Capitulo 41

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-Vamos Su, solo un bocado más- insistió su hermano mayor mientras, la muchacha jugaba con el tenedor desganada, moviendo la comida de un lado a otro. Era su platillo preferido, pero se veía realmente asqueroso y, poco apetitoso para su estomago cerrado.
La muchacha bufo con desgana y, apoyo la cabeza en el hombro de su hermanita. Peter se habia vuelto toda una mamá gallina con lo que a su alimentación respecta.
-Es asqueroso- le respondió con los ojos cerrados- huele peor que la comida de tía Alberta.
-Susan, no tiene absolutamente nada ... es tu imaginación
-Comételo tú entonces
El muchacho resignado se llevo un bocado a la boca y, la miro con su típica mirada de "Me he comido un trozo y, sigo aquí ... ya termina el maldito plato".
Todos en la mesa miraban de un lado a otro, como si se tratara de algún extraño partido de ping pong. Los rumores corrían como siempre, eso era inevitable. La desaparición de su hermana y, su aparente delgadez bajo aquellas ropas demasiado grandes, habian echo creer a más de uno que la joven habia perdido el embarazo. Susan lo entendía, la veían despues de tres semanas y, se veía como una completa mierda, no habia que ser un genio para empezar a sacar hipótesis.
-¿Acaso no lo entiendes? Debes comer para estar fuerte para el niño, no puedes rechazar todo ...
Su hermana lo miro con cansancio y, utilizó la única arma que sabia que era capaz de ayudarla con su hermano.
- Caspian - murmuro mirando a su ex novio con un mohín tirando de sus labios y sus grandes ojos azules llenos de tristeza. El muchacho trago en seco, era la primera vez que le dirigia la palabra desde aquella noche, 135 horas para ser mas exactos. No podía negarle absolutamente nada y, ella lo sabia.
-Ya déjala Peter- suspiro desde el otro lado de la mesa, sin deseos de someterla a aquella escena frente a algunos de sus amigos más cercanos en el consejo.
-¡Joder!- gruño el rey- No puedes ponerte de su lado en esto
El muchacho se paro y, se arrodillo frente a ella sin meditarlo demasiado.
-¿Quieren que te consiga otra cosa?- susurro con dulzura acariciando su abdomen. La muchacha simplemente negó con la cabeza, deseando abrazarlo y, escapar de todos esos metiches.
-¡Vale!- respondió besando su mano- cuando tengas apetito, te cocino lo que tu desees ¿Esta bien?
-Gracias- murmuro la chica viéndolo ponerse de pie nuevamente. Estaba realmente agotada.
-Caspian no puedes consentirla en esto ...
-Es un tema cerrado Peter- contrarresto con severidad. La mayor parte de su consejo lo veía con los ojos abiertos, cada día mas preocupados del poder que ejercía aquella chiquilla sobre el rey. Caspian era un hombre totalmente distinto en lo que a la muchacha respecta.
-Creo que regresare a la cama- susurro a su hermana besando su mejilla- ¿Los cuidas por mi?
La joven se alejo de la mesa sin pensarlo demasiado, mientras ambos reyes permanecían sumidos en una discusión a su nombre. Estaba tan cansada de aquella situación, debería estar esperando a su hijo con felicidad pero no, solo se cercioraba de que no la mataran, evadir discusiones y, luchar contra el irrefrenable deseo de no levantarse jamás de la cama.
La muchacha estaba tan sumida en sus pensamientos que no noto el grupo de niños corriendo en su dirección hasta que fuera tarde, su único instinto fue proteger su abdomen mientras cerraba los ojos esperando el golpe. Un golpe que nunca llego, porque un par de fornidos brazos la tenían sujeta por la cintura.
-¿Se encuentra bien majestad? - inquirió con temor el príncipe Canut
-Si si- respondió recomponiéndose rápidamente - gracias por atraparme mi señor
-Cuando quieras - respondió ayudándola a enderezarse. La muchacha sintió el calor subir a su rostro, no podía negar que era atractivo, aquel cuerpo era el sueño de cualquier chica ¡¿Pero que estaba pensando?!
-¡Oh mi reina, lo siento tanto!- exclamo una mujer acercándose, con tres jóvenes mas- Esos pequeños diablitos ... ¡Por Aslan! ¿Se encuentra usted bien?
-Los castigaremos severamente alteza- aseguro la rubia secundando a su compañera.
- Tranquilas mis señoras, son solo niños; estaban jugando. Les aseguro que me encuentro perfectamente
-¿Todo bien? - inquirió Caspian acercándose, la parte irracional de su mente solo deseaba secuestrar a aquel hombre ¡Sus hormonas la estaban matando! Con el seño ligeramente fruncido, el muchacho vio como la mano de Canut seguía posada en su cintura, sin que su chica ¡Si! ¡SU CHICA! (Por que seguiría siéndolo a pesar de sus discusiones) se percatara de aquello. El príncipe la libero rápidamente, ante la mirada penetrante del monarca.
-Solo un pequeño accidente mi rey- respondió con seguridad, tratando de tranquilizarlo- El príncipe Canut evito que pasara a mayores.
-Tienes mi mas profundo agradecimiento por atraparlos
-No ha sido nada majestad
Susan se sintió enrojecer sin saber por que, las señoras se habian retirado luego de un millón de disculpas, intimidadas por la presencia del muchacho.
-Si nos disculpas, acompañare a mis dos tesoros a la habitación- inquirió con cortesía y, una leve reverencia hacia el príncipe- Muchas gracias por tu ayuda, nuevamente
Caspian entrelazo sus brazos encaminándola hacia la salida. La reina noto como poco a poco los músculos de su cuerpo se aflojaban. No quiso pensar en la sensación que le transmitía tenerlo tan cerca o, sus piernas se volverían rápidamente de gelatina.
-¿Tus tesoros?- susurro la muchacha cuando estuvieron lo suficientemente lejos del salón
-Eres la dueña de mi corazón, la madre de mi hijo y, mi mejor amiga. Puede que no quieras que nada vuelva a pasar entre nosotros pero, tu Susan Pevensie serás siempre mi mayor tesoro junto a este pequeño revoltoso.
La muchacha hablo sin poder evitarlo, picando sus costillas.
-Eres adorable cuando estas celoso- exclamo con un atisbo de sonrisa que se borro rápidamente al percatarse de sus palabras - Ummm ... yo, lo siento. No quise decir eso.
Caspian le sonrió con cariño sin decir nada. Ambos continuaron el camino con pasos lentos hasta llegar al pasillo de las habitaciones reales.
-Nuestro recorrido a llegado a su fin, mi lady - contrólate, se repitió una y otra vez, al ver aquella sonrisa juguetona que tanto amaba "¡Solo amigos! ¡Solo amigos!" Se repitió hasta el cansancio ¡Por Aslan! ¿A quien engañaba? - tengo una sorpresa para ti
Susan casi se infarta al verlo parado frente a ella cuando salió del pequeño mundo de sus pensamientos, el muchacho dio un paso adelante aprisionándola contra la puerta de su recamara. Sintió la sangre helarse en su cuerpo al notar sus labios a escasos centímetros de distancia de los suyos, deseaba con todas sus fuerzas que la besara en ese instante, olvidarse de todo y apropiarse del flamante rey de Narnia.
- Logre sacarlo de la cocina de contrabando esta mañana- susurro sobre sus labios, causando estragos en su cuerpo. La muchacha salto levemente al sentir su mano en el bolsillo de su pantalón dejando caer un objeto rectangular en el mismo- Se que el chocolate con avellanas es tu favorito en estos dias.
La muchacha lo miro fascinada, perdida en aquel transe hipnótico en el que el joven la adentraba. Iba a mandar todo al demonio para besarlo pero, Caspian arruino sus planes.
-Pórtate bien preciosa- murmuro besando su mano, a escasos centímetros de distancia como todo un caballero ¡Un jodido seductor de cine mudo! La miraba con tal intensidad que sentía que podría desnudarla perfectamente con los ojos, Susan estaba segura de haber perdido toda la cordura cuando el rey se aparto dándole una leve inclinación para luego perderse por el final del pasillo, dejando a una joven aturdida a sus espaldas.
¿Que coño habia sido eso?
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Isabella acomodo su cabello rápidamente mientras, el muchacho la miraba con una sonrisa.
-Lamento haber arruinado tu peinado- susurro en voz baja y ronca, acariciando su cadera- No pude resistirme a besarte
-Si, claro- rio con burla ante la ironía de sus palabras.
Ambos jóvenes estaban en un pasillo desierto del quinto piso, generalmente solían reunirse allí, lejos de las miradas indiscretas. El cabello rubio de su acompañante parecía brillar bajo la luz mortuoria de las antorchas; cada vez que la miraba a los ojos, la joven doncella se sentía morir, era condenadamente sexy y, lo sabía.
- ¿Algún día aceptaras ser mi novia? - inquirió colocando uno de sus cabellos rebeldes detras de su oreja.
- Soy una criada majestad ... no es correcto
- ¿Quién dice que lo es? Yo solo soy un chico de Finchi, uno mas del montón
-Mi rey ...
- No hay deshonor en trabajar de criada, aunque si es un problema deja de hacerlo y cásate conmigo ... jamás te pediría que dejes algo que te gusta pero, se que estas tan enamorada de mi como yo de ti
- ¿Cuando pasamos del noviazgo al casamiento?- río.
- Emily necesita una mamá, podríamos ser una familia si te casaras conmigo- susurro acariciando sus labios.
- No puedo romper el protocolo alteza ...
-Peter, mi nombre es Peter. No hay nadie aquí para que te comportes con tanta pompa y ceremonia
-¿Qué diría la gente?
- Mi amor, mi familia te adora y Em te ve como a una madre ¿Cuál es el problema? Todos tarde o temprano terminan adorando una buena historia de amor y, tu y yo cariño, tendremos la mejor historia de todos los tiempos ¿Confías en mi?
- Tu ganas- susurro enternecida- seré tu novia.
El joven rey rio encantado y, la alzo tomándola de la cintura mientras daban vueltas en el pasillo hasta chocar nuevamente con el muro, Isabella no supo bien cuando habia rodeado su cintura con las piernas pero, de un momento a otro, se estaban besando.
-Te prometo que no te arrepentirás- murmuro sobre sus labios, antes de atacar nuevamente su boca.
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- En guardia- exclamo el muchacho balanceando la espada. La niña lo miro con una sonrisa burlona mientras se ponía en posición. Sus espadas chocaron, casi como una danza que no tenia fin hasta que en un rápido movimiento, la espada de la joven voló lejos.
-Estas muerta- sonrió apuntando a su garganta.
- No tan rápido querido amigo- inquirió la niña levantando una ceja, mientras presionaba una daga sobre su corazón. El muchacho soltó una estruendosa carcajada mientras se inclinaba ante ella.
-Bien jugado su majestad.
Se habian pasado toda la tarde practicando, ambos estaban sudados y con las mejillas coloradas.
-No lo comentes ¿Vale? - inquirió- No quedaría muy bien que un soldado de la guardia real sea derrotado por una niña
-No soy una niña
- Claro que si
-Tu no eres ningún hombre
-Soy dos años mayor que tu peque
La niña bufo y, lo empujo de lado
-Cállate o te enviare a el calabozo
-Aww ... eres adorable ... la pequeña Lucy
El mucho rio nuevamente y, continuo caminando hacia el castillo sin esperar que la jovencita lo tacleara.
-¿Que demonios? - alcanzo a murmurar antes de que la chica se sentara sobre el, con su daga apretada a su garganta.
-Repítelo
-Venga Lu, solo fue un juego
-Repítelo
-¡Vale! ¡Vale!- exclamo levantando ambas manos, sin poder evitar pensar en lo preciosa que era la muchacha ¿Por que no podía tener un par de años más para invitarla a salir? ¡Joder, no podía gustarle tanto aquella chiquilla! - ¡Lo siento mi reina!
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-Esta ocho kilos por debajo de la norma muchacho
Caspian suspiro, pasando sus manos por su rostro ¿En que momento su mundo se habia puesto de cabeza? El profesor habia estado intentando de todo los últimos dias, pero nada parecía detener los vómitos. Susan no ganaba peso, lo estaba perdiendo. Estaba débil y, pálida, casi sin fuerzas para levantarse de la cama.
-Debemos hacer pruebas de todo lo que come, quizás haya algo allí ... Aunque si no es así, Caspian debes estar preparado muchacho por que ambos podrían morir incluso antes de llegar a la fecha de parto. El bebe parece estar bien, sin embargo la reina ... la chica no resistirá por mucho más tiempo y, sin ella como medio de alimentación el niño tampoco.
-Profesor- susurro Peter, casi inseguro de profesar sus siguientes palabras- ¿Y si se interrumpe el embarazo? ¿Mi hermana tendría algún tipo de posibilidad?
-No hay garantía de que mejore majestad ... incluso si lo intentáramos, el niño es lo único que parece estar aferrándola a la vida, si se lo quitamos ...
-Susan jamás lo permitiría - exclamo con pesar Caspian- por mas que existiera la promesa de que pueda volver a quedar embarazada o, que el niño no sobrevivirá ... ella daría su vida, incluso ante la mínima posibilidad de que Rillian pueda disfrutar la suya.
Peter suspiro por lo bajo, dejándose caer contra el respaldo de la silla. Caspian no habia vuelto a hablar de su relación con su hermana ante nadie, solo era "Susan", si alguien noto algo raro no se molesto en mencionarlo. El joven rey se sentía desecho por dentro, todo en su vida parecía oscurecerse mas y mas a cada minuto.
-¿Que pasa cuando la bruja la ataco? Jadis bebió de su sangre y, dio a entender que estaba en algún tipo de transe hipnótico- inquirió Edmund
- Buscare a un viejo amigo, es un mago que vive en el oeste para que la analice. Podríamos estar aquí en tres días si salgo de inmediato
El joven rey asintio, aferrándose a cualquier esperanza que les diera mas tiempo. Solo dos meses y medio mas, debían aguantar.

Las Crónicas de Narnia: MarcadoWhere stories live. Discover now