𝟐- 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠 𝐄𝐯𝐞: 𝑁𝑜 𝑇𝑜𝑚𝑜𝑟𝑟𝑜𝑤.

Capítulo 2

Si Dennis Cradle se sorprende al ver a Eve cuando ella lo recoge de su casa, lo oculta bastante bien. El automóvil es un VW Golf de ocho años del MI6, que huele a ambientador rancio, y Cradle toma su lugar en el asiento del copiloto sin decir una palabra. Mientras se alejan, Eve enciende Radio 4 Today y ambos fingen escucharla.

Cradle permanece en silencio durante el viaje hacia Dever. Inicialmente, Eve lee esto como un intento desesperado de ejercer algún tipo de autoridad, dado que cuando trabajaba en el MI5 él era considerablemente mayor que ella. Y luego una interpretación más oscura de sus modales la golpea. No dice nada porque sabe exactamente lo que ella está haciendo aquí, y también la organización para la que trabaja.

En cuyo caso, ¿cuánto más saben sobre ella? ¿Y para el caso de Niko?. Al pensar que su esposo podría ser objeto de vigilancia hostil, y posiblemente peor, Eve siente una culpa retorcida y agonizante. No hay forma de evitar el hecho de que ella ha provocado esta situación. Richard habría entendido si hubiera decidido renunciar después de que Simon Mortimer fuera asesinado en Shanghai; de hecho, él la animó a hacerlo. Pero ella no puede y no quiere, dejarla ir.

En parte, es el deseo de obtener respuestas. ¿Quién es la mujer sin nombre que ha tallado un camino tan sangriento a través de las tierras oscuras del mundo de  inteligencia? ¿Quiénes son sus empleadores, qué quieren y cómo han logrado algo tan aterrador? ¿El poder y alcance?. El misterio, y la mujer en el corazón del misterio, le hablan a una parte de Eve que nunca ha explorado realmente. ¿Podría ella misma ser transformada en alguien que actúa como su objetivo? ¿Quién mata sin piedad ni lastima?. Y si es así, ¿qué se necesitaría?.

El tráfico es pesado saliendo de Londres, pero Eve puede recuperar el tiempo en la autopista, y es justo después de las nueve menos cuarto cuando toma la vía de acceso señalizada "Works Access Only". El camino conduce a través de bosques dispersos a un conjunto de puertas de acero dentro de una valla de alambrada alta rematada con alambre de púas. Frente a la puerta hay una caseta de vigilancia, donde un cuerpo de policía militar armado revisa el pase de seguridad de Eve antes de guiarla hacia el grupo de edificios bajos de ladrillo manchados por el clima que comprenden la antigua estación de investigación del gobierno. Mientras Eve conduce al estacionamiento, ve media docena de figuras con chamarras y pants deportivos corriendo por el perímetro cercado. Otros, portando armas automáticas paseando entre los edificios en ruinas.

En el bloque de recepción, Eve y Cradle se encuentran con un soldado del Escuadrón E, la unidad de las Fuerzas Especiales con base en el campamento. Echando un vistazo al pase de Eve, les hace señas para que lo sigan. La sala de entrevistas está al final de un corredor subterráneo iluminado. Está mínimamente amueblado y no hay cámaras CCT'V en evidencia. Una mesa de caballete contiene un hervidor de agua eléctrico, una botella medio llena de agua mineral, dos tazas manchadas, un paquete de galletas y una caja con bolsas de té, bolsitas de azúcar y polvo.

-¿Quieres que te sirva algo?.- pregunta Cradle secamente, acercándose a la mesa de caballete.

-Lo que sea.- dice Eve, sentándose en una silla de plástico polvorienta. -No tengo tiempo que perder aquí, y tú tampoco.

-¿Estamos siendo observados? ¿Oídos? ¿Grabados?.

-Estoy segura de que no.

-Supongo que eso tendrá que.... Cristo, estas galletas deben tener seis meses.

-Reglas básicas.- dice Eve.
-Si me mientes, me prevaricas o me fastidias, olvídate del trato.

-Suficientemente justo.- él vierte el agua mineral en la tetera. -¿Leche, una cucharada de azúcar?.

-¿Entiendes lo que te acabo de decir?.

-Señora Polastri. Eve. He estado realizando sesiones de preguntas tácticas durante más de una década. Conozco las reglas.