Abrió el envase de "Patatas Pringles" y agarró dos con la punta de sus dedos, las puso al revés y las posicionó en su boca haciéndolas parecer en pico de un pato. Miró al gato que solo maulló, las mordió y tragó. Giró su silla.
—Tú solo estás celoso porque yo las puedo comer y tú no. — Le dijo al gato, quien solo maulló nuevamente. Volvió a girar su silla hacia su escritorio y agarró otras tres patatas más, subió sus piernas a la silla quedando en posición de indio y pulso la tecla de espacio.
"Aún no se encuentran pistas del misterioso asesinato que ha sucedido en las tierras de Karmaland recientemente, causando miedo en algunos de los habitantes y haciendo cuestionarse a algunos que tan eficaz en nuestra policía. Las pruebas del asesinato han conducido a los policías a caminos cerrados, dejándolos perplejos ante la exactitud y perfección que tuvo el asesino a la hora de cometer el crimen. Mientras que una de las victimas ya ha sido identificada, el segundo cuerpo no ha arrojado ninguna pista. La primera víctima se llamaba Amara Sywer, tenía dieciocho años e iba a la escuela local. Sus padres siguen aún en luto y no han querido hablar y ni mencionar nada respecto a su hija. Sin embargo, una fuente anónima nos ha informado que vio salir a Amara Sywer de su casa alrededor de las once de la noche, comenta que se dirigía al bosque cuando la vio."
Pausó el video y se quedó mirando la pantalla con ojos interrogantes y con una mano en el mentón.
— Sé que no debería haber mandado la información, pero creí que así sería más divertido. — Se acercó al escritorio—. Si no comentaban algo los oficiales y la prensa, se iban a quedar sin nada, y bueno, es aburrido cuando tu oponente no sabe que la partida ha empezado. Siento que esto será fascinante. — Se giró levemente hacia la esquina en donde el gato se encontraba sentado. Suspiró y caminó aún sentado en la silla hacia él. Maulló para que se fuera, pero solamente lo agarró sintiendo como sus pequeñas garras se incrustaban en sus nudillos—. Si, si, sé que me odias, ya lo sé. —
Se acercó nuevamente a su escritorio con el gato en manos y siguió viendo el video que se reproducía.
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Miraba por la ventana con tranquilidad vacía. Decidió abrirla y sacar una de sus manos por ella, notando como el frio tocaba sin cuidado su piel, percibió la ventisca que se empezaba a generar. Dio un pequeño suspiro y terminó sacando la mitad superior de su cuerpo. Se giró y quedó mirando al cielo nocturno que se alzaba como una pintura no terminada. Dejó caer su cabeza y su vista quedó limitada al pueblo, sintió como la sangre se iba a su cabeza y como sus ojos pesaban. Puso en puntilla uno de sus pies y se sintió más cerca de la muerte, tras aspirar el frio aire y sentir como raspaba sus fosas nasales quiso dejarse caer, porque sabía bien qué pasaría si lo hacía. Aun así, como si alguien la agarrara de su camisa, entró de un golpe en la habitación, cayéndose por el mareo que empezaba a portar. Soltó un jadeo y se volteó, miró hacia al techo y puso ambas manos en su cara, cerrando los ojos mientras lo hacía. Se sumergió en una oscuridad que la arropó del frío, sintiendo frágil su cuerpo, se arrastró hacia la cama, y con cuidado se impulsó hasta quedar en la cama. La ventisca se coló por la ventana abierta e inundó con silencio la habitación, e incluso con el frío, ___ no se arropó. Se quedó hecha un ovillo en la cama, tapando su cara y cerrando los ojos, se dio cuenta cuanto extrañaba la oscuridad; así que se dejó caer en ella en un mudo abrazo, esperando que el dolor que sentía desapareciera en algún momento.
