Capítulo 61.- Inesperadamente esperado.

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     ¿La vista en mi?, demasiados acertijos por hoy, estaba cansada mentalmente. Me fui a mi cama y les juro que no recuerdo nada más, hasta la mañana siguiente en la que Ben entró a mi habitación con Bob, el perro subió a mi cama y puso su cabeza en mi estómago.


-¿Puedes ir a comprar café?, tu padre se acabó lo que sobraba y todos tenemos una resaca horrible, como las que te da en tus primeras fiestas universitarias.-

-No lo sé, nunca he ido a una fiesta universitaria. -empujé un poco al perro, poniéndome de pie- Saldré en 15, ¿pueden sobrevivir?-

-Haremos el desayuno, gracias Al.-sonrió y cerró la puerta detrás de él.


Mis pies en el suelo frío, Bob viendo por la ventana, silencio. Silencio. Me estaba acostumbrando a ser yo, sola en mi habitación, de nuevo. 10 minutos más tarde, bajé con unos pantalones negros y una blusa cómoda, holgada, botas militares, un beanie y mi monedero, además de mi celular.


-Te mandaré un texto con nuestros pedidos enana, gracias por hacernos el favor.- Rapha dijo, desde la cocina.

-No hay de qué, sirve que me distraigo un poco. –caminé hasta la cafetería más cercana, entré y me acerqué al mostrador, viendo los mensajes de mi hermano con cada pedido- Hola, ¿me das un... -No pude terminar mi oración, fui empujada y mi celular había caído al suelo.

-¡Lo siento tanto!, me he tropezado con mis propios pies, soy un estúpido. -se agachó lo suficiente para alcanzar mi celular- Espero que no se quebrara la pantalla, realmente lo siento mucho.-

-No hay problema, entiendo, lo hago todo el tiempo –me di la vuelta para poder verlo y tomar mi celular- Lo de trop... -mi mente estaba en blanco

-Si presenta algunos fallos, puedes decirme, puedo repararlo... -me extendió mi celular- Soy Evan.-

-"Evan"... -Oh no...- Un gusto, gracias.-


     Me giré rápidamente para poder seguir haciendo mi pedido, tratando de ignorarlo; 5 cafés en mis manos después, abrir la puerta era una opción muy difícil a estas alturas.


-Déjame ayudarte –Evan pasó su brazo por encima de mi hombro, abriendo la puerta sin dificultad- Ahí está.-

-Gr-Gracias –miré al suelo y después me asusté al escuchar mi celular sonar, una llamada de mi hermano- ¿Qué sucede?, voy en camino, tuve un pequeño problema, no, estoy bien, igual los cafés... Dile a Uno que quiero extra tocino en mi plato... No, Steve tiene qué mantenerse alejado de mis panes tostados o le arrancaré la mano. -hacía malabares con las manos, algo podría salir muy mal. El chico, Evan, seguía detrás de mí, así que me moví para dejarle pasar- Lo siento –susurré al verlo.

-No hay problema, que tengas un buen día.-


     Miré cómo éste chico se alejaba con su café en una mano y la otra dentro del bolsillo de su pantalón, serio, mirando a ambos lados de la calle y después desapareciendo de mi vista. No me había dado cuenta que aún seguía la llamada con mi hermano hasta que él gritó.


-Voy en camino. Tenemos qué hablar.-


     Apresuré el paso, no sabía cómo reaccionar ante la situación, podría ser inofensivo, tal vez no, podría ser paranoica. Me aferré a mi celular y a la charola con los cafés, parecía que Evan había sido convocado por medio de un ritual satánico y ahora estaba acechándome. Llegué a casa, le di la charola a Ben y caminé en busca de mi hermano.

My little best friend, "the famous"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora