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Haz lo que debas hacer.

JungKook suspiró por tercera vez desde que TaeHyung abandonó el lugar dejándole un mal sabor de boca, por un momento quizo detenerlo, pedirle que se quede como siempre lo había hecho pero en esa ocasión de verdad quería estar solo para pensar muy bien lo que haría. El castaño le había confesado la verdad, y aunque no fue toda era una gran parte.

Observo los alrededores del lugar navegando en el mar de pensamientos que tenía, deseaba saber de su pasado, y ahora que justamente lo tenía todo frente a él no sabía exactamente como actuar, se sentía como una ave atrapada en alguna clase de ilusión cruel.

“¿De verdad amó a TaeHyung o sólo estoy agradecido?” Sacudió su cabeza tratando de olvidar esa interrogante que desde hace unos minutos rondaba sobre él. Estaba completamente solo, ya que recordó que JiMin no lo vería ni en pintura y no quería molestar a sus mayores con preguntas, pero no tenía tiempo para lamentarse de ello.

Con rapidez abandonó el lugar en busca de Lisa o YoonGi, un nudo en su garganta no lo dejaba respirar con normalidad, la presión que sentía en esos momentos era abrumadoramente. Nunca imagino dudar de sus sentimientos por el purasangre.

Al divisar a la rubia no lo dudo ni un poco en detenerla cuando esta probablemente se dirigía donde estaban los demás para brindar su apoyo, se sentía como un egoísta sin remedio pero en verdad necesitaba de la compañia de alguien para tranquilizarse. La aludida pasó su vista por todo el palinegro confundida por su actuar.

—No puedes estar aquí, Jeon —Bramó —¿Estás buscando que te maten?

—No es eso —Contestó dubitativo —, simplemente, no quiero estar sólo —Lisa no pudo interpretar esas disparatadas palabras, realmente estaba dudando de que si su amigo se había vuelto loco en algún momento que lo descuido. Suspiró cansina, no podían quedarse de pie en medio del pasillo, o alguno de los vampiros de JoongKi los matarían o hasta el mismo aparecería en cualquier oportunidad.

Como deseo que eso fuera tan solo una suposición, ya que una densa sombra tomó a JungKook arrastrandolo apartandolo de ella. Gritó corriendo tras esa cosa que parecía absorber al menor cuando esta se pego a la pared, intentó por todos los medios salvarlo pero al tocar la sombra se transformaba en un denso líquido negro entre sus dedos hasta que se lo llevó por completo, golpeo la pared frustrada por no haber podido protegerlo, tenía que contarle a sus mayores lo más rápido posible.

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—Al fin te tengo —Una gruesa voz lo hizo girar su cuerpo completo con el corazón golpeando su pecho. Luego de que todo se transformará en oscuridad apareció en la azotea de la Academia. Esos afilados ojos que parecían poder mirar hasta lo más rencognito de su alma lo hicieron temblar, apretó sus puños para tratar de disimularlo —.Oh pequeño, no trates de hacerte el fuerte conmigo, tu sangre responde a mi presencia, eso es algo natural, ¿sabes? —Se mofó caminado a su alrededor deslizando uno de sus dedos por los negruzcos cabellos de su sobrino —En verdad te pareces mucho a tu madre y eso me repugna.

JungKook fruncio el ceño, tal vez nunca la conoció pero no permitiría que hablaran así de la mujer que le otorgó la vida. Vida en la cual pudo ser enormemente feliz, conociendo a TaeHyung, a JiMin, y al resto de amigos que hizo a lo largo de su vida, sin el sacrificio de ellos no podría saber lo que es la felicidad —No hables así de ella —Espetó. JoongKi sonrió por la osadía del contrario, le agradaba que ese niño fuera de carácter fuerte como alguna vez fue su hermano, pero ese carácter lo condujo a su penoso final protegiendo a un pedazo de su ser. Sonrió recordando la expresión de ira que MinHo hizo en sus momentos finales, la cual era muy similar a la de JungKook.

R O S A S •TaeKook• Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt