𝚡𝚡𝚡𝚡Ꭵ𝚡.𝚌 𝚊 𝚙 𝚒 𝚝 𝚞 𝚕 𝚘

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El vapor del café revoloteaba por toda la habitación. La casa de Auron, dónde las risas siempre se oían y las bromas nunca acababan, parecía una versión bizarra de la misma, llena de silencio y demasiado tranquila.

Veía el marrón líquido moverse hacia los lados mientras que jugaba con la taza levemente. El marrón claro pasaba poco a poco a un marrón más oscuro. Suspiró abrumada, el café no era su mejor compañía, menos ahora que había tenido un ataque de emociones.

— ¿El café está bien? —

Levantó la mirada y observó a su amigo. Se había cambiado su vestimenta a algo más cómodo y hogareño. Su cabello estaba levemente alborotado, y sus ojos parecían presentes en la situación; a diferencia de ella, quien se encontraba fuera de aquella habitación, fuera de este presente.

— Aún no lo he probado — Respondió más seria de lo que esperaba sonar. Se aclaró la garganta y relamió su labios. — Estoy esperando a que se enfríe un poco. — Sonrió sin mucha satisfacción y miró al suelo.

Auron se había sentado en el sillón enfrente suyo. Estaban en una habitación con paredes de madera y unas pocas ventanas. El Sol poco a poco se mostraba en el horizonte, notándose una línea rojiza. Pensó en su hogar, vacío y silencioso, sin nada que extrañar o añorar de él.

Sin no contar la cama, añadió tratando de animarse a sí misma.

Luego pensó en él. El contorno de su rostro se difuminaba a ratos, como si lo intentara borrar rápidamente e intentara trazarlo otra vez antes de que se le olvidara. Su voz sonaba lejana y perdida.

— Auron yo...— Tomó aire y lo soltó de inmediato. Sentía que se había saltado la mitad de un libro y ahora se preguntaba el porqué de muchas cosas. Levantó la mirada y se encontró con los oscuros ojos del contrario, no había nada especial en ellos, pero el silencio le hacía sentir cómo él esperaba una respuesta. — Lo siento por todo. — Pausó un momento esperando algún comentario. Al no encontrarlo, continuó.— Y se que no es lo que esperas oír pero ni siquiera se que esperas oír de mi.— Se mordió el labio intentando no decir más de lo que conocía.—

Claro que entendía qué era lo que Auron esperaba saber. Luego de que tu amiga tiene un ataque de ansiedad y expone sus sentimientos de odio hacia ella misma, lo mínimo que quisieras escuchar es el porqué y cómo ayudar.

Tomó la taza que había dejado en la mesa y bebió un sorbo de la misma. El líquido caliente parecía reconfortarla a medias.

— ___— Habló él. Lo miró a sus ojos, pero su atención parecía un insecto en la oscuridad, volaba por la habitación intentando escapar de ahí.— Se que esto ha de ser difícil para ti, que debes estar pensando algo como "este loco no sabe de lo que habla" o cualquier cosa así, pero he de preguntar, ¿Estás aquí por elección? o ¿Por qué hay una recompensa final?—

Ella no respondió. Él suspiró y sonrió levemente.

— Siempre he notado que todo de ti me parece un poco superficial.— Acotó.— No es el mejor cumplido pero siempre que hablas con alguien, pareciera como si hubiera una pared entre ellos y tu. Siempre hay...— Movió las manos buscando la palabra ideal.— algo que me hace parecer que ellos nunca ven la ___ real, simplemente una versión que está aquí, en este presente, mientras que la real está más allá de este pueblo.—

___ tomó otro sorbo mientras que miraba la decoración de la mesa, casi que estudiando cada figura y el porqué del color de cada cosa. El castaño la miró por un rato hasta que entendió que no respondería.

— Y al mencionar tu tal plan, siento que hay algo que estás buscando, una especie de recompensa.— Jugó un poco con la pequeña almohada que mantenía en el sillón en caso de que se quedara dormido.— ¿Es eso? ¿Tienes algo en la mente que intentas lograr aquí?—

⟲ 𝙛 𝙤 𝙧 𝙜 𝙚 𝙩 ⟳ 𝕜𝕒𝕣𝕞𝕒𝕝𝕒𝕟𝕕 𝕪 𝕥𝕦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora