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Los días pasaron demasiado rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya era domingo. No sabía la respuesta pero por alguna razón estaba muy inquieto. Se movía de un lado a otro por la habitación ¿JinYoung había dicho a que hora llegaría? ¿Qué pasa si llega ahora y BamBam lo ve?

—YuGy, estás estresándome. Deja de moverte. —habló el peligris que estaba sentado en el sofá.

—Lo siento. —bajó la cabeza como si un cachorro regañado fuese.

—Ven. —dijo dando ligeros golpes a sus piernas indicándole que recostara su cabeza en ellas. —¿En qué piensas para que te tenga así? —acariciaba delicadamente su cabellera.

No podía contarle a BamBam que JinYoung vendría hoy a su casa y no precisamente para hablar. Aparte, ¿por qué no pudo simplemente decirle que no al pelinegro?, ¿con qué cara verá a Mark?, ¿qué pasará si su mejor amigo se llega a enterar?, su cabeza estaba llena de esas preguntas.

—Si hice algo malo, que en un principio no sabía que era malo, pero después de enterarme que si era malo lo seguí haciendo, consiente de que voy a herir a alguien, ¿me perdonarías? —BamBam lo seguía acariciando calmadamente.

—¿Qué dices? ¿Entraste a la mafia o algo parecido? —dijo entre risas. —Sabes que siempre estaré contigo, hagas lo que hagas. —le pellizcó una mejilla.

—¿Lo prometes?

—¿Qué te sucede hoy? —soltó una risa. —¿Qué te parece si vamos hoy al cine? Para despejarte de lo que sea que estés haciendo ilegalmente. —volvió a reír.

Estaba por responderle cuando comenzó a vibrar su celular y miró de reojo la pantalla.

Daddy.

Leer ese apodo logró que se tensara completamente.

—Ahora vuelvo.

Se levantó en dirección a su habitación para contestar sin que su amigo escuchara.

—¡¿Desde cuándo te encierras para contestar una llamada?! —gritó el peligris a través de la puerta.

YuGyeom ignoró un poco a su amigo y se dedicó a aceptar la llamada y poner su celular en su oído.

—¿Estás con el niño ese? —JinYoung tenía una voz todavía más intimidante por teléfono. —Espero y ya se esté llendo porque llego en media hora.

—No me puedes decir solo que- —el pelinegro cortó la llamada y YuGyeom soltó un grito ahogado de desesperación. —Aish, hijo de-...

—¡YuGy! Me duele que ya no me tengas confianza como para contestar el celular conmigo presente. —decía su amigo desde el otro lado.

—No era nadie importante. —dijo abriendo la puerta. —Solo era la casera, pero no podía contestar con el ruido de la televisión.

—Nisiquiera está enc-

—Me dijo que la encargada de limpiar el departamento ya va a llegar así que tienes que irte.

—Oh, bueno, está bien. ¿Vamos al cine? En verdad hay una película muy buena que quiero ir a ver.

—No puedo.

—¿Por qué? ¿Te quedarás observando como es que limpian tu departamento?

—No, simplemente... —comenzó a rascar detrás de su nuca. —Yo, ehm... voy a ir a lavar mi ropa.

—¿Qué insecto te picó? Estás muy extraño. —lo estaba mirando confuso. —Solo dime que no quieres pasar el tiempo conmigo y ya.

—No, no es nada de eso... solo... estoy... llama a Jackson por si quiere salir contigo.

Call Me Daddy || JinGyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora