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Capítulo 50 "Y por favor, llámame Ash"

"¿Otra vez tarde?" oí que preguntaban a mi espalda mientras salía a toda prisa de mi casa para llegar a tiempo al metro.

"¿Qué haces aquí?" le pregunté girándome para encontrármelo apoyado en la moto con un cigarro y un café del Starbucks. Él le dio un sorbo a su café, lo dejo en el asiento de la moto al lado de otro café antes de levantarse y venir hacia mí.

"Aunque estéis enfadados con Mike, el sigue preocupándose por ti y me pidió que te llevara a la universidad. Por cierto, que mal educado soy. Me llamo Ash, un placer Katherine" me dijo él.

"¿Pero qué? ¿Se puede saber que estás haciendo?" le pregunté mientras intentaba irme. "Ashton, para voy a llegar tarde."

"Ángel, te acabo de decir que te llevo a la universidad. Y por favor, llámame Ash" me dijo él antes de darle otra calada al cigarro.

"Ash, ¿se puede saber qué te pasa?" le dije enfatizando el Ash. "¿Se puede saber que te has tomado hoy antes de venir aquí?"

"Nada, ya te lo dije el otro día, quiero empezar de nuevo. Puedes dejar de ser tan arisca y seguirme la corriente" me dijo él.

"Pero no lo entiendo, ¿por qué?"

"Porque quiero ganarte" dijo bajando la mirada. "¿Café?" dijo cogiendo otro baso que tenía en la moto y tendiéndomelo, yo lo cogí y seguidamente él se apoyó en la moto.

"Entonces, ¿no más malos royos?" le pregunté.

"No más malos rollos Kath. Y ahora siéntate" dijo señalando a su lado un hueco en la moto.

"Entonces, ¿quieres que te llame Ash?" pregunté sorprendida porque según tenía entendido él odiaba que lo llamaran así.

"Si, ¿porque no?" dijo él levantando los hombros.

"No sé, según tenía entendido no te gusta que te llamen Ash" dije.

"Y sigue sin gustarme" respondió.

"¿Entonces?"

"Ángel, tu eres especial. Deberías saberlo ya" dijo mientras le daba otro sorbo a su café.

"¿Por qué me llamas ángel?" le pregunté.

"Hoy estas muy preguntona" dijo él riéndose.

"Perdona que encuentre raro que de un día a otro hayas cambiado completamente" le acusé.

"Eh, no te enfades. Te lo decía en plan bien" dijo él mientras yo le daba un pequeño sorbo al café. "Simplemente te considero mi ángel. Eres capaz de meterme en la oscuridad más profunda, cuando desapareciste, y sacarme de ella, cuando volviste. Pero si te molesta dejo de llamarte así."

"No, no te preocupes" le dije sonriendo. Estuvimos unos minutos más los dos en silencio mirando a la nada mientras nos bebíamos nuestros cafés. Pero se tenía que decir que no se trataba de un silencio incomodo sino que simplemente estaba a gusto así con él.

"Es hora de irse" dijo levantándose de la moto. "Si no vas a llegar tarde. Y no queremos eso, ¿verdad?" me dijo mandándome con una mirada de complicidad. Sabía que en el fondo él deseaba que le dijera que por un día no pasaba nada y yo también deseaba decírselo pero no fue así.

"No, no lo queremos" acabé diciendo mientras me levantaba de la moto para dejarlo sentarse y yo me senté detrás de él.

"Cógete bien" dijo él cuando estuvimos ya sentados, yo obedecí sus órdenes y segundos después estábamos circulando a gran velocidad por Londres en dirección a la universidad.

"Gracias" le dije bajando de la moto cuando aparco delante de la universidad.

"De nada" dijo él. "Por cierto si ves a Wesley dile que luego la llamo que tengo que hablar con ella."