Capítulo 5.-Salida grupal.

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Llovía de forma intensa en la selva colombiana, yo apuntaba con mi rifle, esperando un convoy de soldados con suministros que seguramente pondrían en jaque a nuestros aliados más al oriente.

Camilo tenía una ametralladora cargada y lista para disparar, esperábamos órdenes de nuestros altos mandos. Lo que tendría que hacer era dispararle al chofer del camión que llevaba esos suministros y refuerzos.

Si fallaba, al menos poncharle las llantas que tuviera a la vista serviría. Nos encontrábamos escondidos frente a la carretera en un puesto relativamente alto.

Quizá lanzar granadas debajo del camión era lo ideal, pero de eso se encargarían los demás, no nosotros.

-Camilito, debes disparar a objetivos, no a lo idiota, ¿Quieres?

-Bueno, Archer, el objetivo de la misión depende de ti, en realidad.

-Supongo que tienes razón...más presión necesaria. –Suspiré. Llegaron por radio las órdenes de iniciar el ataque, yo fumaba un puro, tirándolo al suelo a pesar de que le faltaba todavía a la mitad.

Lo poco que acepto del pago como guerrillero lo uso para comprarme puros. Me sequé un poco la barba, apuntando con mi rifle a lo que era el camión.

-Contado la dirección del viento, la caída de la bala...pan comido. –Disparé de forma certera, no viendo ni donde le había disparado al conductor al salpicarse todo el vidrio de sangre.

Camilo disparó apresuradamente de forma táctica, siendo ráfagas cortas, abatiendo a cuanto soldado saliera del camión a tratar de combatir. Yo disparé a uno que quedaba al descubierto, volándole una parte de la cabeza. Mis compañeros lanzaron granadas, pues había dado el aviso segundos antes del inicio del primer disparo.

Eso causó que el camión se volteara, por lo que Camilo disparó de nuevo su ametralladora, acabando con los pocos que habían sobrevivido.

-Archer, Camilo, bajen de inmediato a recoger heridos y prisioneros, aparte de ver qué podemos robar de ese cargamento.

-No era el plan inicial, pero tenemos tiempo.

Corrimos a ver qué había quedado aparte de humo y cenizas. Varios soldados estaban heridos, Camilo y yo los llevamos lejos del fuego y del rango de explosión en caso de que el camión lo hiciera. Los dos médicos llegaron, encargándose de ellos.

Para sustraer las cosas del camión nos apresuramos, pues no se debían mojar. Suerte que la lluvia era lo suficientemente pesada para que las llamas no se alzaran tanto.

Había una pequeña caja de puros que me metí en la camisa sin pensarlo, aparte de enlatados, balas, lo que más me fuera útil. Era un "agarren lo que puedan".

Teniendo todo capturado, los heridos que sobrevivieron bajo control y la misión hecha, nos retiramos selva a dentro, dirigiéndonos al sureste para así contactar con otra célula de las FARC.

Saqué la caja de puros, dándome cuenta que eran habanos Cohiba.

-Uhh, de los que le gustaban al Che Guevara.

-Oye, dame uno. –Me pidió Camilo.

-Claro que sí, Camilito. Esto no es nada más mío, es de todos y le daré a quien me pida...aunque mientras menos sepan que tengo habanos, mejor para mí. –Nos soltamos a reír.

-Dame fuego. –Pidió, yo saqué mi zippo, cubriendo la llama con mis manos para así prender el puro de Camilo, haciendo lo propio con el mío, claro.

Ambos caminábamos por la sierra después de una victoria más. Chocamos puños, pues más felices no podíamos estar al ser parte ya segura del camino del héroe justiciero.

Fate: Real Love (ShirouxArturia/Saber)Where stories live. Discover now