♕ 25: Inquebrantable. ♕

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Louis mejoró rápidamente.

La magia de Zayn lo sanaba eficazmente, le cerraba sus heridas y le ponía ungüento o mezclas de plantas que calmaban el dolor y aceleraban su proceso de curación. Aún así, no lo dejó levantarse de su cama hasta el siguiente día, solo para asegurarse. Quería que su recuperación fuera total y para ello, supo que un día más en reposo lograría su cometido.

Así que Louis aguardó pacientemente.

Se quedó con Nadine y su madre el resto del día que despertó. Sus hijos revolotearon alrededor de la habitación cuando sus sobrinos aparecieron y jugaron con ellos por toda la alcoba. Le llevaron la cena caliente, su platillo preferido y más tarde, un par de sus sirvientas lo ayudaron a darse un baño de esponja en la cama para que no tuviera que levantarse.

Harry llegó en la noche y le preguntó insistentemente si estaba todo en orden y si había algo que le faltara, cuando Louis se negó y alegó que todo estaba en orden, su esposo se encargó de cambiar y arropar a los niños. No los dejó dormir en sus camas, aún no estaba listo para separarse de ellos, lo cuál ocasionó que Jaekhar se acomodara a sí mismo entre los brazos de Louis para protegerlo. Harry hizo lo propio con Daerys y se durmió inmediatamente cuando tocó la cama, por lo que no hubo espacio para charlas.

Louis suspiró, pero durmió, porque él también se sentía agotado.

Cuando despertó, Harry no estaba en cama, pero las sirvientas ya estaban alistando su desayuno en la mesa de la habitación; los niños se levantaron de un salto al oler la comida. Daerys le dejó un besito en la mejilla a Louis antes de deslizarse fuera de la cama, Jaekhar lo esperó al borde de esta y le tendió la mano. Su primogénito le llegaba a la cintura y apenas estaba aprendiendo a leer, pero aún así ayudó a Louis a caminar lentamente hasta la mesita solo para asegurarse de que llegara ileso.

Louis sintió su pecho crecer del orgullo.

Daerys y Jaekhar hablaron de dragones todo el desayuno, porque al parecer, a Skyler se le había escapado el ligero detalle de haber recibido su dragón cuando tenía cuatro y sus niños eran tan inteligentes, que no tardaron en comprender que probablemente era su turno para tener su propio dragón.

Y bueno, los dragones tardaban años en crecer, sabía la tradición de los Akgon: recibían el huevo de niños, cruzaban a las llamas para que la coraza se calentara y recibiera a las pequeñas crías. Harry le contó sobre eso en su momento, cuando recién lo conoció, más tarde leyó más sobre el tema y comprendía que les tomaría al menos cuatro años a los dragones crecer lo suficiente para ser montados, incluso más. Aún así, Louis lo meditó mientras Jaekhar hablaba de sus ideas para un dragón ideal... lo cuál era imposible, no era como si pudiera elegir cada aspecto de su montura, pero incluso Daerys tenía ya dibujos que le mostró a su padre con cierta insistencia.

Jaekhar quería un dragón oscuro con escamas verdes y garras azules. No entendía cómo... exactamente, pero quería que sus cuernos fueran amarillos. Daerys era un poco menos... fantasioso, o bueno, quería un dragón rosado con motas azules. Ese, o uno amarillo con franjas naranjas... incluso había coloreado el cielo con rayones a su alrededor y se dibujó a sí mismo montado en el lomo de la criatura.

—Mira papi, este eres tu con Sihny más abajo y frareh esta por acá con Reikon. —le mostró Daerys una hoja de pergamino arrugada con sus dibujos.

Jaekhar se giró en su asiento -con la boca y mejillas manchadas de comida- para ver a su hermano con el ceño fruncido.

— ¿Y dónde estoy yo, frath? —preguntó el mayor mientras Louis se acercaba para limpiarle la boca con una servilleta de seda.

Drakhae [l.s]Where stories live. Discover now