Especial de San Valentín 2021 [Parte 1]

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Nota: Esta historia se desarrolla en una realidad alternativa de Xanardul, donde el Dán no marcó a nadie y la Nigromante no pasó al continente xd O sea, el mundo idea de ustedes jkakja okno

Nota: Esta historia se desarrolla en una realidad alternativa de Xanardul, donde el Dán no marcó a nadie y la Nigromante no pasó al continente xd O sea, el mundo idea de ustedes jkakja okno

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Ya no sabía qué hacer para decirles que no, al final se convenció de que ya no lograría evadir el compromiso. Ni siquiera recordaba que les dijo que iría, ¿estuvo muy cansada tal vez? ¿En medio de algún sueño? Seguro que sí. Abish podía verse a sí misma diciendo "Si, si, lo que digan" sin escuchar en verdad lo que le estaban proponiendo. Esa era la única explicación lógica que se le ocurría para haber aceptado ir con ellas a una tetería de brujas.

¡Y para variar en ese maldito día! El día de Kuyay era sin duda la celebración ancestral que más odiaba en el mundo. Kuyay, el que alguna vez fue conocido como el espíritu del amor. Según le había contado Sam, la leyenda decía que Kuyay era una extensión de la mismísima Luz eterna... O una mierda así, ya ni se acordaba. La cuestión era que el tal Kuyay encendió la llama del amor entre los seres que habitaban Xanardul, y que además se dedicaba a proteger a los amantes. Se decía que Kuyay no solo habitaba en los corazones de todos, también andaba por ahí haciendo realidad los sueños de amor de las personas que de verdad creían en él. Ah si, bonita historia para contar antes de dormir. Nada más.

De por sí la historia era ya una fantasía sin sentido, el hecho de que la siguieran celebrando en Etrica le parecía de lo peor. Aunque según le dijo Sarenne cuando fue a visitarla a la librería, esa fiesta no era otra cosa que una celebración mercantilista que los comercios aprovechaban para ganar mucho dinero. La fiesta de Kuyay no era como antes, en el viejo mundo sí que se la tomaron en serio. Incluso, según sabía, algunas parejas hacían lo posible por casarse justo ese día y así obtener la protección del espíritu que garantizaba el amor eterno. ¿Se podía concebir una cosa más estúpida? La gente ya no sabía qué inventarse para convencerse de que podía amarrar para siempre a otra persona a su lado.

—Entonces, ¿vienes o qué? —Insistió Sam—. Dijiste que sí, y que íbamos a ir en parejas.

—¡Pero yo no soy pareja de nadie! —Protestó ella—. Para empezar, tú —dijo señalando a su aprendiz Alicia—. ¿Qué rayos harías en una tetería?

—Voy a pasar el día de Kuyay con mi chica —contestó con una sonrisita. Eso la dejó boquiabierta.

—Espera, ¿estás saliendo con una bruja?

—Si, se llama Sybil —contestó, y se veía bastante alegre al hablar de ella. Hasta le brillaban los ojos—. Nos conocimos de casualidad, Sam y yo fuimos a la tetería. Nos cruzamos con ella, nos juntamos, empezamos a salir y así. Todo va de maravilla, por cierto.

—Si, bueno, felicitaciones. —Abish no estaba de humor para decirle que aquello le parecía una idea terrible. ¿Una bruja y una cazadora? No parecía ser algo normal, de hecho, hasta la idea de cazadoras con pareja no era algo que solía ocurrir. Al menos no fuera de la Academia—. ¿Y quieren que vaya con Sam para que estemos mirando como se besan o qué? No entiendo el objetivo.

Memorias de Xanardul: Las escogidas [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora