Capítulo 18.-La esperanza.

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-Papá, cuéntame otra vez esa historia tan bonita del héroe justiciero.

-Ah, claro, León. Pues bien, el héroe justiciero era el mejor latino, un ejemplo para todos, pues era de los pocos que se atrevían a dar la cara en nombre de los que sufrían, y eso no le gustaba a los tiranos. El héroe justiciero, un hombre de verdad, dio su vida por los ideales de justicia e igualdad.

-¿Por qué no le pudo ganar a los malos, papá?

-Los buenos no siempre están destinados a ganar, aparte, los héroes deben morir para ser eso: héroes. (O espíritus heroicos en este caso xd) Él luchaba por un mundo mejor, donde todos fuéramos iguales, donde no hubiera gente con hambre, no hubiera madres llorando por sus hijos. Era el mejor de los hombres, y nunca tenía miedo, ni siquiera cuando perdió tuvo miedo, e incluso llamó cobarde al hombre que le quitó la vida.

-El héroe justiciero...

-Sí. Yo quería ser un héroe justiciero, pero también perdí. -Mi padre se cubrió el brazo, ya que ahí tenía una cicatriz en ella y otra en el pecho, aunque nunca me ha dicho cómo se las hizo.

-Hum...ya sé. -Dije, animado. -¡Yo seré un héroe justiciero y ganaré, ganaré por ti, papá! -Sonreí.

-Ojalá... -Mi padre me abrazó, yo respondí. Y fue ahí, escuchando una y otra vez la historia del héroe justiciero fue que me decidí a ser uno, incluso mejor.

Luchar contra los malos, ser una persona a la que la gente amara, incluso protegiera, ganar batallas, liderar causas.

En la primaria a uno de niño le dicen qué es lo que quiere ser de grande. Algunos dicen "quiero ser bombero" "quiero ser astronauta" "quiero ser policía" "quiero ser profesor"...¿y qué era lo que yo respondía?

-¡Yo quiero ser un héroe justiciero!

A algunas maestras les daba gracia, pues nunca habían escuchado algo así. A otras, a las más reaccionarias, les horrorizaba escuchar esas palabras, incluso hablaron con mi padre, pero él respondía que eran "sueños de niños". Pero...siempre he crecido con la idea de ser un héroe justiciero, uno que lidera causas justas, acaba con los malos y se alza con la victoria de un mundo mejor...

¿Son sueños de un niño o los anhelos de un adulto?

***

Despertaba con la calma de que habíamos mandado la prórroga al director, que, a su vez, la mandaría al departamento adecuado para que la analizaran.

Me sentía con bastante más calma eso representaba que las cosas iban a mejor, ya no estábamos asustados de que nos fuéramos a decir adiós tan pronto.

Aunque claro, aun había que platicarlo con la familia de Arturia, ya que ellos no tenían conocimiento de que ella se quería quedar otros seis meses en el país, y eso era un detalle importantísimo, pues de ahí dependía la permanencia de Arturia además de la prórroga.

Aun así, teníamos la esperanza, la veíamos y casi la visualizábamos, de ahí que nos tranquilizara un poco ese aspecto. Por lo mientras, buscábamos trabajo, así no fuera juntos, pero conseguirlo era prioridad.

Quizá como mesero me desenvolvería bien, aunque no tenía que descuidar la escuela o, de lo contrario, no podría irme de intercambio a Inglaterra, así como lo deseaba para poder estar otros seis meses con Arturia, aunque ahora ella en su tierra natal y yo en un pedazo más de tierra.

No podíamos tener fallas, y era seguro que no las hubiera, nos quedaba todavía esperar a la prórroga, incluso el director la había mandado como un asunto urgente y prioritario para que fuera más rápida la respuesta.

Fate: Real Love (ShirouxArturia/Saber)Where stories live. Discover now