Piropos que Enamoran

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—Hey Fluke, por fin llegas —manifestó Earth en el estacionamiento— Creí que no vendrías.

—Pues aquí estoy —respondió el castaño— Vamos antes que se haga más tarde —pasando por un lado de su amigo empezó a caminar.

—¿Hiciste la tarea? —cuestionó Earth caminando junto a Fluke.

—No, olvidé hacerla —respondió llegando a su casillero y empezando a sacar sus libros— Espero que no la revise.

—Lo hará, no lo dudes-

—Oye Fluke, bonitos pantalones, quedarían muy bien en el suelo de mí dormitorio —interrumpió Ohm llegando hasta Fluke y mirándole de arriba a abajo con una sonrisa pervertida.

—Ni en tus mejores sueños Thitiwat —respondió Fluke cerrando de golpe su casillero continuó caminando con Earth a su lado.

—Él aún no lo sabe, pero será mí esposo —le dijo Ohm a Boun quién llegó a su lado.

—Sigue soñando amigo —se burló el rubio— Mejor camina que no quiero tener otro reporte en esa materia.

Soltando una risa Ohm empezó a caminar llegando a su aula y ver que la puerta estaba cerrada.

—Oh, genial. Tarde —habló Boun con frustración— ...y todo por tu culpa.

—No te preocupes —manifestó Ohm golpeando la puerta.

—Thitiwat, Noppanut, llegan tarde, de nuevo —dijo el maestro al abrir la puerta —¿Van a pasar o necesitan una invitación exclusiva? —preguntó con ironía haciéndose a un lado.

Ohm y Boun entraron sin decir nada haciendo su camino directo a sus pupitres.

El moreno le guiñó un ojo a Fluke al pasar por su lado haciendo que el castaño bufara.

El maestro continuó con su clase, explicando mirando de vez en cuando al pizarrón y escribiendo.

—Ps, ps, ps, Fluke —susurró Ohm haciendo que el castaño volteara— Quien fuera hambre para darte hasta tres veces al día.

—Vete a la mierda —respondió Fluke de la misma forma.

Ohm solo rió negando con la cabeza.

Y así era el día a día de Fluke, en cada oportunidad que tenía, Ohm le decía esa clase de piropos. El castaño no podía entender cómo es que Thitiwat podía llegar a imaginar que lo enamoraría de esa forma.

No.

Ni de esa forma ni de ninguna otra. Jamás estaría en una relación con ese tonto. Pensó Fluke.

—Hoy debes estar muy cansado, después de todo lo que hicimos anoche en mí sueño —manifestó Ohm, pasando por un lado de Fluke dirigiéndose a la salida del instituto— Hasta mañana, amore mio.

—¡Ahg! Cómo lo odio —dijo Fluke entre dientes.

—Fluke, Fluke, Fluke. ¿Sabes lo que dicen por ahí, verdad? —mencionó Earth detrás suyo— Del odio al amor hay un solo paso.

—Si, y de mí puño a tu boca un solo metro —respondió Fluke con una falsa sonrisa.

(...)

Al día siguiente Fluke llegó más temprano de lo usual al colegio, y todo eso para no cruzarse con Ohm. Rápidamente caminó a su casillero y cuando estuvo a punto de abrirla gimió de frustración porque Thitiwat se estaba acercando.

Fluke se preparó mentalmente para escuchar otro ingenioso piropo del moreno.

Pero fue en vano, ya que Ohm pasó de largo sin siquiera mirarlo, lo que hizo que el castaño observara confundido como el más alto se perdía por la esquina del corredor.

One Shot's UWMAOnde histórias criam vida. Descubra agora