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Llegamos a la casa Volker, todos en silencio, Millie subió a recostarse y los hombres se juntaron para beber un fuerte vaso de coñac y las mujeres simplemente nos hicimos a un lado, yo con Amy Beth en brazos, Olivia con el suyo e incluso Priscila con mis dos sobrinos, la única que no tenía hijos tenía un anillo al cual dedicarse a darle vueltas sin parar.

"¿Qué harás Raphaela?" me preguntó ansiosa, "me han dicho que Demian quería que fueras."

"Sí... en realidad no lo sé."

"A Derek no le agrada la idea" me dijo Priscila.

"No se trata de Derek" dije enojada, "sino de lo que Demian quería, lo que prefiera Millie e incluso me importaría más lo que quisiera Timothée."

La verdad era que Derek comenzaba a hacerse un pesado, notaba como amaba a mi hermana, pero eran un dolor de cabeza, siempre estaban en la misma postura, Priscila al decirme aquello quería sugerir que no debía ir.

"Es algo familiar Raphaela, es normal que tengas por qué ir."

"Quizá Priscila, pero no te concierne."

"Me concierne porque será una forma en la que pondré a Millie de mi lado" suspiró, "no deja de ser su madrastra."

"Ellos ni siquiera se llevan mucho con Millie" negó Rachel, "de hecho, temo por ella y que la dejen en soledad."

"¡Sería una locura!" negó Olivia, "Millie llegó e hizo todo lo posible para ser una madre para ellos."

"Eso no quita que no es su madre y para los Volker es suficiente para no tener ningún interés en ella, quizá Timothée la frecuente de vez en cuando y tendrán que verse la cara para los negocios, pero de ahí en más... no es como que Millie los pueda hacer ir a una velada navideña o invitarlos a pasar vacaciones con ella" dijo Priscila.

"Es terrible, quizá por eso ella esté tan devastada" negué ofendida.

"Es una mujer joven, lo más probable es que se vuelva a casar" trató Rachel.

"Subiré a ver como está."

Toqué un par de veces antes de pasar a la habitación de aquella alegre mujer y me la encontré empacando presurosa, con la urna de su hijo posada en una mesita de noche, unos escalofríos terribles me invadieron, pero me forcé a seguir caminando para tomar de los hombros a la mujer frenética que solo aventaba cosas a la maleta y la separé del lugar.

"Millie, cálmate."

"Tengo que irme, Islandia, es lo que él quería" ella negó un par de veces y metió más cosas, "no me importa que esos hombres despiadados no quieran ir, iré yo."

"Nadie ha dicho nada aún Millie, además, Timothée dijo que él iría."

"No querrá, si sus hermanos no ceden no irá."

"Jack ha dicho en la mañana que iría, eso quiere decir que tienes a dos de tus hijos a favor."

Millie volvió la cara con tanta rapidez que incluso me comí un poco de su cabello.

"Nadie nunca había dicho eso" sonrió, "hace esto menos doloroso, el pensar que tengo más hijos... unos que me quieren y desean cuidarme..."

"Millie", le acaricié los brazos y sonreí, "no estás sola, ¿vale? Iré contigo."

"¿En verdad?" parecía esperanzada.

"Claro, siempre me has caído muy bien y me parece que necesitarás a otra alma femenina además de mi hermana."

Millie arrugó la nariz.

"Tu hermana."

"Sí, lo sé, pero Priscila es buena, solo tiene un carácter un tanto... difícil."

El regreso de: RaphaelaWhere stories live. Discover now