Capitulo 20

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Susan recordaba vagamente despertarse aquella mañana entre gritos de batalla. Edmund se enderezo a su lado frotándose levemente los ojos, con el ceño fruncidos. Mientras ella buscaba con la mirada al resto de sus hermanos.
-Majestades- exclamo QA corriendo a su lado- El rey Peter ... el ..
Ninguno de los dos monarcas espero que acabara la frase, ambos se levantaron cual resortes y corrieron a la fuente de esos gritos.
Voy a matarlo, penso internamente la reina benévola, apenas habian llegado hace unos días y, ya estaba enfrascado en una pelea. Su hermano mayor era toda una cabeza caliente.
-¡Peter!- grito sin poder evitarlo al contemplarlo con la espada en mano. Su sangre hervía, ese chico ...días como aquel, realmente se cuestionaba quien era el hermano mayor y responsable alli.
-¡El gran rey Peter!- dijo una voz masculina con incredulidad, sacándola de su diatriba.
Susan contemplo lentamente a las decenas de narnianos que los rodeaban, hasta que sus ojos cayeron en el dueño de aquella voz. Era un muchacho alto y bronceado, con un cabello color chocolate, que se acentuaba con el brillo de sus ojos. La muchacha creyó, que de no estar en una situación tal y, de no ser la reina de Narnia claro esta, estaría babeando libremente por aquel adonis.
-Nos llamaste ... ¿No es así? -inquirió su hermano a la defensiva
-Si… pero..- dudo el joven mirándolo de arriba a abajo- creo que eras mayor...
-Bueno ... - exclamo el rey del drama, también conocido como su hermano- si quieres regresamos en unos años
Los ojos del príncipe casi se salen de sus orbitas, inseguro de si habia insultado a una de las grandes leyendas de antaño por error
-¡No!- exclamo rápidamente- Entiendan ... es que no son lo que yo imagine
El príncipe tamarino desvió rápidamente su mirada al resto de los hermanos, deteniéndose en cierta reina de ojos azules. Susan fue momentáneamente consiente de su aspecto de recién levantada. Peter alzo una ceja entendiendo perfectamente los pensamientos del príncipe, " muy bien niño bonito, penso la joven, acabas de darle otro motivo para asesinarte"
-¿Tampoco tu?- inquirió Edmund con cierta burla en su voz, por lo que sus hermanas, aprovechando la distracción, pisaron rápidamente al rey justo para que midiera sus palabras. La cara del pobre muchacho era un poema ... lastima que nadie mas ala de su hermano mayor se habia percatado de aquello.
-Un enemigo en común- indico un Tejón- une a los mas antiguos adversarios
-Esperábamos con ansias su regreso majestad- continuo el ratón- Nuestros corazones y armas están a su servicio.
La tensión siguió en el ambiente hasta que la charla se dio por finalizada, la típica lucha de machos alfas por quien pisa mas fuerte. Peter no se lo iba a hacer fácil al joven príncipe, cada uno de los monarcas tenia la certeza de aquello.
-Tenias que insultar al podre ratón Lu- se quejo la reina gentil cuando la multitud se alejo un poco.
-¡Oh mira! - exclamo su hermanita con nerviosismo- ¡Es Peter!
La joven reina corrió lejos de su hermana y se colgó de un salto de la espalda de su hermano mayor "Cobarde" penso la joven con diversión.
-Y tu ..-continuo en dirección a su otro hermano.
-Lose lose- exclamo el rey justo levantando ambas manos- ¡Diplomacia!
La muchacha sonrió y comenzó a caminar a su lado.
-Por cierto hermanita- continuo el joven- parece que ya has conseguido un nuevo pretendiente.
Si las miradas pudieran matar ... penso el rey justo. Continuaron caminando, siendo consientes de las miradas de incredulidad que recibían de su entorno. Un par de horas despues, se sentaron a descansar a orillas del rio. Susan observo a lo lejos, como su hermanita acariciaba a los arboles en un intento de despertarlos.
- Es una niña encantadora- dijo una voz a su lado. La muchacha sonrío brindándole toda su atencion.
-Si lo es- respondió con una sonrisa cariñosa- Príncipe Caspian, ¿Verdad?
-Así es majestad- continuo- venia a disculparme por las posibles controversia de hace un rato.
La muchacha rio sin poder evitarlo, uno creería que el joven príncipe tenia todo el orgullo telmarino, sin embargo, alli estaba. Una contradicción en la historia.
-Descuida, conozco bien a mi hermano para saber que no fue totalmente vuestra culpa.
-Se lo agradezco excelencia, yo no quería insultaros a ninguno y...
-Tranquilo- sonrió la muchacha cortando su diatriba- los narnianos han depositado en ti un voto de confianza, una promesa de un mundo mejor ... todos te ayudaremos a lograrlo, Narnia merece ser libre y sin distinción. No debe haber narnianos y telmarinos, tu tarea será unificarlos en una gran nación bajo tu mando.
-Es usted muy gentil majestad pero, yo realmente no podría- murmuro- las leyendas de antaño no le hacen justicia
La muchacha rio apartando la mirada, repentinamente abochornada- Solo Susan por favor
Los días pasaron lentamente, la gente dejo de mirarlos como bichos raros. Estar en aquel antiguo altar le producía escalofríos. Sus charlas con el joven heredero al trono continuaban, aunque, el muchacho se reusaba a llamarla por su nombre por algún extraño motivo.
La noche tras el ataque, lo encontró sentado solo en uno de los balcones, mirando melancólicamente hacia el horizonte.
-Un centavo por tus pensamientos-dijo rápidamente dejándose caer a su lado. El joven se notaba tasi turno y, la muchacha solo quería verlo sonreír por algún extraño motivo.
Caspian la contemplo con una leve sonrisa, empujando varios mechones de su rostro. Su simple presencia, aliviaba un poco el dolor de su alma, no sabia en que momento la muchacha se habia metido tan profundamente bajo su piel.
- Creo que he defraudado a todos- respondió- por mi culpa, el campo de batalla se ha convertido en una masacre. Cientos de vidas se han perdido para siempre.
-Es una guerra Cas ... la muerte nos acompañara hasta el ultimo momento, la tarea de un gran rey siempre es tomar las decisiones que nadie mas se atrevería a tomar, solo... no dejes que su sacrificio sea en vano.
El muchacho permaneció un rato callado, contemplando el horizonte, hasta que todo el dolor que venia acumulando estallo en su pecho, surcando finas lagrimas sobre su rostro.
-Oye- murmuro su acompañante apoyando una mano en su hombro- Todo saldrá bien, ya lo veras.
La muchacha no espero respuesta y, en un acto de valentía abrazo fuertemente al joven príncipe, dejándose embriagar con su aroma tan encantador. Caspian estaba estático, se sentía bastante ridículo, pero lloraría el océano en lagrimas, si aquella diosa de ojos azules lo volvía a abrazar con tanta ternura. Lentamente, coloco sus brazos a su alrededor, enterrando su cabeza en la curva de su cuello, sintiendo la calidez de su cuerpo contra el suyo.
Cuando por fin levantaron la cabeza, sus rostros estaban a solo unos milímetros de distancia, por lo que el joven príncipe, sin dudarlo, unió sus labios con los de ella.

Las Crónicas de Narnia: MarcadoOnde histórias criam vida. Descubra agora