34.- El espíritu de la luna

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Sol y Luna son una dualidad

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Sol y Luna son una dualidad. La primera civilización de nuestro mundo, los sangre de dragón, los identificaron como Luz eterna y Oscuridad perpetua. Pero, a diferencia de estas dos fuerzas poderosas, Sol y Luna son entes poderosos que emiten energía constantemente y sin descanso. Se considera al Sol una parte de Luz eterna, una extensión de la misma, pues al iluminar este mundo la suprema creadora dio su energía al sol. De este, los sangre de dragón obtuvieron su poder. Del sol se reforzaron los hechiceros del mundo antiguo. El poder de los hombres, en su mayoría, residía en la energía del sol.

Sin embargo, en la cosmovisión de los antiguos, la luna ocupaba un lugar primordial en el cielo y dentro de las deidades. El nombre antiguo con el que llegó a nuestro mundo desde su plano fue Killa, y fue la primera entidad con forma de mujer que llegó a Xanardul. Tan unida estaba a Luz eterna que algunos sacerdotes antiguos la consideraron su complemento. Las brujas la llamaban novia de la Luz. Uno de los misterios sobre la inspiración para moldear el cuerpo femenino reside en ella. Se contaba que Luz eterna amaba tanto a Killa que se inspiró en ella para crear a las mujeres. Las mujeres, hechiceras y brujas de este mundo fuimos hechas a su semejanza.

Las hechiceras y mujeres del viejo mundo adoraban con fervor a Killa. Los hombres y sangre de dragón le tenían respeto. Se cuenta que la orden de las guardianas de la luna fue formada por mujeres de élite, las primeras hechiceras del mundo. El espíritu veía a las mujeres como sus hijas, las adoraba y protegía. Les dio la magia. La magia de las hechiceras venía de Killa. Era tal su importancia que el viejo calendario de este mundo se basó en la luna. Luego, cuando la magia fue vetada a las mujeres, los hechiceros impusieron el calendario solar. Y Killa fue condenada.

Se prohibió su culto, se le declaró maligna como todas las brujas. En ella se personificó el mal injustamente. La llamaron sierva de Oscuridad perpetua, todo lo malo y todo lo oscuro se relacionaba con la luna. En secreto, las brujas la siguieron adorando. Esperaban las noches para realizar sus rituales, sanación, viajes astrales. Es sabido que los hechizos y conjuros son más fuertes bajo la luz de luna. Con la bendición de nuestra madre Killa.

La cruel venganza de Annevona va justo por ahí. Sabiendo que la fuente de poder de los hechiceros venía del sol, lo convirtió en la debilidad de los vampiros. Estos viven más y mejor bajo la energía de Killa. Lo mismo sucede con los licántropos. Son más fuertes en las noches, y muchos de ellos solo pueden convertirse bajo la luz de la luna.

Muchos secretos de Killa se perdieron con ellos años. El espíritu de la luna vive, nos bendice y nos da fuerza. Así como las antiguas guardianas usaban velo, se cuenta que nadie ha conocido el rostro de Killa. En las oraciones hacia ella se repiten las palabras que, se dice, fueron dadas por ella misma cuando otorgó su poder. "Yo soy lo que fue, lo que es y lo que será. Jamás ningún mortal o inmortal ha visto tras mi velo. Los frutos que he engendrado son la mujer y la magia."

Deidades y espíritus de nuestro mundo

Memorias de Xanardul, Amphelise de Tacir

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Memorias de Xanardul: Las escogidas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora