Capítulo 8.-Bailes.

273 27 5
                                    

Tenía mi rifle en mi espalda y dirigía a los exploradores de mi Guerrilla. Teníamos por objetivo sabotear una línea de suministros, y de ahí a atacar otro puesto carretero. Los asaltos a la ciudad aún debían esperar.

En esos meses que tenía en las FARC, ya llevaba más de veinte personas asesinadas bajo mi propia mano. Es el precio de la resistencia, claro, pues he tenido suerte y no me han hecho más que ese rasguño en el brazo. De todos modos, debo ser cauteloso si no quiero que me maten, así como a Camilo.

Era un día que llovía tranquilamente, las pequeñas gotitas apenas se notaban, pareciendo similar a nieve muy fina, mi boina verde con una estrella roja me cubría gran parte de las gotas de agua, evitando que las mismas entraran a mis ojos.

La línea de suministros era en plena maldita selva, por lo que me andaba con mucho cuidado. En ciertas partes de la sierra la neblina empeoraba, así que mejor andarnos con cuidado, pues ese era el lugar ideal de una emboscada.

Veíamos a lo lejos el camino que era usado para transportar suministros hacía la parte más alta. De ahí, coloqué mi rodilla derecha en el suelo, apuntando en la lejanía a ver si, de casualidad, detectaba a algún guardia. Se veían a dos soldados conversando, pero podían ser una trampa.

Con lo demás, seguimos avanzando apresuradamente, ahora ya sabíamos a donde atacar, sería como cortar una vena del enemigo, la misión era sumamente importante. Mi segundo al mando me tomó del hombro, deteniéndome.

-¿Estás seguro? Ellos son dos y nosotros somos una Escuadra (12 unidades), puede que sea una trampa

-Las órdenes son ir y acabar con ellos. Siempre hemos estado en desventaja numérica.

-¿Qué tal si yo me encargo, Archer? No es por ser...tú sabes, pero me da una cierta desconfianza que un niño sea quien...

-Si me pusieron al mando fue por algo, Aldama. ¿Crees que a mí no me da desconfianza? Si lo arruino, seré un soldado de nuevo. -Tragué saliva, suspirando pesadamente. -Sólo vamos.

Caminamos un poco más, acercándonos sigilosamente a las cercanías de la línea. Veíamos varias carabinas estacionadas, lo que nos hizo ponernos bien activos.

Me detuve un segundo para pensar, el campamento es éste, los dos de allá vigilan que nadie se acerque. Vaya que son estúpidos. Suspiré pesado, regresando por el camino, ya tenía una idea de qué hacer.

Repté apresuradamente, tratando de que no me vieran los que estaban arriba. Una vez encontrándome en donde tenía mí mejor punto, le quité el seguro a mi rifle, apuntando a los dos idiotas que "vigilaban". Vi mi hombrera con la bandera de Colombia, sonreí recordando que luchaba por un país extranjero, lo que ni siquiera me molestaba. Allá donde se cometa una injusticia, yo me encontraré dispuesto a luchar y morir por su liberación.

No me fue muy difícil acabar con los idiotas, disparé dos veces de forma casi seguida. Más personas que había asesinado.

Escuché disparos en la zona de las carabinas, así que saqué mi pistola para correr directamente con mis compañeros, los cuales seguramente ya iniciaron el tiroteo.

Justo como lo esperaba, los míos disparaban a las ventanas y a las carabinas, no teníamos granadas, pero una ametralladora que cargábamos fue suficiente para destrozar una de las campers.

-¡Rebeldes!

-¡Disparen!

Algunos soldados que salían de las carabinas morían abatidos, pues no tenían ni la menor idea de donde les llegaban los disparos. Sonreí, la batalla fue bastante fácil. Corrí para tomar cobertura en las carabinas, apuntando con mi pistola, disparando en el lugar donde se escondían las ratas.

Fate: Real Love (ShirouxArturia/Saber)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora