Capítulo 2: Y el Cuervo Dijo, "Nunca Más" 1/2

180 20 2
                                    

La mañana que siguió fue como cualquier otra, se vistió, alistó, desayunó y se fue a la escuela. Estaba algo ausente, tratando de recordar la noche pasada, ¿el cuervo había sido real, algún truco óptico o sólo su imaginación?
 
 
Entró a su escuela y dejó sus cosas como todos los días. Miró su mano vendada y suspiró… Otro día como todos los demás, sin nada de especial. Fue a su salón y se acostó sobre su lugar a dormir un poco. Varios minutos después Hinata llegó y al encontrarlo lo primero que hizo fue correr a su lado e invadirlo de preguntas, muy preocupada.
 
 
-¡Naruto-kun! ¡Sakura te hizo daño y luego el maestro te llevó a la enfermería, y después de eso ya no volviste! ¡Nos dijeron que habías vuelto a casa, pero no sabíamos si te encontrabas bien! ¡O si te dolía algo! ¡O si estabas triste!-
 
 
-Hina-chan, estoy bien, no deberías de preocuparte- Le dio una pequeña sonrisa de tranquilidad antes de volver a cerrar los ojos, usando sus brazos de almohada.
 
 
-Demo…-
 
 
-Sólo quiero descansar un poquito… estaré bien después…-
 
 
Naruto se silenció otra vez y siguió dormitando algunos minutos antes de que el eufórico Lee llegara.
 
 
-¡NARUTO-KUUUN!-
 
 
El chico llegó a hacer alboroto observándolo con las llamas que parecían salir de sus ojos, Naruto abrió los ojos de la sorpresa que su rápida llegada causó y también por su potente voz que casi lo hizo saltar.
 
 
-¡¿Por qué te fuíste ayer sin despedirte?! ¡¿Estabas muy mal?! ¡¿Por qué no nos dijiste?! ¡Estábamos muy preocupados!-
 
 
Naruto sólo se le quedó viendo… Lee lo estaba regañando… Y una fina y sincera sonrisa brotó de sus labios. Los dos se le quedaron viendo extrañados sin saber la razón de su repentino buen humor. Naruto pocas veces podía ver a Lee de ese modo, tan desesperado, y eso en parte lo hacía felíz porque tal vez hoy no sería tan común.
 
 
-Gomen ne, me mandaron directo a casa, y luego fui a cenar con mi madrastra, perdón por no avisarles, pero no tuve tiempo-
 
 
-¡¿Con tu madrastra?!- Dijo esta vez Hinata- ¡Pero ella no te quiere, ¿por qué querría llevarte a cenar?!-
 
 
-No sé, sólo llegué y dijo que iríamos a cenar ella, Minato y yo-
 
 
-¡Qué gran tragedia Naruto-kun! ¡Esa gente te impide sacar tu llama de la juventud! ¡Actúan como una jaula contra incendios!-
 
 
-Tranquilo Lee, no pasó nada, fue bastante aburrido como todas las veces en que salimos los tres-
 
 
Mientras hablaba con falsa tranquilidad, el rubio escondió su mano izquierda en su espalda, siendo cuidadoso de que ninguno se diera cuenta.
 
 
-Debe seguir siendo eso muy frustrante… Naruto-kun, desearía que no tuvieras que pasar siempre por eso, esa gente… ¡no te merece! –la chica alzó la voz, sus mejillas se sonrojaron un poco, con su timidez, todos sabían que le había costado trabajo decirlo.
 
 
Naruto la vió por unos segundos antes de sonreír de forma rara, melancólica. El rubio agradecía la amabilidad de su amiga, pero sabía… que nada cambiaría tan sólo por desearlo.
 
 
Los demás estudiantes fueron llegando, la clase de Idiomas Extrangeros estaba por comenzar, y el maestro Ebisu ya estaba alistando sus notas cuando alguien tocó a la puerta, era una secretaria que había corrido para decirle algo. Mientras ocurría una ligera plática fuera del aula, Sakura y su demás séquito de modelos de revista entraron y tomaron asientos. Pronto el maestro volvió y se paró a la mitad de la clase.
 
-Jóvenes, nos acaban de informar que hoy se nos acaba de unir un nuevo estudiante, por favor denle la bienvenida y sean respetuosos con él- Ebisu miró de reojo al grupo de Sakura, que ya sabía de las bromas pesadas que muchas veces le hacían a los nuevos.
 
Sakura se giró para ignorar al profesor y también para ver a los tres amigos que se encontraban hablando en silencio.
 
-Con que un nuevo estudiante… ¿ya lo escucharon trío de inútiles? No se les ocurra acercarse o podrían contagiarle su estupidez-
 
Naruto gruñó bajo, algo malhumorado y rodó los ojos para luego acostarse otra vez en su banca, mientras Hinata como siempre, se sentía mal por lo que le decían y Lee trataba de ignorar sus insultos.
 
La puerta se volvió a abrir y alguien entró, un joven muy alto para ser de su clase, pero no tanto como parecer un maestro. Tenía un cabello negro azabache, brilloso, piel muy blanca, casi pálida, sus ojos eran negros, tan negros como la noche, o como un abismo. Sakura se quedó viendo la naríz recta y sus labios tan blancos como el resto de su cara, y no había sonrisa en ellos. Su mirada era fría, sus facciones jóvenes pero varoniles lucían molestas y aburridas. Su cuerpo tampoco estaba nada mal, sus brazos estaban trabajados, y no se veía vello alguno. Ese hombre era todo un guapo semental, al menos eso era lo que ella pensaba.
 
-Mi nombre es Uchiha Sasuke y no estaré aquí mucho tiempo-
 
Dijo con su voz grave y seca. Las chicas no pudieron evitar suspirar maravilladas, ese era un hombre seductor.
 
-Muy bien joven… siéntese junto a Lee-kun… el chico de cabellos negros detrás del joven rubio-
 
 
Ebisu sonó algo extrañado por el nuevo estudiante que le habían dado, no sabía si él sería un futuro alumno estudioso o un gran y rebelde problema.
 
 
Naruto decidió subir la cabeza luego de oír al chico presentarse de modo tan simple, no parecía muy entusiasmado de venir a la escuela. Lo que encontró fue a un chico bastante guapo, y mentalmente se abofeteó. Él no debía, ni quería pensar en algo como tener una pareja, aunque ése tipo que comenzaba a avanzar por su fila y a pasar junto a él le revolvía el estómago. ¿Serían las tan mencionadas “mariposas” o sólo le dieron náuseas?
 
 
Sasuke al pasar junto a Naruto, hizo contacto de ojos con él y lo miró con intensidad, antes de seguir mirando hacia el frente y sentarse con pesadez junto al chico cejón.
 
 
Naruto no pudo evitarse sonrojar muy levemente. ¿Eso último había sido real? Esperaba que no.
 
 
-¡Mucho gusto Sasuke-kun, mi nombre es Rock Lee y espero a que lleguemos a ser ami…!-
 
 
La presentación de Lee se había interrumpido, porque cuando quiso hacer conversación, Sasuke simplemente lo miró con sus fríos ojos, y no pudo evitar callarse. Por primera vez, se sintió intimidado por una persona que tenía una mirada tan… oscura y maligna.

Oni KokoroWhere stories live. Discover now