| ADVERTENCIA: smut |
Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya vida dará un giro completo al regresar del Chasquido y darse cuenta que sus padres han muerto.
Asistir a una secundaria llena de idiotas y...
Confío en ti, esas palabras no dejarían de rondar en la mente del chico. Podía estar harto de ser un súper héroe, pero no quería decepcionar a Stark. Jamás lo haría.
Esa no era la primera vez que Peter había peleado con el Duende Verde, como lo habían llamado en los periódicos, pero era la primera vez que le hablaba. Peter tenía miedo que, al ser Halloween, volviera a atacar en la noche, así que decidió que vigilaría Queens por si acaso.
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Heather trazaba delicadamente sobre uno de sus dibujos. Llevaba tiempo dibujándolo y aprovechaba que era viernes por la noche para terminarlo. El parlante en su mesa reproducía música a un volumen medio.
—Crush culture makes me wanna spill my guts...—La chica cantó a la vez que el cantante. Crush... Peter.—¡Ah!
Heather dejó su libreta y gritó contra una de sus almohadas. Cada vez que pensaba en Peter, recordaba ese momento en la fiesta cuando el chico le dijo que la protegía "como una hermana menor". Había pasado casi un mes, donde había procurado evitar al castaño. Los insultos sobre esa publicación pararon y Heather siguió con su vida de manera tranquila. O eso pensaba.
Al estar tan concentrada, no escuchó el cuerpo que entró por su ventana, cayendo en el suelo. Heather se dio la vuelta y ahogó un grito.
Peter, quien llevaba su traje de Spider-Man, tenía varios golpes en su cuerpo y estaba sangrando. La pelirrosada apagó su música, corrió hacia el chico y lo sentó en su cama.
—¿Qué rayos te pasó?—dijo preocupada. Le quitó la máscara y el chico le dio una sonrisa triste.
—N-nada...
—¿Una pelea con un gatito?—dijo sarcásticamente.
Peter seguía mirando el suelo.—Pensé que sólo era un ladrón, pero tenía cuatro amigos esperándolo en el callejón. No estaba preparado.
—¿Has peleado con alienígenas y unos simples mortales te atacaron?—bromeó, pero Peter no rió.
—Supongo que e-estaba distraído.—susurró.
Heather lo observó, sin contar los cortes en la mejilla y en el labio, notaba la tristeza en su rostro.
—Eh... ¿quieres que llame a Pepper o...?
—No, no.—dijo rápidamente, conectando su mirada con Heather por primera vez desde que entró.—No quiero que Tony sepa que me paso esto.
Heather asintió dudosa y fue hasta su baño por un botiquín o algo de ayuda. Se observó a sí misma en el espejo y suspiró. Llevaba un mes intentando evitar al chico que ahora se encontraba sangrando en su cama. ¡Qué cosas!
—No soy buena en esto, pero intentaré.—dijo al regresar a su habitación. Peter le dio una leve sonrisa sin dientes. —¿Te gusta ser super héroe aunque te pase todo esto? No puedo creer que Tony te exponga así, ¡sólo tienes diecisiete!—Heather se tapó el rostro con ambas manos y soltó un fuerte suspiro.
