Sacó su horario. Le tocaba... ¿Expresión Oral? ¿Qué carajos era eso?

—Oh, está bien. Supuse que era mentira, por lo ocurrido entre Peter y Liz.—dijo Betty, pero Heather no le tomó importancia.

—¿Sabes dónde se da Expresión Oral?

—Claro, es mi clase favorita.—dijo Betty sonriente.—En el siguiente pasillo, la segunda puerta a la izquierda. ¡Adiós!

Y antes que Heather lo notara, la chica había desaparecido. Entró al aula y se sorprendió al ver que era una especie de auditorio pequeño. No habían mesas ni sillas, sino cojines y una pequeña tarima en el fondo. Habían algunas personas conversando, ya que el profesor no había llegado. En una esquina del suelo, Heather vio a Nicholas durmiendo con su capucha puesta.

Silenciosamente, se sentó junto a él y sacó su libreta de dibujo. No lo iba a negar, el chico era guapo. Tomando cada detalle de su rostro, lo empezó a dibujar.

—¡Buenos días, estudiantes!—dijo una señora (Heather supuso que era la profesora). Tendría unos treinta años y unos ojos tan saltones, que parecía un búho.

Heather sacudió a Nicholas para que despertara. Este abrió los ojos de par en par, pero se relajó al ver a la chica.

—Bonito cambio.—dijo tocando sus mechas rosadas. Heather se sonrojó un poco por su cercanía, pero el chico se alejó a los segundos. Ayudó a la chica a levantarse y se acercaron a los cojines.

—Siéntense, estudiantes, siéntense.—dijo la profesora. A Heather le dio la impresión que había tomado mucho café antes de la clase.

—Esta clase es un poco rara.—le susurró Nico, que estaba en el cojín junto a ella.—Y, lastimosamente, hoy damos dos horas con ella.

—¡Bienvenidos a otro año de Expresión Oral!—gritó tan alto que todos se callaron, sobresaltados.—Cada uno se levantará, dirá su nombre, su edad y su recuerdo favorito de las vacaciones.

Heather se alarmó un poco. Odiaba hablar en voz alta en clases. Uno a uno se levantaron y dijeron cosas que la chica no escuchó. Lo de "decir tu edad" era un poco absurdo, ya que todos eran del mismo curso.

—Eh... soy Nicholas Agreste, tengo 16 y mi recuerdo favorito fue cuando mi madre se fue a la casa de su novio por una semana porque no tuve que soportar sus quejas.—dijo el chico tranquilamente.

Todos aplaudieron vagamente, confundidos por lo que dijo. Heather se levantó y puso sus temblorosas manos en los bolsillos de su chaqueta.

—S-soy Heather Potts.—dijo en voz baja.

—Linda, habla más alto. ¡Sin pena!—dijo la profesora.

—Ok.—se aclaró la garganta.—Soy Heather Potts, tengo 16 años y... ¿mi recuerdo favorito?

A la mente de Heather vinieron imágenes de ella y sus padres. Agachó la mirada y cerró los ojos. No quería llorar. No ahí.

—Piensa bien, estoy segura que debe haber uno.—exigió la señora.

Recordó a su mamá y a su papá estresados por las cuentas. Recordó cuando una mañana no había pan y tuvo que esperar hasta el almuerzo, donde comieron una sopa Maruchan instantánea. Su respiración se empezó a acelerar cuando recordó algo en específico: El día antes que desapareciera por el Blip tuvo una gran pelea con su padre. Ni siquiera recordaba el por qué, pero esa fue la última vez que los vio.

After Game • Peter Parker ✓Where stories live. Discover now