~XI~ El robo

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La calma momentánea rodeaba el colegio, Hermione comento el plan que tenía para poder escabullirse a la sala común de las serpientes. Vaya sorpresa se llevaron sus amigos ante la misión imposible que decía la leona.

¿Poción multijugos?

En sí, la idea no estaba para nada mal, pero entre todo eso había un pequeño detalle que llevaría el plan al carajo. "Severus Snape".

Así era, tenían que entrar en la bodega especial del pasillo de cuadros para poder obtener los ingredientes faltantes. Hermione investigo la lista y el método de preparación, pero los ingredientes salían muy caros, y solo el único mago en toda la faz del planeta, tendría una reserva de ellos.

—Qué piensas sobre el plan —dijo Ron, mientras comía.

Era hora del almuerzo, así que ambos estaban en el gran comedor. Pero la leona no los acompañaba, debido a que realizaba los preparativos.

Harry miro de reojo la mesa del profesorado, daba gracias que todos estaban comiendo, inclusive Snape que fruncía el ceño al ver como Lockhart hablaba muy cercano a la Nobeless, mientras que la dama sonreía, al parecer le hacía gracia el ver como esos dos magos discutían de manera sutil en la mesa.

—Harry —volvió hablar Ron—. Qué opinas, ¿Crees que podrá hacerlo?

—Creo.

El pelirrojo solo suspiro—. No tengo idea de cómo lo hará, hablamos de Snape, seguro esa bodega tendrá miles de conjuros.

Potter solo asintió en silencio, en eso tenía razón su amigo. Pero era Hermione, no había imposibles para ella, solo esperaba que no fuera atrapada por el pocionista ya que tenía pocos minutos antes de que acabara el almuerzo.

—Ya llegue —dijo la leona, algo agitada.

— ¡Wuo! Eso fue rápido —se sorprendió Ron.

Harry sonrió aliviado al verla—. ¿Pudiste acceder?

—No, solo fui a checar como entrar, el pasillo está bien vigilado por los cuadros, dudo que Snape le ponga hechizos por la misma razón —explico Hermione disimulando muy bien—. Esta oculta detrás de una cortina.

—Bien, y cómo vas a entrar —cuestiono Ron.

—Lo hare hoy en la noche, conseguí ayuda —respondió Granger.

— ¿Quien? —indago Harry.

Hermione solo rodo los ojos—. Si no estoy diciendo nada más, es porque no puedo decirles, a ver si se ponen más atentos.

—Huy, te recuerdo que no somos unos sabelotodo como tú —respondió Ron, molesto por el comentario, siendo golpeado por Hermione.

La noche cayo por completo, el silencio reinaba el sitio, 1 de la madrugada, Hermione había hecho de las suyas para salir de la sala común.

Con enorme sigilo y usando la capa de invisibilidad de Harry, descendió con cuidado las escaleras, debía hacer el ruido menos posible.

A pesar de que nadie la vería, no debía confiarse, aunque no estuviera la gata, Filtch si estaría haciendo sus rondas.

Recorrió los pasillos, hasta llegar al lugar acordado. Con mucho cuidado se escondió en un pequeño hueco entre una armadura y un pilar, esperaría ahí mismo a las personas que le ayudarían.

— ¿Hermione? —se oyó un leve susurro.

—Aquí —respondió la leona, descubriéndose solo la cabeza.

El hijo preferido «Dinastía Merlín»¹Where stories live. Discover now