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___ soltó el móvil en el bolso y se volteó, se tapó lo suficiente y trató de dormirse, con la presión en el pecho y las lágrimas luchando por salir el cansancio era más fácil de conseguir.
Vio como la femenina se volteaba y se cubría con la manta, dejó caer los binoculares en su cuello y bufó tapándose la nariz con las manos y cerrando con fuerza sus ojos. La cagué, pensó recostándose en el tronco del árbol en el que estaba sentado, algunas hojas le cayeron en la cara, más que quitárselas se cacheteó la cara hasta que estas cayeron al pasto, sus mejillas quedaron ligeramente rojas. Cubrió con ambas manos su cara, estiró un poco más las piernas cuidando no caerse.
Había estado vigilándola -más no acosándola, según él- desde que la noche comenzó a caer, la había visto entrar a la isla flotante, y se quedó entre los árboles esperando a que bajara y fuera a otra casa. Suponía que era la del de la máscara de oso, pues eso había dicho ella en la llamada que hizo luego de salir de casa de Fargan; una pequeña llovizna lo tomó desprevenido mientras esperada, sus ropas habían quedado mojadas luego de que terminara de llover, se había quedado esperándola y en ningún momento pensó en hacer algún techo improvisado para refugiarse, era muy arriesgado según él.
Separó ligeramente los dedos, formado una uve con la mano, el único ojo que se podía ver con claridad observaba a la chica que estaba en el sofá, su mirada era un poco escalofriante, su ceja estaba afincada haciéndolo ver molesto, pero su ojo no mostraba tal sentimiento, parecía verla con algo de adoración, como si mirara algo frágil y valioso, sonrió debajo de sus palmas.
Quitó las manos de su cara y las depositó bruscamente en sus piernas, jugó con unas pequeñas hojas que se posicionaban por encima de su cabeza, arrancó una y empezó a hacerle pequeños cortes en los bordes. Se preguntó que estarían haciendo la Hermandad Oscura, algo le decía que intentarían entrar otra vez a la casa de la femenina, y era consciente que esta vez sí podrían lograrlo, esta vez llevarían a alguien experto en infiltrarse en casas.
Vio una sombra moverse en el segundo piso, suspiró y tomó sus binoculares, vio con más claridad la sombra que se movía por la casa, pensó que era un ladrón, pero al ver como salía por la puerta principal sin nada, supo que no lo era. Se levantó de la rama apoyándose en otras más altas, miró con curiosidad a la persona que había salido, estaba mirando el móvil mientras tecleaba algo en el mismo. Con cuidado pasó a otra rama, acercándose un poco más, al oír un pequeño movimiento en las ramas de los árboles, la persona fuera de la casa levantó la vista, mirando nada más que la oscuridad de la noche, la luna era tapada con nubes, así que no podía distinguir bien entre toda la oscuridad. Envió su último mensaje y empezó a correr por el bosque.
Se apoyó en otra rama y vio irse al que seguramente era Rubius, devolvió su vista a la casa, de alguna forma, ahora tenía la casa para el solo. Sonrió triunfantemente.
