♡︎ Love Dust ♡︎ [𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍 𝒅𝒖𝒔𝒕 (𝑨𝒏𝒕𝒉𝒐𝒏𝒚) × 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]

♡︎ 21 ♡︎

꧁ 𝑬𝒍 𝒇𝒊𝒄 𝒂𝒏𝒅𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒏𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒐 𝒕𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐. ꧂
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Parecía como si fuese ayer.

Aún entre sueños re vivía involuntariamente el asesinato más infantil que había cometido, algo de lo que en ocasiones se arrepentía, aunque siendo sincera, solo era incomodidad con la que podía vivir, pues arrepentimiento total no era y ni será.

De lo que si se arrepentía era la manera en la que había dejado su lugar natal. El pueblo que la vió crecer.
Podía ver ahora mismo esa niña que corría entre la gente hasta llegar a la casa que a sus ojos pequeños era un castillo. Las cosas cambian muy repentinamente, cuando menos lo notas, el jarabe viscoso que tienes en las manos de la nada se convierte en sangre espesa.

Odiaba el hecho de haberse ido dejando una mala imagen a ojos de su amiga, una imagen de mentirosa asesina, pues al final de cuentas, a pesar de haber planeado todo, ella se enteró de quien realmente eran, que hizo Vaggie para merecer ese final y a manos de quien quedó su vida. No sabe con certeza si en verdad Anthony le reveló todo a Charlotte antes de irse, pero eso fue lo que le dijeron al despertar.
De ser verdad, solo esperaba que Charlie la perdonara algún día. Aunque probablemente eso era imposible.

Pues Charlie había muerto hace un año y medio junto con la gran mayoría del pueblo.

Los tiempos que estaban viviendo actualmente no eran los mejores para muchos, para ellos eran excelentes, pues esta masacre había logrado que el negocio no solo fuera distribución de drogas, ahora recibían pagos por matar gente si así lo ordenaban.
Ella muy pocas veces participaba en estos negocios, pues en algunas ocasiones, cuando tenía a la persona de rodillas frente a ella pensaba en Charlie y en que tal vez de esa manera la mataron, suplicando y llorando desesperada. Con eso en su mente no pensaba matar, al menos no por un tiempo.

—Oye, ya es tarde, levántate. —Le dió un par de palmadas, haciendole regresar al presente y recordándole que ese pasado ha quedado 4 años atrás.

—Mierda, no, aún no me quiero levantar. —Se dió vuelta, dándole la espalda al rubio.

—Tenemos cosas que hacer hoy, vamos. —Insistió, moviéndola del hombro.

—Es verdad —se quejó en voz alta—, ya voy. —Se levantó con lentitud, acoplando su vista al entorno.

En sus sueños aún vivía en ese cuarto de alfombrado morado con muebles negros y ropa colorida, ahora vivía en una habitación de paredes de madera oscura, muebles color vino y ropa casi igual.
Aunque no servía de mucho tener bastante ropa si de igual manera en ciertas ocasiones amanecía sin algunas prendas.

—Te espero en la cocina ¿Si? —La castaña asintió y correspondió el beso dulce que le dió el rubio. A pesar de desearse la muerte hace unos años y de todos los malos ratos que tuvieron, terminaron siendo novios después de tener “sexo accidental”. Ahora estaban a unos meses de cumplir dos años de ser pareja.

El chico de gargantilla negra salió de la habitación en silencio, dejando a la chica sola mientras aún pensaba en lo rápido que pasa el tiempo.
Ahora tenía 21 años, esa vida tranquila que conoció en Noruega parecía solo una ilusión, ahora solo había sufrimiento en ese país a manos de gente mil veces peor que ellos, gente a la que le tenían miedo a pesar de no ser el tipo de personas que buscaban. La vida en New York no era mejor que Noruega si las comparas, en ambos lados corrían riesgos, pero en la zona en la que se encontraban podían estar un poco más tranquilos.