-¿Qué me decías?

-Te decía que necesito un consejo, Sherlock Holmes del amor. Y que no entiendo porque no te gusta el libro.

-¿no tienes amigos a quien pedírselos?- pregunte bromeando y me reí, el fingió estar herido con mi comentario y payaseo un poco antes de hablar.

-Me dueles, me hieres, me lastimas, me quemas.

Me volví a reír.

-Ya habla idiota

-Bueno, después del estreno de la obra, Valentina me beso y tuvimos varios momentos íntimos la última semana

-Ay cállate, no quiero saber que haces con Vale- le dije tapándome mis oídos- ¡DEMASIADA INFORMACIÓN! ¡DEMASIADA INFORMACIÓN!

-No te voy a contar eso tonta – dijo el tomando mis brazos para que destapara los oídos – es que después de eso, la invite a cenar ayer y dijo que si, todo iba bien durante la comida, le pregunte que onda nosotros y me dijo que no sabía.

-¿Cómo así? – pregunte desorientada

-Si, eso, me dijo que no sabía, que yo le gustaba pero que prefería que no nos involucráramos y no sé qué carajos significa eso.

-¿Qué? Pero a ver, ¿ustedes tuvieron relaciones?

-¿no era demasiado información? – pregunto el levantando una de sus cejas y riendo como idiota.

-Contesta

-No, solo fueron momentos íntimos, pero no llegamos a eso.

-Entiendo...¿y no será que tiene miedo?

-No se, Sherlock Holmes, por eso te preguntó a ti, esta mañana le envié un mensaje de buenos días y no me contesto, desde anoche no me escribe, no me habla, nada. - suspiro y me miro con ojos tristes.

-Bienvenido al club de los ignorados por las Garzón – dije y ambos nos reímos por mi comentario.

-¿tomamos algo hoy? – pregunto el

-No se, tengo algo pendiente, lo hago y te aviso

-Upa, señora ocupada – me dijo y ambos salimos de la oficina

-Así es la vida – le conteste y me despedí mientras bajaba por el elevador, tome mi teléfono y llame a Luz para preguntarle si me podía atender ese día, me costo convencerla un poco, pero me dijo que podía llegar a las 18:30 a un restaurante que yo conocía bien, que ella estaría ahí a esa hora, pero que solo podía regalarme 20 minutos.


**


Llegue y vi a luz sentada en la terraza de aquel lugar, camine hasta allí sintiendo como los recuerdos de haber estado ahí con la peli azul me invadían por completo, un nudo en mi estomago se formó.

-Hola Luz

-Dani- hablo la mujer poniéndose de pie para darme un abrazo.

Ambas nos sentamos.

-¿Cómo estás?- me pregunto y pude notar algo de preocupación en sus ojos.

-No muy bien – admití – quería hablar contigo de algo, perdona que tenga que ser aquí. - dije mirando a mi alrededor.

-Tranquila, en realidad aquí espero a una paciente, por eso nuestro tiempo es limitado.

-¿Una paciente?

-Si, por cuestiones de confidencialidad no puedo decirte demasiado, pero nos reunimos para sus terapias aquí; da igual, cuéntame que te tiene inquieta.

Entre papeles - CachéKde žijí příběhy. Začni objevovat