Enfermería

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—Tú de nuevo Thitiwat— habló el oficial caminando hacía el nombrado y sujetandolo de los brazos para ponerle las esposas.

—No fue culpa mía— repuso el pelinegro — Fue de ese idiota que se metió conmigo.

—No me importa, los dos irán a la mazmorra— dijo serio.

—Estoy herido, es mí derecho ir a la enfermería— rápidamente manifestó.

—¿Tu derecho?

—Si, leí el estatuto oficial, no soy un estúpido— replicó Ohm.

—De acuerdo, camina— enojado empujó a Ohm y se dirigieron a la enfermería de la cárcel.

(...)

—¿Qué sucede señor Méndez? — una cabellera castaña se asomó por la puerta dejando ver un lindo rostro.

—Fluke, éste recluso dice que necesita atención médica, pero creo que miente— informó saliendo del trance que el bonito enfermero le dejo.

—Oh, no se preocupe, yo lo revisaré— con una calida sonrisa dejó pasar al recluso.

—Si necesitas ayuda estaré cerca— ofreció el oficial.

—No será necesario pero gracias de todas formas— y dedicándole una última sonrisa cerró la puerta.

El castaño vio que  Ohm se sentó en la camilla y se acercó.

—¿Que pasó?— cuestionó en voz baja.

—Pues que un idiota quiso meterse conmigo— explicó restándole importancia.

Fluke, se dió la vuelta al perchero y se colocó su bata, acto que aprovecho Ohm para ver la sexy cintura del más bajo, haciendo que se mordiera el labio inferior.

—Bien —Con la bata ya puesta y botiquín en mano se acercó a su paciente — ...tienes un raspón en la ceja izquierda así que te pondré ésto — Fluke le puso una bandita en la herida— Ésto ya está— finalizó con una tierna sonrisa sintiéndose satisfecho con su trabajo.

—Eres hermoso, ¿Lo sabías?— dijo Ohm viendo fijamente los ojos del lindo enfermero.

—C-creí que no te gustaban los chicos— replicó el castaño con las mejillas sonrojadas.

—No me gustan, pero hay una excepción, porque solo me gusta un sexy enfermero— guiñando el ojo con una sonrisa y poniendo aún más nervioso al otro chico— Además dominar a una mujer está bien pero dominar a un hombre es mucho mejor.

—Uh... Y-yo... Creo que debes irte...

—No, espera— detuvo en cuanto Fluke se alejó—... aún necesito tu ayuda.

—¿Ayuda? ¿En qué?— preguntó curioso.

—Pues desde hace mucho no he tenido... Ya sabes... Un poco de sexo salvaje y...

—N-no puedo ayudarte en eso— negó Fluke desviando los ojos de la mirada intensa de Ohm.

—Oh vamos, es tu deber ayudar...

—Y-yo...

—Acercate... Fluke— interrumpió el más alto— Acércate...

Ver la actitud sumisa de Fluke hizo aún más excitante la situación.

—Sientate— ordenó el pelinegro haciendo sentar al castaño en su regazo —¿Estás cómodo?— cuestionó con una sonrisa.

El otro solo asintió nervioso.

¿En verdad ésto estaba pasando?
Pensó Ohm, y es que había deseado éste momento desde que el lindo Fluke Natouch cruzó las puertas y se presentó como el nuevo enfermero.

—Me tienes loco— susurró en el oído del castaño — Y hueles tan dulce— aduló acariciando las hebras del cabello del más bajo.

—O-hm...

El nombrado no lo dejo terminar ya que había juntado sus labios con los del más bajo. Ésto era la gloria, los labios de Fluke sabían tan dulces y eso le encantaba a Ohm. Ésto era mejor que el néctar más afrodisíaco del mundo.

Intensificando el beso Ohm mordió delicadamente el labio inferior del castaño haciendo a éste abrir la boca cosa que el más alto aprovechó para saborear a más profundidad al sexy chico.

En un rápido movimiento Fluke quedó recostado en la camilla con Ohm encima suyo.

El mayor empezó a besar el cuello de Fluke dejando marcas rojas en el proceso, cosa que excitó al menor que no dejaba de emitir pequeños gemidos.

—Me tienes tan mal ratoncito— con voz ronca habló Ohm.

Separándose el pelinegro se sacó su camiseta dejando su torso desnudo.

Fluke se quedó mudo al ver el cuerpo de mayor. Pero no lo podemos culpar ya que cualquiera se queda sin habla viendo ese cuerpo digno de un dios griego.

—¿Te gusta lo que ves?— preguntó con una sonrisa pícara.

El menor solo asintió sin apartar la mirada, cosa que dejó enternecido a Ohm.

—Genial, ahora quítate la bata y la camisa— ordenó viendo fijamente al que sería su amante.

El más bajo solo obedeció y sentándose rápidamente se quitó la ropa del torso e inmediatamente se tapó cruzando los brazos y es que le daba un poquito de vergüenza ya que él no tenía el abdomen marcado.

—¿Por qué te tapas?— interrogó el mayor al ver la acción del castaño.

—Porque no me gusta mí cuerpo...— bajando la mirada.

—Hey, no digas eso, eres perfecto tal como estás— lentamente se acercó al menor y alejó las manos de su cuerpo recostando nuevamente al menor volviendo a besarlo —¿Lo ves? Eres arte, y me encantas— bajando hasta el abdomen de chico y subiendo hasta el cuello dejo una camino de besos.

Ohm fue rápido y pronto los pantalones de ambos salieron volando a algún lado de la habitación dejándolos desnudos.

—O-Ohm... Los condones...— recordó Fluke haciendo que el mayor se alejará y fuera en busca del preservativo— Están en la gaveta de esa mesa— señaló en más bajo soltando un suspiro.

Ohm agarró los condones y el lubricante y rápidamente volvió a estar encima de Fluke.

Abriendo desesperado el lubricante lo esparció por sus dedos.

—Esto te dolerá al principio pero te acostumbrarás— advirtió de forma cariñosa— avísame si te lastimo.

Poco a poco fue dilatando la entrada del menor, haciéndolo de forma lenta y distrayendolo besando el cuello y la boca de su pequeño amante.

—T-te necesito— habló Fluke entre gemidos.

El más alto se colocó el preservativo y poco a poco fue penetrando la entrada del menor.

—Tranquilo, iré lento— calmó Ohm.

Fluke solo se dedicó a arañar la espalda del pelinegro dejando patrones de marcas con sus uñas.

Cuando Ohm ya estuvo dentro esperó unos segundos para que Fluke se acostumbrara.

—Muevete... A-ah— dijo Fluke en voz baja.

—Estas tan apretado y solo para mí— con su voz ronca susurró al oído de Fluke.

Ohm empezó con una embestidas lentas, tratando de ser lo más delicado posible.

Ésto era más que el cielo. El asombroso acto carnal que te podía volver loco en éxtasis, un acto que encendía la lujuria y la excitación a niveles inimaginables. Dos cuerpos fundiéndose y convirtiendose en uno.

Gemidos se escuchaban por la habitación, al mayor poco o nada le importaba que otros escuchen, es más le encantaba la idea de que todos sepan que el sexy ratoncito era suyo.

πππππ

He aquí un One Shot de muchos otros que pienso escribir si éste tiene apoyo, ya me hacía ilusión escribir de ésta pareja, es que son tan lindos (●♡∀♡).

Voten y comenten si quieren más.

¡Ay bye! 💕

One Shot's UWMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora