• XVI •

8.6K 673 133
                                    

—¿Pero cómo mierdas se enteraron entonces?— exclamó un JungKook frustrado, mientras cepillaba las hebras de su cabello castaño con los dedos para retirarlo de su vista.

NamJoon solo se encogió de hombros al igual que SeokJin a su lado. Y aunque los ojos de NamJoon parecían totalmente preocupados, también mostraba un semblante serio y frustrado en el rostro, tamborileando su pierna nerviosamente desde su lugar en el sofá largo color crema.

Habíamos llegado alrededor de 20 minutos. Yo por mi parte había insistido demasiado para venir, porque se trataba de YoonGi, y ciertamente de dos personas que aunque aún sentía un algo de resentimiento, tampoco quería que les sucediera nada. Aparte, Jin no se había molestado en ir a mi casa el otro día para curar a JungKook. Yo no hablaba, solo quería verificar por mis propios ojos que estuvieran bien.

Según SeokJin acababan de llegar a casa, y no tenían mucho tiempo de llegar cuando la puerta había sido tocada de una manera un poco brusca. Pensaron que pudo ser el vecino de enseguida ya que solía ser un poco molesto, pero les parecía extraño porque según estaba de viaje, sin embargo, Jin no se había molestado en abrir la puerta.

Dos hombres de tez morena altos y fornidos, vestidos de negro y gris y una cara de pocos amigos estaban delante de Jin. Dijeron que eran amigos de YoonGi y que venían por él porque iban a salir a pasar un poco el rato. SeokJin dijo que había dos hombres más dentro de un auto gris oscuro estacionado de el otro lado de la calle, esperando a que sus compañeros volvieran con "su amigo". NamJoon intervino inmediatamente cuando miró a SeokJin en la puerta con los hombres.

Ambos sabían que YoonGi no tenía a otro amigo cercas y el único que sabía dónde estaba era JungKook, y cuando ellos se dieron cuenta de las sospechas de la pareja entonces amenazaron.

Querían a YoonGi y a JungKook, los habían estado vigilando hace pocos días y si no eran entregados iban a tener que tomar cartas en el asunto, o si preferían, entregarse ellos mismos sin usar la fuerza. Iban a hacer lo que fuera necesario hasta tener lo que quisieran, aún si tenían que pasar sobre sus cuerpos sin vida. Y sin más se habían ido, dejando una amenaza escalofriante y a dos hombres congelados del terror de lo que pudiera pasar, sin creerse aún lo que había pasado en la puerta de su tranquila casa.

—No lo sé. Les juro que siempre miré si nadie me seguía. JungKook, me conoces.— esta vez habló YoonGi, furioso, echando humo por todas partes y un rostro rojo por la ira. El sonido que salía por su garganta dejaba en claro que estaba furioso, parecidos a un gruñido vibrante.

JungKook asintió, pero volvió a negar sabiendo que de igual manera ya sabían la ubicación de YoonGi, y si habían seguido a YoonGi, entonces también a JungKook y tal vez hacían tiempo para tomarlos desprevenidos.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, aterrada internamente de la sola idea de que pudiera pasar algo a cualquiera de los dos. A JungKook lo conocía más, y aunque solo conocía apenas a Suga, era un tipo realmente agradable y lindo.

—Tenemos que mudarnos. Ya están sobre todos nosotros y tenemos que desaparecer de su punto de vista.— la voz de NamJoon sacó a todos de sus pensamientos, haciendo que lleváramos la mirada en su dirección, y al igual él miraba a cada uno que estaba en la sala. —Todos.— esta vez volteó a verme a mí, haciendo énfasis en aquella palabra.

Pestañeé varias veces, sin entender aún que se dirigía a mí, pero entonces las palabras tomaron demasiado peso como lo era realmente. Si sabían donde estaba JungKook, también sabían donde estaba yo, y si bien aún no había parado debajo de nuestra puerta, la amenaza era la misma.

Solté un suspiro, recargándome por completo en mi lugar sin descruzar mis brazos.

—Maldita sea, son unos bastardos.— sentí el cuerpo de JungKook tensarse a mi lado, y cuando no pudo contener más sus nervios se levantó intranquilamente de su lugar para caminar alrededor de su mismo eje. —¿A dónde mierda vamos a ir? Quiero decir, no podemos ir tan lejos, y tampoco dejarlos a ustedes tres. Sería un problema que YoonGi y yo solo desapareciéramos, porque vendrían por ustedes para saber de nosotros.— habló, pensando en el problema enorme en el que nos encontrábamos.

• LOBO NEGRO • 》Jeon JungKook y Tú《 *EN EDICIÓNOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz