♡︎ 05 ♡︎

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-¡Wuu! Ya terminé. -dijo con orgullo, poniendo sus manos en su cadera con esa sonrisa victoriosa que adornaba su rostro.

-Solo con la ropa, aún te faltan esas maletas. -comentó la ojiverde al señalar las maletas y cajas restantes que estaban a un lado. Ella estaba acostada en la cama, dejando su cabeza colgar del borde.

-¡Agh! -se sujetó la cabeza, estirando unos cuantos de sus mechones rubios sin hacerse daño.

-Eres muy dramático, pareces más mujer que yo. -insinuó.

-Y tú más hombre que yo por tú actitud.

-Si, bueno, no me importa. -sonrió de manera forzada, mostrando sus dientes blancos.

El rubio tomó una maleta y la acostó en el piso, abriendo la bragueta para sacar lo que le faltaba, eran solamente cosas de tocador, loción, crema, entre otras cosas.

-Aprovechando -habló el rubio-. ¿Qué querías decirme?

-¿Qué? -preguntó confundida, pensado por unos segundos-, ¡Oh! Cierto, ven, toma asiento. -se enderezó, sentándose correctamente en la cama.

-Tengo que desempacar, solamente dímelo y ya. -sacó unas cosas de su maleta y las fué acomodando de poco en poco en el tocador de la castaña.

-Está bien... -rodó los ojos con lentitud, paseando su vista por las esquinas de las paredes al frente de ella-. Bien... Amm...

-¿Podrías darte prisa? -pidió el rubio.

-Bien, bien. Mira, en el colegio es muy probable que estemos en la misma aula, entonces me gustaría pedirte que tengas discreción.

-¿A qué te refieres?

-Si, no quiero que se enteren que estamos comprometidos, que dormimos en la misma habitación y esas cosas.

-Bien, tampoco planeaba decírselo a alguien.

-Cuando lleguemos y nos vayamos quiero que estemos un poco distanciados, no quiero que mis amigas nos vean juntos y comiencen a armar un caos.

-Ok. -pronunció sin importarle.

-Y espero que te comportes como es debido. -el rubio se quedó quieto.

-¿A qué te refieres con eso?

-Bueno, has estado estudiando en casa, no quiero que te tomes ciertos libertinajes y luego empiecen a llamarte la atención y que de alguna manera me pases arrastrando en tus asuntos.

-Ah, eso, si, no te preocupes. -dijo sin importarle.

-Y no puedes fumar ni drogarte, al menos no allá en el colegio. -Anthony abrió los ojos.

-¿Por qué me dices eso?

-No soy estúpida. -rodó los ojos.

-¿Revisaste mis cosas anoche?

-No. Pero el olor de tu ropa es de tabaco y esta cajita se quedó sobre el sofá esta mañana. -sacó de debajo de su almohada una caja pequeña de metal.

Anthony se levantó y arrebató bruscamente de sus manos esa cajita, guardandola en los bolsillos de su pantalón.

-¿Por qué la tenías escondida debajo de tú almohada? -cuestionó un poco molesto.

-Si tú padre entraba a la habitación y veía que estaba ahí a la vista, obviamente te hubiera matado. -comentó.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Porque nunca me mencionó que te drogabas, solo que fumabas de vez en cuando, aunque al parecer lo haces cada que no te ve. -Respondió.

-¿Y? ¿Tú no tienes gustos culposos? -Preguntó el rubio intentado contra atacar.

♡︎ Love Dust ♡︎ [𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍 𝒅𝒖𝒔𝒕 (𝑨𝒏𝒕𝒉𝒐𝒏𝒚) × 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora