Segundas Oportunidades

Capitulo 5

CAPITULO EDITADO: 17 DE SEPTIEMBRE  2020

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CAPITULO CINCO

Solo segundos después de perder el conocimiento, Jiang Yanli volvió a abrir los ojos, desorientada. Junto a ella podía escuchar voces, pero no estaba lo suficientemente concentrada como para identificarlas.

Frunció el ceño levemente, mirando a su alrededor mientras ordenaba la gran cantidad de recuerdos que habían llegado a ella abruptamente. Aparentemente seguía en la taberna, las personas que anteriormente bebían ahora la miraban con preocupación, pero fue solo cuando fijo la mirada en sus hermanos que el recuerdo de un pasado doloroso, olvidado hasta ahora, comenzó a llegar a ella.

Y junto con el recuerdo, vino el dolor, el dolor de perder a su esposo, de no haber podido ayudar a su hermano, el dolor de dejar a su hijo.

Pestaño repetidas veces, tratando de alejar las lágrimas mientras miraba a su hermano pequeño, que ajeno a todo el dolor que ella llevaba, simplemente la miraba con preocupación.

Pero su A-Xian estaba bien, pensó tratando de alejar el dolor, él no había sufrido en esta vida, ninguno de sus hermanos lo había hecho. Ellos habían crecido bien, aceptó mientras dejaba que las lágrimas comenzarán a caer.

Sus padres lo habían logrado.

—¿A-Jie? —preguntó Wei Wuxian con alarma.

Jiang Yanli negó con la cabeza, mientras sus puños trataban de limpiar las lágrimas que bajaban por su rostro—. Estoy bien, solo me sentí un poco débil.

—A-Jie —se quejó A-Cheng, pero Yanli solo pudo mirarlo en silencio.

Porque él era tan similar, pero a la vez tan diferente de quien había sido en su primera vida, mismo carácter fácilmente irritable, pensó con cariño, pero más suave, más afectuoso. Realmente, crecer sin la comparación constante entre él y A-Xian había hecho maravillas en su hermano, se dio cuenta mientras respiraba hondo, dándose ánimos para comenzar a hablar.

—Es solo que... acabo de salvar a alguien por primera vez —dijo, y aunque no era la razón por la que había llorado, no era realmente una mentira.

Y solo en esos momentos se dio cuenta, casi ahogándose de la sorpresa. Ella también lo había logrado, había logrado hacerse más fuerte. Esta vez, ella no estaría indefensa cuando vinieran por su familia, por sus padres, por sus hermanos.

Repentinamente, deseo saber qué pensaría su esposo si la viera.

Con las lágrimas olvidadas y las mejillas ligeramente sonrojadas, se levantó con timidez, ya que aparentemente había recostado su cabeza sobre el regazo de Madame Lan, la mujer que conocía desde hace años y que, a la vez, sentía que recién comenzaba a conocer.

—Gracias, Madame Lan —dijo con suavidad, tratando de tranquilizar a todos los que la miraban como si fuese a caer nuevamente.

La mujer frente a ella rio, divertida—. Yanli, querida, ¿qué es eso de Madame?

Y ella no pudo evitar sonrojarse—. Lo siento, tía Lan, aún estoy...

—Tal parece que aun se siente aturdida por la experiencia anterior —hablo Yu Xuan con una sonrisa tranquila, mientras guiaba a la joven doncella a uno de los asientos cercanos, y solo entonces Jiang Yanli fijo su mirada en él.

Casi sorprendida, como si hubiera olvidado su presencia. Y realmente, ¿cómo era posible que olvidará a quien le había dado la oportunidad de salvar a todos?