Capítulo 7

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El aguacero salpica contra la ventana del airbus mientras se dirige a la pista de aterrizaje. Una azafata con el pelo sobre-blanqueado está dando una demostración apática de seguridad, la música sube y baja en volumen.

—Conozco el hotel— dice Lance—.Está en Prospekt Mira y es absolutamente enorme. Probablemente el más grande de Rusia.

—¿Te parece que sirven bebidas en este vuelo?

—Eve, es una aerolínea rusa, relájate.

—Lo siento, Lance, he tenido  un par de días de mierda. Creo que Niko podría dejarme.

—Eso es malo, ¿No?

—Eso es malo. Venecia era bastante complicada; esta vez ni siquiera puedo decirle a dónde voy. Él se asustaría totalmente si lo supiera. Y aunque él sabe que tú y yo somos absolutamente, tú sabes...

—¿Compañeros de trabajo?

—Sí, aunque él sabe eso,  todavía cree que voy a donde sea que vaya con algún otro tipo.

—¿Le dijiste que iba a venir?

—Sé que no debí haberlo hecho. Pero mejor que no decir nada, o mentir, y luego descubrirlo.

Lance mira al pasajero a su izquierda, una figura de cabeza redonda con una chaqueta voluminosa en los colores negro y rojo del FC Spartak Moscú, y se encoje de hombros.

—No hay respuesta. Mi ex- esposa odiaba que nunca hablara con ella acerca de mi trabajo, pero ¿Qué puedes hacer? A ella le gustaba el chisme con sus amigas, y con un par de copas dentro de ella se ponía muy habladora. Hay parejas que viven mejor que otras, pero eso es todo.

Eve asiente con la cabeza, y desearía no haberlo hecho. Se siente colgada, privada de sueño y emocionalmente frágil. Ella y Niko estuvieron despiertos hasta casi las 3 a.m., bebiendo vino que ninguno de ellos tenía ganas de beber, y diciendo cosas que no se podían dejar de decir.Finalmente ella anunció que tenía la intención de ir a la cama, y Niko insistió con determinación herida en dormir en el sofá.

—No te sorprendas si no estoy aquí cuando vuelvas de donde quiera que vayas— dijo Niko apoyándose sobre las muletas.

—¿A dónde irás?

—¿Por qué? ¿Qué diferencia hace eso?

—Sólo pregunto.

—No. Si no tengo derecho a conocer tus movimientos, no tienes derecho a conocer los míos, ¿de acuerdo?

—Ok.

Ella le trajo mantas. Sentado en el sofá con la cabeza inclinada y las muletas a su lado parecía perdido, un desplazado en su propia casa. Le dolió a Eve verlo así, tan lleno de dolor, pero alguna parte fría y pensante de ella sabía que esta batalla tenía que ser peleada y ganada. Que ella dando marcha atrás fue una alternativa que nunca consideró.

—¿Cuánto dura este
vuelo?— le pregunta a Lance.

—Unas tres horas y media.

—El vodka es bueno para la resaca, ¿No?

—Probado y confirmado.

El hotel, como ha descrito Lance, es vasto. El vestíbulo es del tamaño de una estación ferroviaria, su extensión en pilares de color rojo es funcional y  reminiscente de alto Sovietismo.

Sus habitaciones de veintidós pisos son monótonas, con mobiliario desgastado, pero las vistas son espectaculares. Frente a la ventana de Eve, en el otro lado de Prospekt Mira, está el complejo de ornamentos pabellones, pasarelas, jardines y el complejo de edificios que comprende el antiguo centro de exposiciones de toda Rusia. A la distancia todavía tiene un glamour que se desvanece, especialmente bajo el cielo de octubre de color azul esmalte.

𝟐- 𝐊𝐢𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠 𝐄𝐯𝐞: 𝑁𝑜 𝑇𝑜𝑚𝑜𝑟𝑟𝑜𝑤. Where stories live. Discover now