Capítulo 1.-Días más, días menos.

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Íbamos en una camioneta con los ojos vendados, nos habían revisado las mochilas a mí y a Rigo, pues querían asegurarse que no éramos espías del gobierno con alguna bomba o rastreador en las mismas. Aunque se quitaron un poco esa idea al saber que éramos de otro país, ¿por qué personas de otro país los espiarían?

Lo que les parecía muy curioso es que alguien como Rigo y yo estuviéramos ahí, ambos habíamos viajado a Colombia con pasaporte de estudiantes, pero nos desviamos del camino, el contacto que teníamos nos trajo hasta acá.

No hablábamos nada, no creíamos que fuera conveniente, era una mala idea, sin pensarlo mucho. Sentía las miradas de los guerrilleros sobre mí, y no creía que eran precisamente amistosas.

Cuando llegamos al campamento de las FARC, nos bajaron de la camioneta, conduciéndonos por lo que parecía ser un camino de tierra. Escuchábamos más voces, y todas eran relacionadas con nosotros dos, eso me hizo ponerme un poco nervioso.

-Deténganse aquí. –Una mano me tocó el pecho, yo me detuve abruptamente.

-Quítenles la venda. –En efecto, los guerrilleros nos quitaron las vendas de los ojos. Rigo y yo nos vimos. -¿Ustedes son los que querían unirse?

-Sí, señor. –Dije, titubeante. El acento era muy diferente de lo que yo conocía.

-Ya veo. ¿Nombre? –Le dijo a Rigo.

-Camilo.

-Nombre real. –Suspiró el guerrillero jefe.

-Ah. Hyaku Rigo.

-Nombre.

-Emiya Shirou ...Archer.

-Un tirador, ¿eh? ¿De dónde vienen?

-Japón.

-¿Y qué vinieron a hacer hasta acá? Ésta no es su patria, ¿por qué luchan por Colombia?

-Señor, en donde quiera que yo me encuentre seré pertenencia de ese lugar. Estando aquí me siento tan colombiano como las mariposas amarillas, y yo lucharé y de ser necesario moriré por cualquier causa justa que luche por construir un mundo mejor, así de simple. –Camilo hizo un gesto de aprobación, indicando que pensaba lo mismo.

-Me gusta como piensas, muchacho. ¿Tienen experiencia?

-Eh...cómo tal, no. practicamos paintball en la sierra de nuestra ciudad con algunos amigos, eran simulaciones de combate. –Explicó Camilo.

-No está mal para comenzar. –El guerrillero jefe se puso las manos en la cintura, tocando su pistolera. –Pero esos son jueguitos, ¡aquí ya están en la verdadera guerrilla! Aquí se pueden morir, y esos rifles no son como disparar uno de verdad, así que tendrán instrucción básica de manejo de armas de fuego. Al menos ya tienen la teoría y saben los movimientos básicos de la guerrilla...no estarán tan perdidos, y veo que tienen equipo.

-Así es. –Dije.

-Bueno, a disparar ya, denles un fusil a estos muchachos, quiero que entren en acción lo antes posible.

Yo y Camilo nos miramos con emoción, chocamos puños, pues nos sentíamos muy alegres de poder ser parte de una guerrilla.

Ya no faltaría mucho tiempo para nuestro indudable ingreso al combate, y de ahí a la victoria.

***

Dos años después.

Una mañana como todas las demás, me había levantado, descubrí que no había nada nuevo ante mis ojos, lo cual me fatigaba bastante. Tendí mi cama con rapidez, no tenía prisa alguna por llegar a ningún lado.

Fate: Real Love (ShirouxArturia/Saber)Where stories live. Discover now