VI

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Eso fue todo lo que papá y yo nos dijimos antes de que le pidiera disculpas a mamá por armar un escándalo en el trabajo. Luego hizo una parada técnica en su oficina y se fue a las apuradas. Un par de horas más tarde, llamó para avisar que lo lo esperáramos para almorzar. Dijo que iba a jugar al ráquetbol con un cliente. Ya no estoy segura de que de verdad este haciendo eso.

Es probable que nunca más crea nada de lo que diga.
Mamá cerró el centro para ir a almorzar, y luego de unos tacos vegetarianos, volvemos paseando a casa por la zona comercial principal.

Sacando la comida y el cafe, el paseo bordeado por sicomoros que no te ofrece nada que necesites, sino más bien todo aquello que deseas.
Las tiendas especializadas que venden cepillos de dientes suecos, sake artesanal, títeres hechos a manos y juguetes construidos con madera reciclada están encajonadas entre un puñado de tiendas de cadena nacionales. Y a lo largo fr las aceras de frente a estas tiendas, mamás y punks callejeros con tatuajes comparten bancos mientras oyen al conjunto estudiantil de jazz que toca a la gorra afuera de la cafetería Jitterburg.

-Casi no hablaste en el restaurante -comenta mamá, que carga las sobras del almuerzo un una bolsa plástica blanca-. Sé que estaba lleno y había mucho ruido pero al menos sueles dejar uno de tus chistes sobre vegetarianos.

Es fácil. Los tacos llevan carne. Ese lugar va en contra de la naturaleza. La mitad de las personas que comen allí necesitan una buena dosis de suplementos de hierro.

-Estaba pensando en el campamento, nada más -miento.

-En el campamento... o en tu papá haciendo el ridículo frente a Jungkook?

-Ambos, tal vez -admito, echándole una mirada de reojo-. Papá se volvió un poco loco.

-A veces papá se deja llevar por sus emociones -suspira, tironeando de la costura diagonal de su chaqueta-. Nunca estuve de acuerdo en cómo trata a Jungkook. Si los Jeon te trataran así alguna vez...

-Pero no lo hacen.

-Lo sé-asiente-. Y no lo excusa, pero tu padre esta muy estresado por el negocio. Ha perdido muchos clientes de masajes. Tenemos una hemorragia bastante importante en este momento, y no sé cómo restaurar la herida para que el negocio se recupere.

Pienso durante un momento.

-Podrías llamar al abuelo Sam. Él te prestaría dinero.

El abuelo Sam es su padre. Es el tipo más bueno del mundo. Los padres de mamá llegaron a Corea cuando ella era una bebé, y son dueños de una compañía de transporte, Collin's importaciones y exportaciones -Collin es el apellido norteamericano de la familia- que importa maquinaria de California. Los Collin no son ricos, pero les va bien. El abuelo Sam me compro a Nancy Grace Roman y el resto que mi equipamiento de astronomía. Cada mes le mando por mensaje mis mejores fotos de constelaciones, y él me responde con una serie de emojis iguales y entusiastas. Solía enviar caritas sonrientes, pero últimamente amplió el repertorio con pulgares arriba y estrellitas.

-No, no les pediremos más dinero a mis padres -dice mamá, con firmeza-. Ya han hecho más que suficiente.

Caminamos en silencio por un momento, y luego pienso en algo que dijo.

-Por qué no estás perdiendo tus clientes de acupuntura?

-Mmm?

-Si el sex shop de los Jeon está expulsando a los clientes de masajes de papá, por qué tus clientes siguen viniendo?

Estrellas  |  J.J.KWhere stories live. Discover now