Capitulo 19

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Caspian trazo delicadamente la curva de sus caderas, acariciando suavemente las múltiples manchas que la adornaban. Su ira fue en aumento al contemplar el daño que le habian echo a su amada. Deseaba mas que nada en el mundo saber que diablos habia pasado, asa buscaría al infeliz y lo asesinaría de la forma mas lenta y dolorosa posible.


Su dulce ángel, jamás creyó que alguien pudiera hacer un daño tal a un ser tan puro. Sin embargo, el único culpable era él, Susan era su vida y, de haberla protegido mas, nada de aquello habría pasado, en cambio, opto por enfrascarse en las artimañas de la guerra y, descuido su tesoro mas preciado.


Nada tenia sentido, ser rey, unificar narnianos y telmarinos, amigos, experiencias, llevar la paz y tener un reinado prospero. Cambiara todo aquello y mas, por ver su sonrisa cada día al despertar porque, como habia comprobado, un mundo sin ella no valía la pena, una vida sin ella no valdría el riesgo de ser vivida. Nada tendría sentido, de no poder compartirlo con su hermosa chica de ojos azules.


-No se preocupe mas majestad- suspiro su tutor palmeado su espalda, al regresar con las hierbas y ungüentos para sanarla- dudo mucho que nuestra joven reina lo culpe de algo.


-Todo cambiara ahora, ¿Verdad?- susurro acariciando su vientre. El profesor la miro con sus gafas de medialuna, analizando cada uno de sus movimientos, como cuando era un niño.


-Así es mi querido niño- respondió- las cosas no serán fáciles para ninguno. Nadie quera como futuro heredero emm.. al hijo de otro hombre... me entiende, ¿Verdad?


El muchacho sonrió de medio lado, corriendo un par de mechones que caían sobre su rostro. Era una mirada juguetona, de esas que el anciano habia aprendido a temer, era ese tipo de mirada que le daba antes de confesar una travesura.


- No hay otro hombre- dijo con una leve inclinación de hombros- Susan ha estado fuera de Narnia tan solo por tres meses.


El anciano lo miro con los ojos abiertos, casi sin creer lo que el muchacho insinuaba.


-Jamás quisimos que esto pasara-continuo- estábamos en guerra y, sin embargo el amor que sentíamos el uno por el otro nos consumió, no medimos las consecuencias ... Aun así, mi querido amigo, no cambiaria ni un solo momento de aquella noche por nada ni nadie, entregaría el trono y mi vida, iría en contra de todo el consejo y países aledaños, contra cada uno de los mundos que giran en el cosmo, con tal de que Susan y Rillian tengan una oportunidad de vivir la suya.


-¡Santo Aslan!- susurro el anciano con la boca levente abierta- En que lio te has metido hijo ... mi muchacho, va a ser padre ... ¡Santo cielo! ... No puedo creerlo, llenas de alegría el corazón de este viejo anciano.


El joven rey rio por primera vez en la noche y, se aferro a su antiguo tutor en un abrazo.


-Te has convertido en un gran hombre mi querido muchacho- exclamo- grandes cambios vendrán y, no podrás ocultarte aqui por siempre. Esta noticia, será una revolución para tu reinado. Muchos estarán en contra, otros no lo entenderán ... muchos desafíos vienen en camino para los tres.


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Edmund miraba como el pecho de su hermano subía y bajaba, la poción habia cerrado la herida y cortes superficiales, pero aun tenia mucho que sanar.


Peter era su ejemplo, por muchas batallas que ambos tuvieran, era su roca, su referente y, verlo tan tieso movía todos los cimientos de lo que creía correcto. El y Susan, se habian echo cargo de su crianza mucho mas que sus propios padres, lo habian mantenido vivo y alegre atreves de cada obstáculo de la vida.


- Todo esta bien Ed- susurro su hermano en un tono áspero y rasposo- aqui estoy.


- ¡Peter! ¡Por Aslan!- exclamo saliendo de su ensimismamiento- ¿ Llamo al medico? ¿Necesitas agua? ¿Un calmante? ¿Alguna cosa?- soltó de sopetón


El muchacho rio entre toses de la diatriba de su hermano menor


- Respira Edmund ... Solo el agua porfavor-respondio enderezándose lentamente de la cama.


-¡Dioses Peter! ¡No vuelvan a asustarme así! ¡ No con las cosas como están... yo..


-Lo se- dijo apoyando una mano en su hombro en señal de apoyo- Sabemos todo y, no creo que sea agradable para nadie, tiempos oscuros se acercan. Duerme un poco- exclamo mirando a su hermanita acurrucada a su lado- Ha sido un día largo para todos, ¡Vamos! ¡Acuéstate! ... en la mañana hablaremos.


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Lucy corría nuevamente por las calles de Londres, el fuego ardía por todas partes y las bombas estallaban aqui y allá.


-¡Aslan!- grito con desesperación, tratando de recordar como habia llegado alli.


La niña siguió corriendo, sintiendo sus piernas arder y sus pulmones colapsar, cuando de golpe ¡Boom!¡Boom! ¡Plash! ... la pequeña reina impacto de golpe contra el piso arañando sus rodillas, bajo sus pies, descansaban los cadáveres de sus difuntos padres tras el accidente, quebrados e irreconocibles como muñecas de trapo. La niña grito como nunca antes mientras un viento helado borraba las calles y formas. Todo dio vueltas por un tiempo, hasta que se hayo en las ruinas del antiguo palacio telmarino. Las lagrimas surcaban su rostro ceniciento.


-¡Peter!¡Susan! ¡Edmund! - gritaba sin cesar sumida en la desesperación, mientras empujaba los escombros para llegar al castillo. Camino por lo que parecieron horas, hasta llegar al ala norte donde residían las habitaciones


-¡Peter, Edmund!-Chillo- ¡Gracias a Aslan!


Sin embargo cuando se acerco a ambos, noto que sus cuerpos yacían sin vida postrados en la entrada de la recamara de su hermana, aterrada corrió dentro y hayo a su hermana tiesa sobre las sabanas. Su estomago estaba abierto de pan en par, sus ojos miraban sin ver, Caspian estaba a su lado completamente inmóvil, junto a ellos se hallaba un vieja y oxidada cuna, la niña dio un paso insegura en su dirección y, entre gruñidos y gorgoteos, una extraña criatura de pelaje negro emergió, sus dientes podridos chorreaban la sangre del príncipe heredero de la corona Narniana.


Las Crónicas de Narnia: MarcadoOnde histórias criam vida. Descubra agora