t r e i n t a y n u e v e

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Los rayos del sol introduciéndose por el gran ventanal de la habitación habían logrado despertarlo, no recordaba nada de la última noche lo único que sabía era que tenía todo el cuerpo adolorido y lo más probable era que ya era mediodía al sentir que había dormido por un largo tiempo. Al cubrir con su antebrazo la molesta luz en su rostro pudo sentir el brazo alrededor de sus hombros recordando al maravilloso hombre que se encontraba a su lado, adoraba los días donde simplemente ambos podían ignorar alarmas dejando a un lado los ajetreados trabajos de ambos que sólo les quitaban tiempo para los dos. Estirándose para abrazar el gran pecho a su lado recargando su cabeza en éste para poder disfrutar del característico olor de JinYoung se sorprendió al no tener las mismas sensaciones de veces pasadas...

Parecía tan real, pero dentro de él sabía que todo era un juego más de su mente.

No era él.

No era su piel.

No eran sus labios.

No era su tacto.

No era su aroma.

No era JinYoung.

Abriendo sus ojos encontrándose con el pecho desnudo de JaeBeom el cual seguía inmerso en sus sueños abruptamente recordó todos los acontecimientos ocurridos la noche anterior cayendo en cuenta que una vez más había sido victima de sus sueños o más bien los recuerdos que le quedaban de su relación pasada.

—Joder. —el rubio recargó completamente su cabeza sobre el escritorio jalando mechones de su cabellera.

—No te estreses hombre, créeme que éste trabajo se hace más fácil con el paso del tiempo. —entró el joven tailandés a su oficina con su impecable traje y su cabellera perfectamente peinada hacia atras. —Puedes diseñar cualquier trozo de tela y mientras un famoso de estos lo use, tu diseño ya se hizo tendencia y ya cumplimos con nuestro trabajo. —le guiñó un ojo el tailandés.

—No hablo de esto. —bufó Mark aún con su cabeza cabizbaja. —Llevo unos días de mierda. La perfecta vida que llevaba hace unos meses está empezando a parecerme una ilusión, no se compara para nada con lo mierda que está hecha hoy.

—No jodas, Mark. ¿Le sigues llorando a ese perro infiel?

—No es fácil. —replicó con tono entrecortado levantado su mirada hacia su amigo. —Lo entenderías si te duraran las parejas por lo menos tres días. —soltó el rubio amenazante. —No entiendes, JinYoung y yo llevábamos años juntos. ¿Crees que con un "te engañé, ya no te quiero, te dejo" lo voy a superar para el siguiente día? —preguntó elevando poco a poco su tono.

Chittaphon sobresaltó sobre su lugar al ver ese comportamiento en el rubio. Miró por fuera de la puerta de la oficina para evitar a los cotillas y se acercó a su amigo. —Mark, tranquilo. Estamos en el trabajo.

—¿En verdad me ves capaz de tranquilizarme? Estoy en la mierda, Ten. No me siento bien sin JinYoung, amigos tampoco me quedan muchos. Cagué mi relación con Jackson, me acosté con el prometido de YoungJae, no me atrevo ni a verle la cara, si voy a buscar a BamBam corro el peligro de toparme con el niño ese y ahora tú me tratas como si exagerara las cosas...

—Mark, trato de entenderte créeme, pero si sigues con la actitud de no querer recibir ayuda no puedo hacer nada, si en verdad soy el único amigo que te queda, déjame ayudarte. —intentó acariciar la espalda del rubio para ayudarlo a desahogarse. —Deberías hablar tus problemas para ayudar a liberarlos.

El rubio agachó una vez más la cabeza completamente sobre el escritorio, dejando escapar leves sollozos junto a las lágrimas que se veían caer por el borde del escritorio. —Quiero hablar con JinYoung.

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⏰ Última actualización: Jan 13, 2023 ⏰

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Call Me Daddy || JinGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora