• XI •

9.6K 850 153
                                    

Desde que había llegado a casa hace 4 horas atrás, no podía evitar el miedo asentado al fondo de mi estómago porque JungKook pueda estar herido. El arrepentimiento corrió desde mi espalda baja, hasta mi nuca y después a mis brazos, generando otra ola de frío nervioso.

Y aunque intentará pensar de manera positiva y hacer hilos en mi cabeza de que no fue una detonación si no más que cualquier otra cosa, no conseguía disfrazar el sonido de otra manera. Era tan claro el sonido, como si hubiera escuchado alguna escena de película de acción en un mejor y espantoso equipo de sonido que me helaba hasta los huesos. Quería confiar en que JungKook estaba bien y que no había sido más que una coincidencia extraña. Pero ya habían pasado 4 horas. Caminando, JungKook debió de llegar mucho antes aún así.

El sonido chirríante de el mi tetera hirviendo llamó mi atención enseguida, distrayendo mi mente un breve segundo y tomé camino a la cocina nuevamente. Por más que intentaba darle vueltas a la pequeña sala, esperando a que JungKook apareciera por la puerta, no podía calmarme, y siendo sincera estaba siendo un pésimo plan el girar sobre mi propio eje para calmarme los nervios que brotaban en los bellos de mi nuca y la ansiedad de querer tronar los huesos de mis manos a cada segundo, como si aquello me fuera a quitar el frío que generaban los mismos nervios y ansiedad.

Tomé una taza grande y coloqué agua suficiente para preparar un té y esperar a que eso ayudará a mi ansiedad. Muy estúpidamente. Sin amargo, siempre en situaciones de crisis lo hacía, porque mi abuela me decía que era lo mejor para distraer la mente y relajar el cuerpo.

Tomé la caja de té que estaba sobre la barra y cuando coloqué un sobre dentro de mi taza, procedí a colocarle un poco de azúcar.

Había puesto agua para un té para distraerme. Y juro por mi tapete nuevo que no estaba funcionando en lo absoluto.
Desde que mi cabeza comenzó a molestarme para que corriera de regreso por él, decidí obedecer a Jeon y esperar – nada paciente – a que llegara.

Recargué un poco del peso de mi espalda baja sobre la barra que estaba a un lado de la estufa, y sorbí lenta y tranquilamente de mi traza, a lo contrario de como me sentía. El líquido caliente relajó mi garganta seca y cayó sobre mi estómago con cuidado, y tan gentil que mi cuerpo comenzó a tener un poco menos de frío al instante.

El sonido de mi puerta, siendo abierta llamó mi atención totalmente. Mi cuerpo se quedo quieto en su lugar por el miedo de lo que pudiera ser. Mis manos temblaron levemente al dejar la taza sobre la barra y mi garganta volvió a secarse instantáneamente cuando la puerta fue cerrada.

Ni siquiera sabía que pudiera ser exactamente, pero conforme pasaban los cortos segundos, podía repetir en mi cabeza diferentes imágenes posibles de lo que podía pasar, y ninguna podía lograr ser agradable para tranquilizarme.

Los pasos de fuera se hicieron un poco largos y produjeron un eco en mi cabeza deseando que todo estuviera bien. Y entonces se detuvo delante de la puerta de la cocina.

Mi respiración se agitó al tiempo que el mismo peso de ansiedad volvía a caer en lo profundo de mi estómago y mi corazón palpitó fuerte sobre mi pecho.

JungKook no dijo nada, solo sonrío con una sola comisura como si nada de lo anterior hubiera pasado. Se llevó su mano al costado de su estómago y se acercó para llevar su otra mano a mi cara para hacerme mirarle a la cara en cuanto notó que yo observaba impresionada aquella area, evitando que mirara la mancha de sangre que estaba sobre su camisa. Su rostro estaba pálido, sus ojos se miraban cansados y sus labios rotos. El sudor escurría desde su frente y por los lados de su cara, y en su ojo adornada un moretón lila sutil.

Como si mi cuerpo pensará por sí mismo corrió sin siquiera dejarme pensar en nada hacia mi habitación, y tomó acción por sí mismo en camino a mi pequeño baño en busca el botiquín de emergencia mucho mas completo que el que había utilizado en un JungKook canino, los manos se apresuraron a tomar el botiquín y volví tan rápido como mi cuerpo lo pudo hasta JungKook, quién se encontraba saliendo de la cocina.

• LOBO NEGRO • 》Jeon JungKook y Tú《 *EN EDICIÓNWhere stories live. Discover now