Capítulo 16.-Amor, amor, y más amor.

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Leía el periódico para saber un poco más de qué sucedía en el país por el cual luchaba, cuestionándome demasiado acerca de qué clase de lucha ejercía en ese preciso momento.

"Seis muertos y decenas de heridos civiles deja un tanque de gas usado por las FARC-EP en un ataque terrorista contra una estación de policía".

Llevaba más de dos meses sin dejar de leer esa clase de noticias, al principio fui bastante revisionista y me negaba a aceptar esas cosas, las acusaciones sobre tráfico de droga que nos imputaban...hasta que fui testigo en primera fila de ello.

Veía las imágenes, rostros llenos de sangre, veía mucho dolor, madres llorando por sus hijos, hijos llorando a sus familias, me era tan desgarrador y funesto ver algo así.

Yo jamás deseé una situación parecida cuando me decidí que me uniría a las FARC, era todo lo contrario, yo me veía siendo recibido por los civiles, deseosos de llegar a sus calles, a sus barrios, a sus ciudades. Y, en vez de eso, me topo con miedo, odio y repugnancia, lo cual me dolía, ya que, más que un héroe justiciero, era un asesino a sueldo.

Por primera vez en todo lo que llevaba en la lucha armada me pregunté por el valor de las vidas que había quitado, ¿qué es lo que había dado a las familias cuyos padres e hijos asesiné realmente a sangre fría?

Noté que había estado cegado, convencido de la causa por la que luchaba, lo que hacía y me jactaba de haberlo hecho. Ahora...ahora me sentía arrepentido, traicionado, culpable.

No pude más con ese sentimiento que duró varias semanas, luchaba en el frente, pero disparaba a herir, no a matar como lo hacía antes, ya no quería dirigir mi Guerrilla, ya no quería hacer nada, realmente.

Ahora ya cobraba el "salario" y no lo repartía entre mi tropa, lo cual, claro, les causó curiosidad. Dije que mi madre había caído enferma, y necesitaba una operación, de ahí que juntara el dinero.

Cuando tuve lo necesario para ejecutar mi plan, fui y compré un pasaporte falso, al fin y al cabo, las FARC ya me habían dado un montón de ellos, tenía el dinero para marchar de regreso a mi país.

Fui a la tienda de campaña de mi comandante, respiraba rápido, y me sentía muy nervioso.

-Señor, ¿se puede? –Dije, estando en la entrada de la misma.

-Pasa, Archer, ¿Qué se te ofrece?

-Señor...deseo desertar.

-¿Desertar?...

-Sé que suena extraño viniendo de mí pero...mi madre está muy enferma, no me gustaría que ella se fuera y su único hijo no estuviera a su lado.

-La familia es un estorbo para el revolucionario... nunca dejará de dar este tipo de problemas. Sin embargo, la familia siempre será la familia, naturalmente. Ve, Archer...espero verte de nuevo si todo sale bien con tu madre.

Pude ver en los ojos del comandante que sabía que no iba a regresar, aunque no importaba, nadie estaba obligado a quedarse, pero sí obligado a guardar silencio o sería buscado y ejecutado como traidor.

Compré algunas cosas para el viaje, como si fuera un turista, pues el pasaporte falso era japones, como debía ser. Reconozco que me moría de miedo, me había quitado la barba y cambiado el peinado, además de maquillarme unos lunares y usar pupilentes para guardar apariencias con Shirou Emiya.

Llegué a Colombia queriendo ser un héroe justiciero, y me marchaba como un asesino, traficante, secuestrador y terrorista...los sueños de revoluciones que no pude cumplir, por lo que Camilo había muerto, todo fue por nada.

Fate: Real Love (ShirouxArturia/Saber)On viuen les histories. Descobreix ara