Capítulo 22 "¡¿Qué cojones?!"

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Me desperté con un dolor de cabeza horrible. Estire mi mano para buscar el móvil por la mesita de noche, pero no fui capaz de encontrarlo. Entonces me di cuenta de que no estaba en mi cama, lo que implicaba que no estaba en mi casa tampoco. No recordaba nada de la noche anterior por lo que supuse que me encontraba en casa de Lauren, aunque recordaba la habitación un poco diferente.

Entonces estire el brazo para coger el móvil de la mesita de noche donde lo dejaba normalmente antes de ponerme a dormir. Pero no lo encontré, por lo que me giré para mirar que no lo hubiera dejado en la cama y en ese momento la vi. Vi a Lily acostada a mi lado tapada solo por las sabanas, y fue en ese momento en el que me di cuenta de que no estaba en casa de Lauren, ni tampoco en la mía. Sino que estaba en casa de Lily, con la que me había acostado la noche pasada. Aunque me negaba a aceptar que eso fuera verdad. Me negaba a aceptar que me había acostado con Lily cuando aún tenía esperanzas de poder volver con Lauren. Pero después de esto estaba claro que había perdido todas las posibilidades que tenía.

Me levanté rápidamente intentando no despertarla, me vestí y cogí mis cosas. Salí sin hacer ruido de la habitación de Lily y me dirigí al coche que estaba aparcado. Subí y empecé a conducir sin rumbo fijo. Solo quería estar solo un rato. No quería ver a nadie, tenía que aceptar que acababa de perder para siempre a Lauren. Toda posibilidad de tenerla de nuevo entre mis brazos o de poder besarla otra vez se había esfumado. Y todo por salir anoche y beber más de lo que debería.

Aparque el coche, salí y empecé a andar, hacia frio. En un par de semanas íbamos a entrar a diciembre y el frio empezaba a ser más que notable. No creía que tardara mucho en caer la primera nevada. Hacia frio, pero no tenía ninguna intención de volver a casa y de que Ashton me hiciera un interrogatorio exhaustivo de donde pase la noche y con quien. Y menos de escuchar su bronca cuando le dijera que la había pasado con su mejor amiga.

De pronto la zona en la que andaba empezó a sonarme, había ese árbol en donde había besado más de una vez a Lauren cuando la acompañaba a su casa; y ese parque donde habíamos pasado innumerables horas juntos haciendo nada… Si, toda la zona me recordaba a ella y eso era ella vivía a solo cinco minutos a pie de donde me encontraba ahora. Inconscientemente había llegado hasta aquí. Y supongo que eso era causado por la culpabilidad que tenía a dentro. Tenía que contarle yo a Lauren lo que había pasado, necesitaba que se enterara por mí de lo que había pasado.

Estaba ya enfrente de su casa, necesitaba decírselo y sacarme la culpabilidad de encima. Solo podía pensar en que si ella lo sabía no la habría engañado, aunque en el fondo sabía que eso no era verdad, tenía la esperanza de sentirme mejor después de contárselo.

Llamé al timbre temblando, no sabía si era porque realmente hacia tanto frio o es que el hecho de tener que decirle al amor de mi vida que me había acostado con otra y perderla, porque tenía asumido que eso era lo que iba a pasar, me asustaba realmente. Como nadie respondía volví a llamar una segunda vez y una tercera… Pero nadie respondía, al final, cansado de esperar a que alguien apareciera por la puerta cabiendo la posibilidad de que no hubiera nadie en la casa, decidí irme. Estaba abriendo ya la puerta del jardín cuando oí una puerta abrirse detrás de mí.

“¿Quién es?” oí la voz de Lauren asustada. Yo me giré para mirarla y que viera que era yo.

“Soy yo, Mike” le dije mientras me acercaba a ella.

“¿Mike? ¿Qué quieres?” me preguntó mientras notaba como se le rompía la voz.

“¿Podemos hablar?” le pregunté cuando llegue delante de él.

“Mike son las cinco de la mañana, ¿no podemos hablar mañana?” me preguntó ella.

“No, necesito hablar contigo, ahora…” le respondí remarcando el ahora.

inhale » ashton irwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora