Por otra parte, siendo el centro de atención, mis amigos Lucca y Francis sonreían con galantería a las cámaras, eran importantes empresarios que incursionaban vanidosamente en cuanto proyecto se les cruzara, tenían tan buena suerte y visión que solían acertar en todo momento. Junto a ellos, la pareja de la duda, Rachel y Rudolf ambos unos genios en la abogacía y compartían uno de los despachos más prestigiosos del país, ellos no decían nada, pero todo el mundo especulaba de su próxima boda.

"Es bastante extraño verlos a todos reunidos, generalmente siempre falta alguien" dijo una voz a mis espaldas.

"¡Matthew!" me lancé a sus brazos, "¡Hace tanto que no te veía! ¿Cómo has estado?"

"Bastante bien Raphaela" sonrió.

Matthew y yo nos habíamos hecho buenos amigos debido a que trabajábamos juntos en la misma empresa, mi abuelo, pese a que deseaba heredarme las empresas Ferrer en algún momento, tenía en su cabeza que debía primero vagar por el mundo y ganar mi propio dinero y confianza en otros lugares que no fuera en la empresa familiar, por lo tanto, desde hacía años yo era CEO de la empresa de tecnología SKHA y Matthew era un socio importante de la compañía.

"Supongo que irás a la fiesta que se hará después."

"No lo sé, tengo que salir de viaje mañana temprano" se excusó, "lo siento Raphaela."

"Vale, entonces me aburriré durante toda la noche" dije decaída.

"Eres la estrella y..." Matthew levantó la mirada y se paralizó en el lugar, "creo que no te vas a aburrir para nada."

Fruncí el ceño y me volví hacia donde mi amigo parecía encajar su vista y casi caigo desmayada en medio de la alfombra roja llena de gente importante y los medios de todo el mundo.

"¡Por Dios!" me tomó Bárbara por sorpresa y me volvió hacia ella, "¿Estás bien?"

"Creo que estoy viendo un fantasma" dije sin más.

"No lo es" dijo Matthew con una sonrisa.

Fuese como fuese, comprendía que Matt sonriera puesto que Timothée Volker siempre había sido su amigo, desde la infancia y durante toda su vida. Pero para mí era simplemente un muy mal recuerdo el cual definitivamente quería olvidar, me giré de regreso a mi amigo, di una mala excusa y seguí pasando entre las cámaras y los diferentes entrevistadores, pero sentí su mirada penetrante en mi espalda, atravesándome hasta el fondo.

Hacía años que no pensaba en él y cuando me encontraba en el más perfecto estado de plenitud, tenía que volver a mi vida ¿era acaso una maldición? ¿Sería que los Volker eran la pesadilla del mundo conocido de los negocios? Se decía que cuando un Volker llegaba a algún lugar no era simplemente por que andaba de paseo, sino que algo buscaba, algo quería comprar o algo estaba por destruir.

Rápidamente los rumores comenzaron a escucharse y las preguntas escabrosas de los entrevistadores iban cada vez más direccionados hacia la presencia del que alguna vez fue mi novio y casi prometido, habíamos sido noticia por un largo tiempo debido a nuestros tiempos de colegio y después de la nada y sin explicación alguna, simplemente habíamos desaparecido de su vista.

"Raphaela, explícanos ¿qué está haciendo el afanado Timothée Volker en esta tú premier?" me preguntaron en más de una ocasión y la respuesta seguía siendo la misma.

"Habría que preguntarle a él" intentaba que mi sonrisa no fuera una total farsa y parecía que lo había conseguido.

Cuando pasamos al área de la película y la gente estuvo sentada en sus respectivos lugares, sentía la necesidad de buscar entre la oscuridad al hombre que había ganado en cuanto a mencionar su nombre se trataba, gracias a él la gente tenía puestos sus ojos en mi como si de pronto fuera a saltarle a los brazos y besarlo frente a las cámaras. Gracias a Dios jamás lo encontré y después de lo que fueron quince minutos, logré poner atención a la película, pero la verdad no podía decir si había estado bien o mal del todo porque no tenía la mejor concentración en ese momento. Suspiré cuando la película terminó con un prominente aplauso y la posterior salida hacia la fiesta que se daría antes de que los artistas comenzaran la gira de promoción.

El regreso de: RaphaelaWhere stories live. Discover now