nada?

—Algo.

Bien, veamos, lo último que recuerdo con "claridad" es la pelea con Jas. A medida que fuerzo mi memoria, las imágenes comienzan a proyectarse en mi cabeza una tras otra.

—¡¿Porque mierda estoy en ropa interior?! —me cubro con la sábana y el sonríe.

—Ha sido un buen polvo el de anoche —me guiña un ojo.

—Imbécil.

—Es broma, jamás me aprovecharía de una niña drogada.

El beso.

Nos besamos.

Lo besé.

Besé a Jungkook.

—¿Sucede algo? —niego con la cabeza —iré a buscarte una pastilla y el termómetro para tomarte la temperatura.

—Bien —sale de la habitación y cubro la cara con las manos— maldita sea, maldita sea.

Busco en cada rincón de mi inconsciente los detalles de nuestro apasionado beso. Y comienzo a acalorarme.
Jungkook regresa a mi habitación con un desayuno que ocupaba toda la bandeja que traía entre sus manos. Me sorprende completamente. Nunca nadie me trajo el desayuno a la cama.
Le agradezco y el se encoge de hombros.
Coloca el termómetro debajo de mi brazo y me ordena que me quede quieta. Rodeo los ojos.

—38°C —dice— y medio.

—¿Eso es fiebre?

—Eso es fiebre, niñita. —resoplo, genial.

—Tendré que quedarme en la cama todo el día.

—Como si eso fuese un problema para ti, koala —sonreí sin que me viese.

—Debo ir a ver a Jason.

—Ni lo sueñes, hace frío y está lloviendo.

—Jungkook...

—Charlotte...

—Vive a unas cuadras.

—Tienes fiebre.

—Puedes llevarme, hablo con él y luego me trae en su coche.

—¿Por qué estoy considerándolo?

—Porque eres un buen niñero.

—Tienes fiebre.

—Por favor, di que si.

—Te quiero aquí en menos de una hora.

—¡Gracias!

—Pero primero come algo.

Sé que en realidad no debería recibir órdenes de él, pero también soy consciente de que mis papás están de su lado. Y mientras más rápido termine la discusión más rápido veré a Jas.
Termino de desayunar y me doy una despabilante ducha. ¿El agua fría ayudará a bajar la temperatura, verdad?
Cuando termino, cierro el grifo y  salgo muerta de frío. Si, esa no fue una buena idea.
Salgo del baño, y me visto más rápido que nunca.
Me maquillo un poco, mi cara está increíblemente pálida y tengo unas ojeras enormes.